Christian Pulisic y Pochettino: ¿drama innecesario o construcción de algo grande para EE.UU.?
Una mirada profunda a la situación de la selección estadounidense rumbo al Mundial 2026, entre críticas, decisiones polémicas y un futuro con potencial
Una relación en el microondas mediático
En los últimos meses, el ambiente en torno a la selección nacional de fútbol de Estados Unidos ha estado cargado de tensión. El epicentro de la controversia ha sido la relación entre Christian Pulisic, la gran figura del equipo, y el seleccionador Mauricio Pochettino. Tras una racha de derrotas y una sucesión de decisiones polémicas, los medios e incluso exjugadores se han lanzado sobre el cuerpo técnico y sus decisiones como aves de rapiña.
Sin embargo, si uno escucha las declaraciones de Pulisic y Pochettino más allá de los titulares, lo que se descubre es una narrativa muy distinta: de respeto mutuo, comunicación profesional e interés común por el crecimiento del equipo estadounidense de cara al Mundial 2026.
Una victoria necesaria ante Japón… y un alivio emocional
El triunfo 2-0 ante Japón, en un amistoso celebrado en Columbus, Ohio, vino como un bálsamo sobre las heridas recientes. No se trataba simplemente de ganar un amistoso contra una selección que alineó una plantilla alterna; para Pochettino y sus dirigidos, era una declaración de principios. “Es muy importante para nosotros. Ha sido un camino duro”, dijo Pulisic, quien asistió en el segundo tanto del partido, marcado por Folarin Balogun.
La victoria significó romper una racha de siete partidos sin derrotas contra equipos del Top 25 y darle un respiro a un cuerpo técnico fuertemente cuestionado desde la eliminación temprana en la Copa América y la pérdida de la final de la Gold Cup.
Pulisic y la polémica del verano
La controversia comenzó cuando Pulisic decidió no participar en la Copa Oro para descansar tras intensas temporadas con el AC Milan. Ofreció estar disponible para los amistosos previos, pero Pochettino, enfocado en trabajar con un grupo cohesionado, declinó su oferta. Las reacciones no se hicieron esperar, siendo criticado duramente por exjugadores como Alexi Lalas.
“Tenemos buenas conversaciones”, dijo Pulisic desdramatizando la situación. “Las cosas están bien entre nosotros. Probablemente no hay tanto drama como algunos piensan.”
Una muestra de madurez de ambas partes que contrasta con la histeria mediática. De un lado, Pochettino admitiendo que “todos cometemos errores”; del otro, Pulisic valorando el trabajo conjunto: “La selección es todo para mí. Amo este equipo.”
El legado de Pochettino: ¿en construcción o en riesgo?
Pochettino asumió el cargo en septiembre de 2024 tras el fracaso del ciclo anterior. Su bagaje incluye experiencias pesadas en ligas de élite: Tottenham, PSG, Chelsea. Sin embargo, tuvo que adaptarse rápidamente a una cultura donde el fútbol no es la prioridad mediática, aún durante una etapa de preparación para un Mundial en casa.
“Mi esposa me dijo: ‘No seas tan sensible con los medios americanos. Son agradables comparados con los de Francia o Inglaterra’”, comentó el técnico argentino durante una rueda de prensa. Aunque Pochettino ha tenido algunas respuestas airadas ante la crítica, también ha demostrado autocrítica y liderazgo.
“No se trata solo de ganar o perder, sino de que el equipo rinda como se espera”, mencionó tras el triunfo ante Japón. Esta visión pone el foco en el desarrollo, en la creación de un modelo de juego coherente a largo plazo, alineado con el hecho de que Estados Unidos ya tiene asegurada su participación en el Mundial 2026 como coanfitrión.
¿Qué jugadores se están ganando un lugar?
La victoria contra Japón fue significativa también para evaluar piezas claves. Folarin Balogun, con su sexto gol en seleccionados internacionales, volvió a demostrar su valor. Alejandro Zendejas marcó su segundo gol con la camiseta nacional, y jugadores como Max Arfsten y Cristian Roldan también recibieron elogios de Pochettino.
“Ahora, con actuaciones como esta, Balogun está en la carrera por la lista del Mundial”, dijo el técnico. Y agregó: “Deben rendir como esperamos. No se trata de solo estar convocados, sino de demostrar.”
Un camino que aún debe construir legitimidad
Es importante recordar que Estados Unidos está en una situación inusual en su historia futbolística: clasificado automáticamente a la Copa del Mundo, deberá llenar tres años sin partidos de alta competencia oficial que realmente importen en términos clasificatorios. En este contexto, la selección necesita algo más que resultados: necesita construir una identidad.
Y esa identidad debe definirse sobre varios pilares:
- Confianza del público local: tras partidos amistosos con mayoría de aficionados del rival, el equipo finalmente jugó ante un estadio colmado de seguidores estadounidenses en Columbus, Ohio.
- Fomentar el talento joven: desde Arfsten hasta los regresos de jugadores como Zendejas y Roldan, se abre espacio para la regeneración de una selección diversa.
- Gestión de egos: el incidente con Pulisic demostró que Pochettino debe seguir gestionando con inteligencia los tiempos y espacios de sus figuras.
El entorno: ¿demasiado crítico o esencialmente correcto?
Desde que Mauricio Pochettino tomó las riendas, los resultados han sido dispares: 11 victorias y 7 derrotas, incluyendo fracasos en partidos clave de la Nations League y Gold Cup. Las críticas, aunque duras, son parte del ecosistema del fútbol de selecciones. Al respecto, Pochettino dijo: “Prefiero que me critiquen a mí, pero que no toquen a los jugadores”.
No obstante, responde directo a quienes considera irresponsables: “Hacen debates sin sentido”, lanzó, incluyendo profanidades en sus ataques verbales. Aunque no es el tono ideal, revela la presión creciente en torno al proyecto que encabeza.
¿Cómo se perfila el futuro inmediato?
El próximo reto serán los amistosos contra Ecuador y Australia en octubre. Pochettino ya anunció que serán menos experimentales. “Quiero ver a jugadores empujar en sus clubes, mejorar cada día, y estar listos si los volvemos a llamar”, sentenció. Una invitación directa a los futbolistas del radar nacional para elevar su nivel.
El objetivo no es menor. Con la presión de jugar como anfitrión y llegar con una generación dorada en camino, Estados Unidos está obligado a hacer de su Mundial algo memorable. Más allá de una relación con Pulisic o una victoria sobre un Japón alternativo, el gran desafío para Pochettino es unir un vestuario joven, diverso, multicultural... y hambriento de grandeza.
¿Está Pochettino construyendo algo o resistiendo hasta su fin?
Todavía es temprano para emitir un veredicto sobre el ciclo Pochettino. Pero si algo ha quedado claro en este periodo de conflicto y diálogo es que hay intención, por parte del jugador estrella y su técnico, de mirar hacia adelante con madurez.
La gran pregunta que se avecina es: ¿podrán mantener la unidad y el progreso frente a los desafíos y las expectativas crecientes? El reloj hacia el Mundial 2026 ya está corriendo, y el margen de error se reduce con cada convocatoria, cada rueda de prensa y cada minuto en cancha.
Porque, como dijo Balogun luego del triunfo: “Estamos construyendo algo grande aquí.”