Wes Moore y Gavin Newsom vs. Donald Trump: Choque de titanes rumbo al 2028

Mientras dos gobernadores demócratas se perfilan como líderes nacionales fuertes, Trump reconfigura las reglas del juego político

El nuevo panorama político de Estados Unidos: más allá del Congreso

La política estadounidense está entrando en una fase de altos contrastes, marcada por la tensión entre gobiernos estatales progresistas y una administración federal que agita polémicas a nivel nacional. En este escenario, dos nombres emergen con fuerza entre los demócratas: Wes Moore, gobernador de Maryland, y Gavin Newsom, gobernador de California. Ambos están siendo cada vez más mencionados como posibles candidatos presidenciales para 2028, aunque ellos insisten en que su objetivo inmediato es continuar gobernando sus estados. Aun así, sus posturas y acciones ya los sitúan como referentes dentro de su partido y como férreos opositores del expresidente y actual candidato Donald Trump. Este artículo analiza la evolución de estos dos líderes, sus enfrentamientos con la administración Trump y cómo podrían cambiar el rumbo de Estados Unidos en el futuro cercano.

Wes Moore: una visión progresista para Maryland… y más allá

Desde que fue elegido en 2022 como el primer gobernador afroamericano de Maryland y solo el tercer en todo el país, Wes Moore ha buscado combinar políticas progresistas con resultados concretos. En su anuncio oficial de reelección, Moore presentó una dura crítica hacia Trump:
“El presidente está doblándose hacia atrás por los multimillonarios y grandes corporaciones, despidiendo trabajadores federales y desmantelando Medicaid, mientras yo lucho por la clase media en Maryland.”
Moore presume que bajo su mandato, la ciudad de Baltimore —utilizada como blanco frecuente por Trump— ha alcanzado cifras históricas de baja en homicidios, lo que deja en evidencia las incongruencias de Trump, quien ha amenazado con enviar la Guardia Nacional para combatir el crimen en la ciudad.

¿Quién es Wes Moore?

Exsoldado y autor del bestseller "The Other Wes Moore", fue director ejecutivo de la fundación Robin Hood, una de las organizaciones sin fines de lucro más influyentes de lucha contra la pobreza en Nueva York. Su perfil carismático, intelectual y moderadamente progresista ha captado atención nacional. Ganó las elecciones con un 65% de los votos, venciendo al republicano Dan Cox en un estado donde los demócratas superan 2 a 1 a los republicanos. Desde entonces, ha tenido que probarse ante desafíos como un déficit presupuestal que enfrentó con medidas fiscales que generaron polémica, pero lograron evitar recortes masivos.

Moore ante la sombra del 2028

Pese a negar reiteradas veces un posible salto presidencial, el creciente interés de medios nacionales y sectores del Partido Demócrata señalan a Moore como una figura a observar de cerca. Sus respuestas calculadas —como cuando prometió completar un segundo mandato completo— solo alimentan la especulación. La reciente concentración de apoyo nacional hacia él, sumada a sus dotes para comunicar ideas progresistas con pragmatismo, lo posicionan como una de las cartas fuertes del partido si éste busca renovar su liderazgo tras las turbulencias de la era Biden.

Gavin Newsom: California como campo de batalla ideológico

Mientras tanto, en la costa oeste, Gavin Newsom no se ha quedado atrás. El gobernador de California ha elevado su perfil político convirtiendo a su estado en el principal contrapeso institucional a las políticas de Donald Trump. Durante su discurso anual del Estado del Estado —que optó por enviar por escrito en lugar de dar en persona—, Newsom no ahorró críticas contra el expresidente:
“Estamos frente a una administración construida sobre la incompetencia y la ignorancia maliciosa.”
La Nueva Ola de resistencia californiana incluye:
  • Más de 41 demandas federales contra el gobierno de Trump por políticas migratorias, ambientales y de derechos civiles.
  • $50 millones destinados a la defensa legal del estado ante políticas de Trump consideradas regresivas.
  • Protección a leyes inclusivas como la que permite que niñas trans compitan en deportes femeninos escolares.

El California de Newsom: ¿modelo para Estados Unidos?

