Pobreza y personas sin hogar en EE. UU.: entre la percepción pública y la realidad
Un análisis de cómo los estadounidenses interpretan la pobreza, la crisis de vivienda y el papel del gobierno
La brecha entre datos y percepción
Según una reciente encuesta realizada por la Escuela de Políticas Públicas Harris de la Universidad de Chicago en conjunto con el Centro para Asuntos Públicos de AP-NORC, la mayoría de los adultos en Estados Unidos considera que la pobreza y la falta de vivienda han ido en aumento en las últimas décadas. Sin embargo, estos datos contrastan con los indicadores oficiales sobre la pobreza, lo cual plantea una paradoja interesante sobre la percepción social de los problemas económicos.
El 68% de los encuestados afirmó que la pobreza ha aumentado en los últimos 25 años. A nivel federal, las estadísticas muestran que, en realidad, la tasa de personas por debajo del umbral de pobreza ha disminuido en la mayoría de los indicadores durante ese periodo. ¿Cómo se explica esta desconexión?
Bruce Meyer, profesor de la Universidad de Chicago, sostiene que el crecimiento visible de los campamentos de personas sin hogar podría estar influyendo fuertemente en la percepción del público. "La gente ve tiendas en las aceras y asocia eso directamente con un aumento generalizado de la pobreza", afirmó.
La dimensión visible de la pobreza: los campamentos
Una de las formas más visibles y alarmantes de la pobreza urbana en EE. UU. es el incremento de los campamentos de personas sin hogar, especialmente tras la pandemia de COVID-19. Más del 80% de los encuestados considera que la falta de vivienda ha aumentado en el país en las últimas décadas, y el 55% cree que se ha intensificado también en su comunidad local.
Según datos federales de 2023, la cifra de personas sin hogar creció un 18% respecto al año anterior, impulsada principalmente por la escasez de viviendas asequibles, fenómenos naturales devastadores y un aumento significativo de la migración. A esto se sumó una subida de los alquileres y el fin de las ayudas económicas por la pandemia.
En palabras de Ashlyn White, residente de Pittsburgh de 38 años: "Tras el COVID fue cuando empezaron a aparecer estos campamentos por todos lados".
Diversidad de opiniones: ¿Culpa individual o responsabilidad del sistema?
Uno de los hallazgos más reveladores del estudio es que un sector significativo de la población atribuye la pobreza a las decisiones personales.
- 60% de los estadounidenses consideran que las decisiones personales son un factor determinante.
- 49% apuntan a problemas estructurales o sistemas injustos.
- 45% mencionan falta de apoyo gubernamental.
La brecha ideológica es también notoria: el 77% de los republicanos cree que las decisiones individuales son la principal causa, frente al 56% de los independientes y el 49% de los demócratas. En cambio, los demócratas son más proclives a señalar a la falta de intervención del gobierno.
La raíz del problema, según el análisis de Bruce Meyer, es compleja: “La mayoría de los ciudadanos entienden que la situación económica de alguien no responde a un solo factor. Quizá por eso, incluso los que responsabilizan a los individuos, también creen que el gobierno debería ayudar”.
Consenso parcial sobre eliminar campamentos: moralidad vs funcionalidad
Alrededor del 43% de los encuestados se muestra a favor de eliminar los campamentos de personas sin hogar en zonas urbanas, mientras que el 25% está en contra. El resto no tiene una posición clara.
Este tema genera un fuerte debate moral. Algunos, como Rob Haas, residente de Fort Collins, creen que estos campamentos no benefician ni a las personas sin vivienda ni a la sociedad. "Es un mal entorno para todos", comenta.
Otros, como Ashlyn White, cuestionan seriamente esta postura: "¿Y a dónde se supone que deben ir esas personas? Los refugios ya están llenos", afirma.
La Corte Suprema ha confirmado en años recientes que las ciudades pueden prohibir que las personas duerman en espacios públicos, lo que ha generado controversia y protestas en múltiples estados.
Factores clave de la falta de vivienda según los estadounidenses
Cuando se les preguntó por las principales razones por las que las personas no tienen hogar, los encuestados señalaron:
- Enfermedades mentales y drogadicción: 75%
- Decisiones personales inadecuadas: 60%
- Falta de viviendas asequibles: 60%
- Falta de apoyo gubernamental: 45%
Estos datos reflejan una visión multifactorial del problema por parte del público, aunque persiste una narrativa fuerte sobre la individualidad como causa principal.
¿Quién debería resolver la crisis?
Pese a que una parte importante de los ciudadanos responsabiliza a los individuos por su situación, más del 54% de los estadounidenses cree que el gobierno gasta demasiado poco en asistencia para las personas necesitadas. Esta aparente contradicción refleja una tensión interna en la opinión pública: se culpa al individuo, pero se exige más acción a las autoridades.
Además, el 40% del público atribuye una "gran responsabilidad" al gobierno federal y estatal para resolver la pobreza y la falta de vivienda. Solo el 25% cree que esta carga recae en organizaciones benéficas o individuos ricos.
Para personas como Ami Tate, residente conservadora de California, hay espacio para ambos enfoques: “Debe haber reglas, pero el gobierno también debe poner de su parte”, comentó.
Entre política y percepción: un país dividido
Estos datos llegan en un momento en que las decisiones del gobierno federal y local en torno al gasto social, impuestos y migración están en el centro del debate político. De hecho, algunos líderes locales han sido blanco de críticas (como la alcaldesa de Boston, Michelle Wu) por mantener “ciudades santuario” que no colaboran con autoridades migratorias, y que presuntamente estarían agravando la crisis urbana.
Mientras tanto, las políticas relacionadas con el desalojo de campamentos inundan los juzgados, y organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) han desafiado legislaciones que contribuyen, según ellos, a la criminalización de la pobreza.
¿Estamos entendiendo bien la pobreza en EE. UU.?
Los resultados de la encuesta dejan claro que la preocupación por la pobreza y la falta de vivienda es generalizada. Sin embargo, la sociedad estadounidense todavía debate sobre quién tiene la culpa, cómo se deben implementar las soluciones y, más importante aún, qué papel debería desempeñar cada actor: desde los gobiernos hasta los ciudadanos individuales.
Aunque los datos apuntan a una mejora en los indicadores económicos tradicionales, los símbolos más visibles —como los campamentos callejeros o la subida constante de la vivienda— crean una narrativa distinta. La clave, quizá, esté en fusionar ambas realidades: las estadísticas con la experiencia cotidiana de quienes viven o ven la pobreza en su entorno.
Fuentes:
- Encuesta Harris School of Public Policy / AP-NORC 2023
- Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE. UU. (HUD), Informe anual 2023
- ACLU.org