¿Ser millonario de la noche a la mañana? El fenómeno Powerball y el precio oculto de la suerte
Una mirada analítica al impacto social, financiero y psicológico de ganar la lotería multimillonaria en Estados Unidos
El sueño americano en un boleto: la fiebre del Powerball
El reciente sorteo del Powerball en Estados Unidos volvió a encender la conversación sobre el azar, la riqueza inesperada y las consecuencias de obtener de la noche a la mañana cientos de millones de dólares. Dos personas, una en Misuri y otra en Texas, se repartieron uno de los premios más grandes en la historia de la lotería estadounidense: ¡1,787 millones de dólares!
El premio, de los cuales cada uno se lleva 893,5 millones si eligen el pago anual o 410,3 millones en efectivo antes de impuestos, superó ampliamente el récord histórico en Misuri, que era de 293,7 millones en 2012.
¿Qué es Powerball y por qué causa tanto furor?
Powerball es una lotería multiestatal que se celebra en 45 estados de Estados Unidos, además de Washington D.C., Puerto Rico y las Islas Vírgenes. El juego consiste en elegir cinco números del 1 al 69, más un número Powerball del 1 al 26.
- Probabilidad de ganar el premio mayor: 1 entre 292,2 millones.
- El mayor premio de la historia del Powerball (y de cualquier lotería mundial) se otorgó en noviembre de 2022 y fue de 2.040 millones de dólares.
“Jugar a la lotería es como pagar impuestos a la esperanza.”, dicen algunos sociólogos. Para millones de personas, representa una fantasía de escape, una forma de soñar con una vida distinta, aún sabiendo que las probabilidades no están a su favor.
El mito del ganador feliz: ¿vale la pena realmente?
Ganar la lotería puede parecer un cuento de hadas moderno, pero numerosos estudios y testimonios muestran que ese sueño puede convertirse rápidamente en pesadilla. No son pocos los ganadores que terminan en problemas económicos, conflictos familiares o incluso en situaciones trágicas.
Entre los casos más sonados:
- Jack Whittaker, quien ganó 314 millones de dólares en 2002, perdió su fortuna en menos de cuatro años y vivió una serie de tragedias personales.
- Abraham Shakespeare, ganador de 30 millones, fue asesinado en 2009 por una mujer que se aprovechó de su dinero.
- Se estima que un tercio de los ganadores de lotería termina en bancarrota en menos de cinco años, según un estudio de National Endowment for Financial Education.
¿Por qué sucede esto? Los expertos mencionan:
- Falta de educación financiera.
- Presión social y familiar.
- Comportamientos impulsivos: compras emociones, inversiones fraudulentas, gasto sin control.
El anonimato como escudo: nuevas leyes para proteger a los ganadores
Tanto Texas como Misuri han aprobado leyes para permitir que sus ciudadanos ganadores de premios mayores se mantengan en el anonimato. Esta tendencia ha ganado fuerza en los últimos años para proteger a los millonarios repentinos de estafas, acoso, secuestros u otros peligros.
En Misuri, desde 2021, ningún ganador está obligado a revelar públicamente su identidad. En Texas, se permite la confidencialidad a quienes ganan premios superiores a un millón, política que entró en vigor en 2018.
Otras jurisdicciones que permiten el anonimato son Delaware, Maryland, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Dakota del Sur, entre otras.
¿Y si te toca a ti? Recomendaciones para nuevos millonarios
Muchos despachos contables y abogados especializados en gestión de loterías se han creado precisamente para atender la llamada “crisis de la abundancia”. Aquí algunas pautas básicas:
- Contratar a un abogado especializado en planificación patrimonial.
- Conformar un equipo: abogado, contador financiero y asesor fiscal.
- Crear un fideicomiso que reciba el dinero para alertar menos atención.
- No contarlo a medio planeta (ni medio barrio)
- Tomarse un tiempo antes de tomar decisiones grandes (cambiar de casa, dejar el trabajo, donar, etc.).
Sharon Tirabassi, ganadora de 10 millones de dólares en Ontario en 2004, lo perdió casi todo en nueve años. “Gasté, regalé, fue divertido mientras duró”, aseguró. Hoy vive en clase media trabajadora.
Aspectos psicológicos: ¿más dinero, más felicidad?
Un estudio del Journal of Economic Behavior & Organization mostró que las personas que ganaban grandes sumas de dinero no incrementaban necesariamente su nivel de felicidad sostenido. Contrariamente, a menudo enfrentaban mayor ansiedad, pérdida del propósito y déficit de confianza en relaciones interpersonales.
Sin embargo, cuando el dinero se gestiona bien, puede habilitar una vida más tranquila, segura y orientada a proyectos personales. La clave, según muchos psicólogos financieros, está en saber quién eres antes de ganar: si una persona es impulsiva, irresponsable o tiene relaciones tóxicas, el dinero solo exponenciará esos rasgos.
La paradoja del acceso: jugar para no ganar
Irónicamente, las estadísticas muestran que quienes más juegan a la lotería suelen ser los que menos pueden permitirse perder dinero. Un informe de 2017 del Consumer Federation of America indicó que el 50% de los jugadores frecuentes tienen ingresos inferiores a 30.000 dólares al año.
En lugar de ser una forma de inversión, la lotería se convierte en una especie de "impuesto a la pobreza", donde la esperanza reemplaza a la matemática.
¿Solidaridad o presiones sociales?
Otro dilema que enfrentan los ganadores es el de la solidaridad forzada. Amigos, familiares lejanos y hasta completos desconocidos aparecen con pedidos desesperados. Muchos ganadores narran sentirse culpables si no reparten o si donan poco.
La presión moral por compartir la riqueza puede llevar a decisiones tóxicas, rupturas familiares e incluso pleitos judiciales. Algunos optan por donar en secreto o crear fundaciones para canalizar su filantropía.
¿Y tú qué harías si ganas?
Ganar el Powerball puede parecer una bendición caída del cielo, pero también pone a prueba tu carácter, autoestima, relaciones personales y habilidades financieras. Como dijo Billie Holiday: "A veces, el dinero es lo que más ruido hace en la bolsa vacía".
No está mal soñar... pero si alguna vez tropiezas con la suerte, más vale tener los pies en la tierra.