La cerveza que venció a la guerra: Taybeh, el milagro líquido de Palestina
Entre bloqueos, religión y ocupación, una microcervecería palestina logra exportar su producto a 17 países, incluida una histórica llegada al Reino Unido gracias a la solidaridad cervecera internacional
«Si puedes hacer que algo tenga éxito en Palestina, puedes tener éxito en cualquier parte del mundo.» Con esa frase, Madees Khoury, la maestra cervecera de Taybeh Brewing Co., resume el espíritu de resiliencia y resistencia que ha llevado a esta pequeña cervecería palestina a vender su producto a más de 4.000 kilómetros, en medio de una guerra y bajo una ocupación militar.
Un milagro cervecero desde Taybeh
Fundada en 1994 por los hermanos Nadim y David Khoury, Taybeh Brewing Co. fue la primera microcervecería no solo de Palestina, sino de todo el Medio Oriente. La empresa nació en el pequeño pueblo cristiano de Taybeh, ubicado en la Cisjordania ocupada, un lugar rodeado de tensiones políticas, desafíos religiosos y una economía deteriorada.
Desde su origen, Taybeh ha desafiado todas las barreras. No solo debe superar la oposición cultural al consumo de alcohol, predominante entre la población musulmana, sino que también ha resistido décadas de inestabilidad, restricciones de movimiento, apagones eléctricos y escasez de agua.
De la resistencia a la solidaridad cervecera
La historia reciente de Taybeh está marcada por un conflicto todavía activo. Tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1.200 muertos y 250 rehenes en el sur israelí, se desató una respuesta militar que ha sacudido tanto Gaza como Cisjordania. Solo en Gaza, han muerto más de 64.000 palestinos, según organizaciones de derechos humanos. Las operaciones militares israelíes en Cisjordania se intensificaron, afectando directamente a la economía local.
En este contexto, Madees Khoury tuvo que enfrentarse a un dilema: cómo continuar produciendo y exportando su cerveza cuando las festividades se cancelan, los restaurantes cierran, y el desempleo se dispara.
La respuesta llegó desde Escocia.
Brewgooder y el nacimiento de una colaboración con propósito
Brewgooder, una cervecera social escocesa que fusiona la elaboración de cerveza con impacto social, leyó un artículo sobre la situación de Taybeh y decidió tender una mano. Su propuesta: colaborar para desarrollar una nueva cerveza, elaborar el producto en Reino Unido y redirigir las ganancias a causas de ayuda humanitaria en Palestina y Gaza.
Así nació Sun & Stone, una lager de estilo mediterráneo con lúpulo bávaro y malta británica, fresca, ligera y llena de simbolismo.
Se produjeron 180.000 latas de 440 ml cada una en una cervecera en Glasgow. Lo singular de esta producción: ni Brewgooder ni la cadena británica Co-op (que distribuye la cerveza en sus 1.600 tiendas) toman ganancias. Todo lo recaudado vuelve a Taybeh para beneficiar causas locales y organizaciones humanitarias como el Disasters Emergency Committee.
Las lágrimas detrás de cada botella
Exportar cerveza desde una región en conflicto implica una cadena de obstáculos logísticos desconocidos para cualquier otra cervecería del mundo.
Cada exportación de Taybeh hacia puertos internacionales debe pasar por múltiples puestos de control israelíes. Madees relata casos donde los camiones fueron inspeccionados manualmente porque el escáner estaba dañado. En una ocasión, un perro usado por los inspectores orinó encima de las cajas de cerveza destinadas a Jerusalén.
“¿Cómo puedo garantizar un producto de alta calidad si huele a orina cuando llega al cliente?”, se preguntaba desconsolada.
Antes de la guerra, el trayecto de Taybeh al puerto tomaba tres días. Ahora, con nuevas revisiones de seguridad, el precio logístico se ha disparado y los trámites administrativos consumen semanas.
El contexto geopolítico que lo complica todo
La cervecería Taybeh no solo enfrenta desafíos empresariales, sino que vive bajo una política que limita abiertamente el crecimiento palestino. Israel capturó Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días en 1967. Desde entonces, los asentamientos israelíes crecieron exponencialmente —más de medio millón de colonos viven ilegalmente en Cisjordania, según la ONU— reduciendo la movilidad y acceso a recursos a la población palestina.
La actual coalición de gobierno israelí se opone firmemente a la creación de un Estado palestino, y apoya la anexión definitiva de partes de Cisjordania.
Además, la reciente violencia en Taybeh incluyó el incendio provocado de una iglesia por parte de colonos, aumentando la tensión en una comunidad tradicionalmente cristiana y pacífica.
¿Qué representa Taybeh en este panorama?
En medio de un clima de desesperanza, Taybeh Brewing Co. se ha transformado en un símbolo de resistencia económica, cultural e incluso espiritual.
“No somos sólo una fábrica de cerveza. También somos embajadores de nuestra cultura, nuestra tierra y nuestra dignidad”, dijo Nadim Khoury, cofundador de la cervecería.
A pesar de las adversidades, Madees insiste en seguir produciendo y ampliando los mercados. Taybeh actualmente exporta a 17 países, incluidos Alemania, Japón y Estados Unidos.
El valor de una pinta: opiniones divididas pero necesarias
No todos celebran este emprendimiento. Algunos sectores religiosos en Palestina critican la producción de alcohol. Sin embargo, incluso dentro del mundo musulmán, el emprendimiento de Taybeh es visto por muchos como una forma de emancipación económica, un grito de independencia ante el asedio político.
En palabras de James Hughes, cofundador de Brewgooder:
“Al final del día, sólo hemos hecho una cerveza. Pero si eso ayuda a cambiar vidas, encender conversaciones, y generar conciencia sobre las dificultades cotidianas en Palestina, entonces esta causa artesanal cumplió una función sagrada.”
Una cerveza con propósito: el futuro de la colaboración internacional
La historia de Taybeh y Sun & Stone no es sólo sobre cerveza. Es sobre cómo la solidaridad artesanal puede convertirse en una herramienta de resiliencia colectiva. Se trata de un producto que cruza fronteras, sí, pero sobre todo de cómo la colaboración humana puede vencer incluso los muros más altos.
Sun & Stone ya está a la venta en Reino Unido, pero su verdadero impacto se medirá en los proyectos que logre financiar, en los empleos que sostenga en Cisjordania y en el aliento que insufle en una comunidad que se niega a desaparecer.
Quizás algún día, la etiqueta en la botella no diga sólo “Hecha en Palestina”, sino también “Hecha con dignidad”.