Matthew Stafford: El maestro del engaño regresa con magia en Los Ángeles

A sus 37 años, Stafford sigue demostrando por qué es uno de los mariscales más ingeniosos de la NFL, liderando a los Rams con visión, precisión y jugadas inolvidables

El regreso del veterano

Cuando Matthew Stafford regresó al emparrillado en el partido inaugural de los Rams de Los Ángeles contra los Texans de Houston, muchos pensaban que una ausencia prolongada en el campo —y una lesión lumbar persistente— limitaría su rendimiento. Nada más lejos de la realidad. A sus 37 años, el veterano mariscal de campo lució en mejor forma que nunca, guiando a su equipo a una victoria 14-9 y dejando claro que todavía posee el toque mágico que lo hizo campeón del Super Bowl.

Y si alguien tenía dudas, basta con ver la acción que ha rodado por redes sociales como pólvora: un pase sin mirar de 25 yardas a su receptor Puka Nacua, ejecutado con tal precisión y agudeza mental que engañó completamente a la defensa. Una jugada que no solo marcó un primer down clave, sino que revitalizó el mito de Stafford y sus trucos de ilusionismo.

El rey de los no-look passes

Matthew Stafford ha patentado un estilo visual de juego: sus legendarios pases sin mirar. Este último pase a Nacua no fue casualidad; se trata de una extensión de su instinto y experiencia. “Caché el ovoide sin pensar, y luego simplemente vi la oportunidad”, explicó Stafford con naturalidad. Su compañero Kyren Williams quedó boquiabierto por la frialdad y genialidad de la jugada, preguntándole: “¿Cómo diablos haces eso?”.

Este tipo de jugadas recuerdan su actuación en el cuarto cuarto del Super Bowl LVI, cuando encontró a Cooper Kupp con otro pase sin mirar que dejó a los Bengals sin palabras. Aquella acción fue tan analizada en YouTube y redes sociales que aún hoy titula videos como “¿El mejor pase de la historia?”。

Un nuevo aliado: Davante Adams

Otro destello vino con una conexión clave de 24 yardas con Davante Adams, que recordó a las mejores épocas del receptor con Aaron Rodgers. La química fue instantánea, aunque no han tenido mucho tiempo para trabajar juntos. “He visto a Davante atormentar a mis equipos por años”, recordó Stafford, en alusión a su tiempo en los Detroit Lions dentro de la NFC Norte, cuando Adams brillaba en los Packers de Green Bay. “Sabía que él tenía ese tipo de jugadas en su arsenal”.

El pase fue anticipado con valentía milimétrica, lanzado antes de que Adams se voltease siquiera. Todo esto bajo cobertura apretada del prometedor Derek Stingley Jr., uno de los esquinero más talentosos de la liga. Para Sean McVay, entrenador en jefe de los Rams, fue una muestra de la inteligencia élite de Stafford: “Miren el momento en el que hace el pase... es de otro nivel”.

Una ofensiva revitalizada

Contra una defensa de Houston que fue top-10 en 2023, Stafford completó 21 de 29 pases para 245 yardas, un touchdown y sin intercepciones. Fue derribado en tres ocasiones y golpeado seis veces, pero su rendimiento no sufrió. Salió del partido sin contratiempos físicos serios, algo vital considerando los problemas en la espalda que lo aquejaron durante la pretemporada.

El ataque terrestre de los Rams también se benefició de la amenaza aérea: Williams y el novato Zach Charbonnet generaron avance suficiente para abrir opciones. Pero fue el brazo y liderazgo de Stafford lo que mantuvo el control del encuentro de principio a fin.

Pruebas venideras: Titans y Eagles

Los próximos dos desafíos serán de máxima exigencia para Los Ángeles. Primero, enfrentarán a los Titans de Tennessee y su estelar defensivo Jeffery Simmons. Luego viajarán para medirse con los Eagles de Filadelfia, campeones defensores que ya vencieron a los Rams en dos ocasiones la temporada anterior.

Sin embargo, Stafford tiene algo de ayuda desde el banquillo rival: Brian Callahan, actual entrenador jefe de Tennessee, fue su entrenador de mariscales de campo en Detroit durante 2016 y 2017. “Él representa la definición de mariscal de campo completo”, dijo Callahan. “Si tuvieras que construir uno desde cero, se vería como Matthew. Es una prueba enorme para nosotros”.

¿Top cinco aún en 2024?

Muchos se preguntan si con 37 años y tras múltiples lesiones, Stafford puede aún considerarse un QB top cinco de la NFL. Callahan cree que sí. Y hay argumentos sólidos:

  • Pasador de más de 52,000 yardas en su carrera
  • Más de 330 touchdowns
  • Campeón del Super Bowl en 2022
  • 6 temporadas por encima de las 4,000 yardas aéreas

Su capacidad para leer defensas, ajustar jugadas sobre la marcha y realizar lanzamientos imposibles le da una ventaja competitiva sobre muchos mariscales más jóvenes.

Obstáculos en la línea ofensiva

Para complicar el panorama, los Rams enfrentan lesiones en su línea ofensiva titular: Kevin Dotson, Steve Avila y Rob Havenstein tienen lesiones de tobillo. Todos se perdieron la práctica del miércoles, aunque el cuerpo técnico no los ha descartado para el domingo. Cualquier merma en protección podría ser peligrosa para Stafford, considerando su historial físico reciente.

Además, los tight ends Davis Allen y Colby Parkinson también arrastran molestias físicas. Allen fue el receptor del único touchdown de Stafford en la semana 1, por lo que es vital que llegue en condiciones para continuar el ritmo.

Trazando paralelismos históricos

Si bien Stafford ha quedado frecuentemente fuera de las conversaciones sobre los mejores mariscales de campo de su generación —opacado por nombres como Tom Brady, Aaron Rodgers o Drew Brees—, su legado está comenzando a tomar forma histórica. Su versatilidad, longevidad y adaptabilidad lo convierten en un camaleón táctico que ha sobrevivido varias eras de la NFL: desde la época de los receptores altos y físicos, hasta la preferencia actual por jugadores veloces en espacios abiertos.

Y lo más importante: ha demostrado que puede evolucionar su juego. Lo que vimos esta semana fue un mariscal que no simplemente lanza, sino que diseña jugadas en tiempo real con el balón en las manos.

¿El último gran acto?

La temporada 2024 podría ser una de las últimas para Stafford. Aunque su contrato aún lo vincula a la franquicia angelina por temporadas futuras, y su deseo competitivo sigue latente, no son pocos los que consideran esta etapa como su acto final. Si es así, quiere salir como llegó: tirando pases imposibles, engañando a defensas y levantando una vez más a su equipo ante los desafíos más duros.

Por el momento, Rams Nation puede estar tranquila: el mago del emparrillado está de vuelta.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press