¿Se desacelera la economía de EE.UU.? Revisión laboral, desigualdad y tensiones sobre el poder económico

Miles de empleos menos, estancamiento salarial y disputas políticas marcan un panorama económico incierto en Estados Unidos

Una corrección que cambia la narrativa laboral

Un informe reciente del Departamento de Trabajo de Estados Unidos ha sacudido las bases de la narrativa económica del país. En lo que solían ser cálculos optimistas sobre la creación de empleo, ahora se pintan con tonos más sombríos. ¿La razón? Una revisión anual de datos laborales preliminares que demuestra que se añadieron 911,000 empleos menos de lo inicialmente reportado en el periodo entre marzo de 2024 y marzo de 2025.

Esta cifra no es menor: representa aproximadamente el equivalente al empleo total de ciudades medianas como Baltimore o Jacksonville. Los sectores más afectados incluyen ocio y hospitalidad (-176,000), servicios profesionales y empresariales (-158,000) y comercio minorista (-126,000). Cada uno de estos sectores representa una intensa dinámica de empleo, especialmente para trabajadores con ingresos medios y bajos.

Una desaceleración laboral sostenida

Desde marzo de 2025, la creación mensual de empleo ha disminuido a un promedio de 53,000 nuevas plazas, una cifra considerablemente baja si se compara con promedios superiores a las 200,000 mensuales a inicios de la década. Agosto, con apenas 22,000 empleos generados, apuntala esta tendencia preocupante.

El economista Sal Guatieri, de BMO Capital Markets, advirtió que las revisiones presentan “una imagen mucho más débil del mercado laboral de lo que se pensaba inicialmente”, y refuerzan la idea de un debilitamiento estructural justo al comienzo de nuevas tensiones comerciales bajo políticas de corte proteccionista.

Trump, los datos y el juego político

El expresidente Donald Trump, reelecto recientemente, ha sido un protagonista inevitable en este análisis. Durante su campaña electoral, Trump acusó a las instituciones gubernamentales de "manipular" los datos económicos de 2024 para favorecer a los demócratas. Sin embargo, las revisiones actuales, publicadas antes de las elecciones, debilitan esa afirmación. Las cifras impactan su discurso tradicional de ser "el presidente del empleo".

Además, tras un mal reporte laboral en julio de 2025, Trump despidió a la economista a cargo del análisis y designó a un lealista político—aumentando las preocupaciones sobre la politización de los datos económicos oficiales.

Estancamiento de ingresos: ¿por qué los hogares no se sienten mejor?

El estancamiento salarial complementa la narrativa de pesimismo. Según la Oficina del Censo, el ingreso familiar medio en 2024 fue de 83,730 dólares, apenas 1.3% más que los 82,690 de 2023. Pero, lo más importante, es que este número casi no se ha movido desde 2019.

De hecho, el valor de 2024 apenas supera los 83,260 dólares registrados antes de la pandemia. ¿La trampa? La inflación. Aunque los salarios han aumentado en términos nominales, los altos precios han erosionado ese beneficio, dejando el poder adquisitivo general en el mismo nivel que hace cinco años.

Así lo sintetiza el informe: mientras los hogares de mayores ingresos sí vieron ganancias reales, los de clase media y los de menores recursos apenas experimentaron beneficios proporcionales.

Inflación: ¿enemiga número uno?

La inflación ha sido una variable insurgente en la estabilidad económica post-pandémica. En 2022 alcanzó picos de 8%, su nivel más alto en cuatro décadas. Aunque ha descendido hasta ubicarse en torno al 2.9% en 2024, ese descenso parece no haber sido suficiente para cambiar la percepción pública.

La frustración generada por el alza de precios jugó un papel crucial en la derrota de Kamala Harris en las últimas elecciones, y plantea interrogantes sobre la efectividad del accionar de la Reserva Federal para estabilizar la economía. La presión para recortar las tasas de interés es ahora más fuerte que nunca.

Europa y la IA: ¿una escapatoria del dominio estadounidense?

Mientras Estados Unidos lidia con incertidumbre económica, Europa apunta a fortalecer su soberanía tecnológica. La empresa holandesa ASML, líder mundial en equipos para la fabricación de microchips, decidió invertir 1,300 millones de euros en la startup francesa Mistral AI, dedicada a desarrollar inteligencia artificial avanzada.

Esta decisión convierte a ASML en propietaria de un 11% de Mistral, que fue valuada en 11,700 millones de euros. El CEO de Mistral, Arthur Mensch, dijo que el acuerdo busca impulsar la cadena de valor global en semiconductores y IA, mediante la combinación del “liderazgo industrial insuperable” de ASML con la innovación en IA de su empresa.

La alianza también responde a temores políticos: el auge de medidas estadounidenses contra empresas europeas y las tensiones alrededor de leyes regulatorias han empujado al continente a buscar independencia de los gigantes tecnológicos estadounidenses.

Un mundo polarizado entre cifras y percepciones

El contraste entre la macroeconomía y la percepción social es notorio. Las cifras oficiales, con todo y sus revisiones, muestran un panorama mixto: Estados Unidos no está en recesión formal, pero millones de sus ciudadanos sienten que están peor que hace años.

La conexión entre empleo, salario e inflación explica este fenómeno. Aunque haya más personas trabajando que en plena pandemia, sus ingresos reales no crecen al mismo ritmo. Además, factores como el precio de la vivienda, la deuda estudiantil o médica, y la incertidumbre política erosionan cualquier avance.

En ese contexto, la economía se ha convertido en un campo de batalla político, donde cada cifra es una moneda en disputa entre discursos triunfalistas y relatos de crisis.

¿Qué rumbo tomará la política económica?

Con elecciones recientes y Trump tomando nuevas decisiones que modifican la dirección de organismos clave, el clima económico seguirá condicionado por decisiones políticas. La cita clave será la próxima reunión de la Reserva Federal, cuando se espera un nuevo ajuste en tasas de interés. Una bajada ayudaría a estimular el crecimiento, pero también puede alimentar la inflación.

Fuera de EE.UU., alianzas como la de Mistral y ASML señalan una tendencia importante: la fragmentación tecnológica por regiones, donde cada bloque económico empieza a proteger su capacidad de innovación y producción frente a la incertidumbre global.

¿Se está apagando la luz al final del túnel económico estadounidense o simplemente estamos en una pausa momentánea antes de un nuevo ciclo de crecimiento? Solo el tiempo y las decisiones que se tomen desde la política económica nos lo dirán.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press