Operación Midway Blitz: ¿Seguridad o Estrategia Política en Chicago?
La controvertida intervención federal desata temor, resistencia y debate sobre las leyes santuario en la tercera ciudad más grande de EE.UU.
Una ciudad en tensión: Chicago despierta bajo amenaza federal
El 8 de septiembre de 2025, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció con gran pompa el inicio de la “Operación Midway Blitz”, una nueva iniciativa federal de inmigración centrada en la ciudad de Chicago e impulsada bajo la administración del expresidente Donald Trump. Esta medida generó una ola de confusión, ansiedad y protestas en la ciudad, especialmente entre las comunidades inmigrantes y activistas por los derechos humanos.
Según el comunicado oficial, la operación tiene por objetivo detener y deportar a inmigrantes sin documentación legal que tengan antecedentes criminales, enfocándose en aquellos que, según el DHS, "se aprovechan de las leyes santuario en Chicago e Illinois".
¿Por qué ahora? Un trasfondo político inquietante
Lo llamativo de esta operación no solo es su ejecución, sino su carga simbólica y estratégica. Nombrada en referencia a la histórica Batalla de Midway, el operativo viene acompañado de una campaña en redes sociales con fotos tipo fichas policiales de once hombres de origen extranjero.
"La operación ICE apuntará a los criminales ilegales que vinieron a Chicago sabiendo que el gobernador JB Pritzker y sus políticas santuario los protegerían y les permitirían campar a sus anchas por las calles estadounidenses", declararon desde el DHS.
Este tipo de lenguaje recuerda a etapas anteriores de la política migratoria estadounidense cuando la retórica del miedo y la criminalización de inmigrantes fue usada como herramienta electoral. ¿Estamos ante una estrategia de seguridad nacional o una movida para agitar emociones políticas en un ciclo presidencial cada vez más polarizado?
Respuesta desde el gobierno local: repudio y resistencia
El gobernador de Illinois, JB Pritzker, junto con el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, criticaron duramente el despliegue. Ambos defendieron las leyes santuario del estado, que impiden la colaboración entre las fuerzas locales y los agentes federales de inmigración.
“Una vez más, esto no se trata de combatir el crimen. Eso requiere apoyo y coordinación, algo que no hemos recibido en las últimas semanas”, declaró Pritzker. “La administración Trump está enfocada en asustar a los habitantes de Illinois”.
Los residentes de Chicago, por su parte, han respondido con protestas desde el centro de la ciudad hasta la base militar suburbana que DHS planea usar como centro operativo. Los activistas también se han congregado frente a un centro de procesamiento migratorio considerado clave en la operación.
La militarización como recurso: precedentes peligrosos
El uso de fuerzas federales para enfrentar problemas locales no es nuevo en la estrategia de Trump. Durante su administración envió la Guardia Nacional a Los Ángeles y tomó el control de seguridad en Washington D.C. usando legalidades especiales sobre la capital nacional.
Aunque algunos de estos movimientos fueron declarados ilegales por jueces federales, también se han logrado victorias judiciales, como cuando la Corte Suprema levantó una orden que impedía que los agentes interceptaran personas basado en su raza, idioma o ubicación.
La comunidad inmigrante como blanco
Durante el fin de semana previo al anuncio de la operación, al menos cinco personas fueron arrestadas en Chicago. Entre ellos había trabajadores y comerciantes. La activista Jeylú Gutiérrez señaló:
“Esto se trata de aterrorizar a nuestras comunidades. Pero no nos intimidarán.”
ICE confirmó cuatro arrestos, alegando que las personas tenían antecedentes, como conducir en estado de ebriedad. Sin embargo, la falta de detalles y la discrepancia entre la narrativa de oficiales y la experiencia de los vecinos genera desconfianza.
Además, la operación fue nombrada en honor a Katie Abram, una de dos mujeres de Illinois fallecidas en un accidente automovilístico en enero. El presunto autor, un inmigrante guatemalteco, enfrenta cargos por uso de documentación falsa. Este tipo de casos suele ser utilizado por los defensores de medidas más duras como símbolo de la “peligrosidad” del inmigrante indocumentado.
Reacciones desde el Congreso
El senador Dick Durbin, demócrata de Illinois y figura clave en política migratoria, fue tajante:
“Estas acciones no nos hacen más seguros. Son una pérdida de dinero, fomentan el miedo y representan otro intento fallido de distracción.”
Es notoria la falta de coordinación con las autoridades locales. No se han ofrecido detalles concretos sobre cómo se ejecutará la operación, ni existe claridad sobre su alcance real.
Leyes santuario: entre la protección y la controversia
Las leyes santuario suelen ser vistas como una forma de proteger a las comunidades inmigrantes, pero han sido objetivo constante del ala conservadora en EE.UU. Según el Centro de Estudios de Inmigración (CIS), los estados y ciudades santuario “obstruyen labores federales de control migratorio y aumentan riesgos criminales”. Sin embargo, estudios del American Sociological Review muestran que las ciudades santuario no tienen tasas de criminalidad más altas y disfrutan de mayor participación comunitaria.
Chicago ha sido ciudad santuario desde 1985, y el respaldo popular a esa política ha sido alto. Muchos defensores señalan que el miedo a la deportación impide que los inmigrantes denuncien crímenes o cooperen con investigaciones, lo que hace que la colaboración entre agencias locales y federales sea contraproducente.
El impacto humano detrás del discurso político
Más allá de cifras y discursos, la Operación Midway Blitz está teniendo un efecto palpable en la vida cotidiana de miles de residentes de Chicago. Comunidades enteras viven bajo stress, con miedo de salir a trabajar o llevar a sus hijos a la escuela.
“Detuvieron a mi amigo el domingo cuando iba al trabajo. Vende flores y es parte de nuestra comunidad desde hace más de diez años,” relató un residente durante una protesta en Logan Square.
Este tipo de procedimientos suelen romper tejidos sociales construidos durante décadas. Al mismo tiempo, dificultan cualquier intento de integración y convivencia. El caso de Midway Blitz revive debates fundamentales sobre qué tipo de sociedad desea ser Estados Unidos: ¿inclusiva y diversa, o defensiva y excluyente?
Un juego político de alto riesgo
La operación ocurre en año electoral, y Donald Trump busca reafirmar su imagen de “mano dura” con la inmigración. Durante su anterior presidencia, usó episodios similares para consolidar su base electoral y desviar el enfoque de otras áreas críticas de su gestión.
Sin embargo, el impacto de estas estrategias en el largo plazo puede ser doble filo. La movilización ciudadana en contra de estas medidas puede tener repercusiones electorales que vayan en dirección opuesta a la deseada por sus impulsores.
¿Qué sigue para Chicago?
Mientras la ciudad resiste, el gobierno federal parece decidido a seguir adelante con su iniciativa. Chicago, conocida por su rica diversidad cultural y su papel clave en la historia política de EE.UU., se convierte una vez más en campo de conflicto simbólico.
La pregunta es: ¿será la Operación Midway Blitz un punto de inflexión que reactive políticas migratorias más duras en el país? ¿O marcará el inicio de una nueva ola de activismo y resistencia en defensa de los derechos humanos?