La decadencia de una alcaldía histórica: LaToya Cantrell y las sombras de la corrupción en Nueva Orleans
De símbolo de progreso a protagonista de uno de los escándalos políticos más sonados de Luisiana
Una alcaldesa histórica bajo la lupa federal
LaToya Cantrell, la primera alcaldesa mujer en los más de 300 años de historia de Nueva Orleans, ha pasado de ser un símbolo de avance para la ciudad a ocupar los titulares por razones poco honorables. Cantrell enfrenta ahora cargos federales de conspiración, fraude y obstrucción de la justicia relacionados con una supuesta relación romántica con su guardaespaldas, Jeffrey Vappie. Ambos son acusados de utilizar recursos públicos para mantener su vínculo en secreto y gozar de viajes, cenas y privilegios presuntamente costeados con dinero del contribuyente.
El inicio del escándalo: amor, poder y WhatsApp
Según la acusación presentada por el fiscal federal interino Michael Simpson, Cantrell y Vappie habrían intercambiado más de 15,000 mensajes de WhatsApp en los que profesaban su amor y coordinaban tácticas para eliminar pruebas, mentir a agentes del FBI y, eventualmente, cometer perjurio ante un gran jurado federal.
Uno de los mensajes más reveladores hace referencia a un viaje a Escocia en octubre de 2021, al que Vappie se refirió como “el lugar donde todo comenzó”. Durante su mandato, Cantrell solía viajar acompañada de su guardaespaldas, lo cual, según los fiscales, generó gastos de más de $70,000 en fondos públicos solo por parte de Vappie, sin contar los costos asociados a la alcaldesa.
Los silencios estratégicos de Cantrell
Desde que estos cargos fueron presentados a mediados de agosto, Cantrell ha adoptado un perfil bajo. A pesar de su participación en eventos públicos como las conmemoraciones del 20º aniversario del huracán Katrina, evitó hablar del tema. Este silencio contrasta con su estilo habitual: una mujer conocida por su franqueza, postura firme en temas sociales y políticos.
En un cambio radical, Cantrell no ha opuesto resistencia a decisiones sumamente controversiales, como la sugerencia del expresidente Donald Trump de enviar la Guardia Nacional y agentes federales a Nueva Orleans para controlar el crimen, una medida conocida por generar rechazo entre otros alcaldes demócratas.
Racismo, sexismo y doble moral: ¿una persecución selectiva?
Antes de ser acusada formalmente, Cantrell ya denunciaba haber enfrentado un trato “muy irrespetuoso, insultante y, en algunos casos, inimaginable”, atribuyéndolo a su condición de mujer negra en una posición de poder. Este argumento ha sido respaldado por algunos aliados que advierten sobre la doble vara de justicia aplicada a figuras políticas afroamericanas, especialmente mujeres.
No obstante, para muchos en Nueva Orleans y fuera de la ciudad, las pruebas reunidas en la acusación son contundentes y difíciles de ignorar. El uso de WhatsApp para coordinar estrategias engañosas y la conspiración para intimidar a un ciudadano que ayudó a exponer la relación arrojan dudas serias sobre la integridad de sus acciones.
Vappie: del guardaespaldas al coacusado
Jeffrey Vappie, quien fue ascendido a guardaespaldas personal de Cantrell en 2020, ya se declaró no culpable por cargos de fraude electrónico y declaraciones falsas. A su expediente se han añadido nuevas imputaciones por su participación activa en la supuesta conspiración. Su próxima aparición judicial está programada para el viernes de esta semana.
De concretarse los cargos, Vappie y Cantrell podrían enfrentar más de una década tras las rejas, lo que sin duda marcaría un final caótico para una administración que empezó con grandes expectativas y promesas de transformación.
Una ciudad con un pasado marcado por la corrupción
Louisiana tiene una larga historia de corrupción política. Según Rafael Goyeneche, exfiscal y presidente de la Metropolitan Crime Commission, más de 100 personas han sido procesadas por corrupción en el estado en las últimas dos décadas. A pesar de ello, Cantrell es la primera alcaldesa de Nueva Orleans en enfrentar cargos mientras está en funciones.
Este escándalo no solo exacerba la ya deteriorada confianza pública en las autoridades locales, sino que también podría tener consecuencias duraderas en la forma en que se eligen y auditan a los líderes municipales en el futuro inmediato.
Repercusiones federales: aislada en su propia administración
El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. (HUD, por sus siglas en inglés) recientemente anunció la suspensión de Cantrell de cualquier involucramiento en transacciones federales. Como resultado, el Ayuntamiento de Nueva Orleans se vio obligado a intervenir y designar a otros funcionarios para firmar contratos federales.
Esto está debilitando aún más su autoridad en el cierre de su administración, cuya salida está prevista en cuatro meses por la aplicación de los límites de mandato. La pérdida de credibilidad ha sido tan abrupta que sus decisiones políticas prácticamente han quedado en segundo plano.
Impacto en la ciudad y en la política afroamericana
Para quienes vieron en Cantrell un símbolo de progreso racial y de género, la situación actual representa una amarga decepción. Más aún en un estado donde la representación de mujeres negras en cargos de alto nivel sigue siendo una excepción y no la norma.
La lógica del "doble estándar" probablemente siga siendo parte del debate, pero los hechos siguen acumulándose en su contra. La paradoja es dolorosa: una mujer que rompió techos de cristal ahora se enfrenta a las grietas éticas que podrían quebrar su legado para siempre.
Elecciones venideras: Nueva Orleans a la deriva
La administración Cantrell representaba un nuevo rumbo para Nueva Orleans después de años de crisis financieras, naturales y sociales. Pero ahora, en medio de su debacle política, muchos se preguntan quién podrá restaurar la confianza pública y guiar a la ciudad hacia un futuro más transparente.
En palabras del abogado penalista local Michael Darnell, “la historia juzgará a Cantrell no solo por sus errores, sino también por las esperanzas e ilusiones frustradas que ella encarnó. Es un recordatorio brutal de que incluso los símbolos del cambio están sujetos a la misma rendición de cuentas que todos los demás”.
Fuentes: Declaraciones del Departamento de Justicia, información pública del Tribunal Federal del Distrito Este de Luisiana y entrevista con Rafael Goyeneche del Metropolitan Crime Commission.