Con una economía que supera los $4.1 billones de dólares, California sería la quinta economía mundial si fuera un país independiente. Newsom muestra orgulloso este dato como un ejemplo del éxito de una agenda progresista con énfasis en tecnología, energías renovables y derechos civiles. A pesar de esos logros, los críticos señalan problemas persistentes como la crisis de vivienda, la pobreza urbana y la inseguridad en ciertas ciudades. El liderazgo estatal del Partido Republicano lo acusa de buscar construir un perfil nacional mientras “abandona” los problemas internos de California.

La teoría del "ensayo nacional" de Newsom

Aunque Newsom tampoco ha anunciado oficialmente una candidatura presidencial, ha desarrollado una intensa agenda mediática nacional. Desde debates con gobernadores republicanos como Ron DeSantis hasta giras por estados clave, muchos ven esas acciones como un ensayo presidencial anticipado. Su estilo confrontativo, bien articulado y teatral tiene el potencial de conectar con sectores liberales desencantados y también con demócratas moderados que buscan liderazgo fuerte. Sin embargo, su imagen también enfrenta una polarización muy marcada, incluso dentro del mismo partido.

Contraofensiva: Trump y el retorno agresivo del trumpismo

Del otro lado, Donald Trump ha acelerado su campaña bajo una narrativa de supuesta restauración del orden y la moral nacional. Sus amenazas de reforzar la Guardia Nacional en ciudades demócratas, su impulso a políticas controvertidas sobre salud pública —como el informe "Make America Healthy Again" liderado por Robert F. Kennedy Jr.— y su estrategia de confrontación directa con gobernadores demócratas, revelan una táctica clara: pintar a los estados azules como caóticos e ingobernables. La estrategia de Trump parece enfocarse en reactivar a su base con mensajes duros ante lo que él y sus aliados ven como un exceso de "corrección política", politización del sistema de salud y un intento de manipulación judicial y electoral por parte del “Estado profundo”.

La salud infantil como nuevo campo de batalla

El informe presentado por la administración Trump a través de Kennedy Jr. propone una revisión agresiva del sistema de salud infantil, enfocándose en:
  • Investigación sobre efectos secundarios de vacunas.
  • Reevaluación del uso de medicamentos con receta en menores.
  • Investigación de las causas del autismo mediante cruce de bases de datos personales, clínicas e institucionales.
Aunque estas propuestas han sido calificadas por expertos como científicamente dudosas y potencialmente peligrosas, están siendo utilizadas para movilizar sectores antivacunas y críticos del sistema de salud pública tradicional.

El choque ideológico toma forma

Lo que estamos presenciando es más que una simple disputa de personalidades: es el surgimiento de dos modelos de país. De un lado, un federalismo progresista que busca afianzar derechos e inclusión desde los estados (como proponen Moore y Newsom); del otro, un populismo federal que invoca orden, tradición y control centralizado sobre ciudades y políticas públicas. Ambos frentes ya están midiendo fuerzas no solo en sus respectivos territorios, sino también en el campo simbólico del imaginario estadounidense.

¿Quién tiene más posibilidades en 2028?

Aunque faltan cuatro años para las elecciones presidenciales de 2028, las cartas comienzan a colocarse sobre la mesa. Moore ofrece una visión fresca, carismática y centrada en el pragmatismo inclusivo. Newsom apuesta por un liderazgo desafiante y combativo, mostrando resultados económicos y sociales tangibles en una de las regiones más complejas del país. Trump, por su parte, sigue siendo el disruptor por excelencia, dispuesto a desmontar cualquier estructura tradicional del Estado con tal de movilizar a su base más fervorosa. El pulso está en marcha. Y aunque ni Moore ni Newsom han dado el paso formal hacia la contienda presidencial, ya son piezas clave en el tablero político estadounidense. Ambos representan el posible futuro del Partido Demócrata —uno moderado y conciliador, el otro frontal y experimentado—, pero ambos se posicionan, sin duda, como los futuros adversarios directos del trumpismo. La pregunta ya no es si correrán en 2028. La verdadera pregunta es: ¿Quién podrá derrotar a Trump en su propio juego?
Este artículo fue redactado con información de Associated Press