Epstein Files y la Reserva Federal: ¿El nuevo ajedrez político de Trump?

Mientras el Congreso debate la desclasificación de los archivos de Epstein, Trump maniobra para dominar la Fed y alterar su independencia

Una batalla por la verdad: los archivos de Jeffrey Epstein

En medio de intensos debates legislativos, el Senado estadounidense se vio envuelto esta semana en una disputa profundamente simbólica y política. Con una votación de 51-49, los republicanos bloquearon una enmienda demócrata que habría obligado al Departamento de Justicia a desclasificar todos los documentos relacionados con la investigación contra el difunto Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores.

El senador Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata del Senado, impulsó la enmienda como parte del proyecto de ley de Autorización de Defensa Nacional, una medida que se renueva anualmente y suele contar con apoyo bipartidista. Su estrategia forzó a los republicanos a tomar posición en un tema que resuena poderosamente entre la ciudadanía. "¿Dónde quedó su discurso por la transparencia?", cuestionó Schumer desde el estrado. "Después de años exigiendo justicia y claridad, ¿por qué no votan a favor ahora?"

La presión aumenta: peticiones, víctimas y el fantasma de la impunidad

La cuestión de la desclasificación no es solo una maniobra política. Muchas víctimas que sufrieron abusos por parte de Epstein —o que vieron cómo el sistema judicial lo protegía durante décadas— exigen respuestas. Pese a que el Departamento de Justicia ha liberado parcialmente algunos documentos, gran parte del material sigue siendo confidencial.

Este manto de secretismo solo aviva teorías conspirativas, especialmente dentro de la base republicana, donde se cree que figuras influyentes, de todos los sectores políticos y económicos, podrían haber estado involucradas en actividades similares o haber encubierto los crímenes de Epstein. No resulta extraño entonces que el expresidente Trump, aunque en campaña prometió transparencia, ahora tache la solicitud de acceso como una "invención demócrata".

Una Casa Blanca dividida sobre la publicación

Algunos republicanos rompieron filas. Destacan los senadores Josh Hawley (Misuri) y Rand Paul (Kentucky), quienes votaron junto a los demócratas. “¿Cómo podemos hablar de justicia si ocultamos la verdad?”, declaró Hawley en un comunicado posterior.

En la Cámara Baja, el proyecto avanza de forma paralela. Un procedimiento llamado discharge petition permite eludir el control de los líderes republicanos. Actualmente, necesita únicamente una firma más para forzar la votación. Rep. James Walkinshaw (Demócrata, Virginia), recién juramentado, podría ser clave para lograrlo. Además, la elección especial en Arizona —en un distrito fuertemente demócrata— podría acelerar ese desenlace.

Epstein y Trump: una relación incómoda

Durante años, Trump mantuvo una relación parcialmente visible con Epstein. Fotografías, registros de vuelos y agendas sociales los muestran juntos en más de una ocasión. Aunque Trump asegura no haber tenido conocimiento alguno sobre la conducta criminal de Epstein, estas conexiones han sido suficientes para que el tema resulte incómodo a su entorno político. De ahí, tal vez, su decisión de desmarcarse del impulso desclasificador.

"Es una cortina de humo. No hay nada ahí", desestimó recientemente en un mitin. Pero las víctimas —y cada vez más votantes— piensan distinto.

¿Independencia en riesgo? La Reserva Federal bajo la lupa

Mientras el Congreso debate sobre los archivos secretos de un escándalo internacional, otra trama política protagonizada por Trump se desarrolla en paralelo: su intento de reconfigurar la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed). Esta semana, logró un avance clave con la aprobación en comité senatorial de Stephen Miran, su candidato para ocupar un asiento vacante en la institución.

De confirmarse, Miran sería el tercer miembro nombrado por Trump en una junta de siete. Esto sucede justo cuando la Casa Blanca sufrió una derrota legal: un tribunal federal bloqueó el intento del presidente de destituir a Lisa Cook, actual gobernadora de la Fed y destacada economista afroamericana. La jueza Jia Cobb argumentó que dicha destitución no tenía justificación legal y que Cook no recibió el debido proceso.

¿Qué busca Trump con la Fed?

Durante su campaña y presidencia, Trump ha sido un crítico abierto del nivel de las tasas de interés. Ha argumentado que la Fed debería reducir agresivamente las tasas para estimular el crecimiento económico y potenciar el crédito al consumo y la inversión. Actualmente, la tasa de referencia está alrededor del 4.3%, pero Trump ha pedido un recorte de hasta tres puntos porcentuales, según diversos reportes. Economistas coinciden en que esa magnitud sería irresponsable y podría desatar inflación.

"En la práctica, quiere convertir la Fed en una herramienta de su campaña económica", afirman desde organismos como el Brookings Institution o el Peterson Institute for International Economics. Su maniobra sería nombrar a personas ideológicamente afines a su visión para controlar la mayoría de la Junta.

Stephen Miran: el peón clave del tablero

La nominación de Miran ha levantado cejas incluso entre sectores moderados. Por primera vez en la historia reciente, un candidato a gobernador de la Fed planea mantener su puesto en el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca si es confirmado. Esta dualidad de roles entre el poder ejecutivo y el banco central pone en tela de juicio la independencia de la Fed, un principio fundacional de su estructura. “Es preocupante. Confunde los límites y abre la puerta al intervencionismo político”, opinó Vincent Reinhart, economista jefe del banco BNY Mellon.

¿Qué sigue para Trump y la Fed?

Si Miran es aprobado, Trump sumará su tercer aliado en la Junta. Podría lograr una mayoría si Jerome Powell, el actual presidente de la Fed, decide abandonar completamente el organismo cuando su mandato expire en mayo. No obstante, Powell podría seguir como simple gobernador —algo legal aunque poco frecuente—, limitando el alcance de Trump.

Los otros cuatro gobernadores tienen mandatos que exceden el término presidencial de Trump, asegurando cierta estabilidad. Sin embargo, históricamente muchos abandonan sus puestos prematuramente, dejando abierta la posibilidad de más nombramientos. Como señala Reinhart: “Con el tiempo, la Fed siempre refleja las inclinaciones de la administración en turno”.

Dos frentes, un solo objetivo: moldear la narrativa

El mismo presidente que bloquea la publicación de documentos sensibles sobre uno de los casos criminales más oscuros del siglo XXI, busca al mismo tiempo transformar el corazón de la política monetaria de EE. UU. ¿Coincidencia o estrategia?

Si hay algo que une ambos frentes —la transparencia sobre Epstein y la independencia de la Fed— es el intento de controlar información sensible. La primera afecta directamente la percepción pública; la segunda, la dirección económica del país. Ambas, sin embargo, podrían redefinir el futuro político de una nación profundamente polarizada.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press