Ursula von der Leyen y el renacer geopolítico de Europa: ¿Una nueva era de independencia europea?

La presidenta de la Comisión Europea plantea una Europa firme frente a Rusia, activa en el comercio global y crítica ante el conflicto en Gaza. ¿Estamos ante un nuevo paradigma de poder europeo?

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Una Europa en la encrucijada: ¿sumisa o soberana?

En su discurso anual sobre el Estado de la Unión ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Ursula von der Leyen no solo defendió una Europa resiliente, sino que evocó una narrativa de resistencia y soberanía. A sus 66 años, esta exministra de defensa alemana lleva ya cinco años al frente de la Comisión Europea y ha decidido marcar un tono mucho más firme en 2025, presentando a Europa como una entidad llamada a “luchar por su destino”.

Europa está en una lucha. Una lucha por nuestros valores, nuestras democracias y nuestra libertad para decidir nuestro destino”, afirmó tajantemente. Y no se quedó ahí: advirtió que las líneas de batalla por un nuevo orden mundial ya están siendo trazadas.

Una defensa decidida de Ucrania

La guerra en Ucrania, que ya acumula más de cuatro años de duración, fue uno de los temas centrales de su discurso. Ursula von der Leyen enfatizó que el presidente ruso, Vladimir Putin, “no da indicios de querer finalizar la guerra”, lo cual exige una respuesta clara por parte de la Unión Europea.

  • Se propuso aumentar las sanciones orientadas al núcleo energético de Rusia, fuente clave de sus ingresos de guerra.
  • Se lanzó una propuesta de “alianza de drones” entre la UE y Ucrania con un presupuesto de 6.000 millones de euros, reconociendo la importancia táctica de estos dispositivos en el conflicto.
  • Se sugirió utilizar los 200.000 millones de euros en activos rusos congelados como respaldo a préstamos de reparación para la reconstrucción de Ucrania.

Von der Leyen condenó además la violación del espacio aéreo europeo con drones rusos que ingresaron en territorio polaco, declarando: “Europa se mantiene en total solidaridad con Polonia”.

Una Europa crítica hacia Estados Unidos... pero aún dependiente

En un giro interesante, Ursula von der Leyen defendió un controvertido acuerdo con el expresidente estadounidense Donald Trump. Este pacto comercial impone un arancel del 15% a la mayoría de las exportaciones europeas, pero von der Leyen lo justificó:

Millones de empleos dependen de esa relación. Como presidenta de la Comisión, jamás jugaré con el sustento de las personas”.

La insistencia en mantener lazos sólidos con EE. UU. choca con otras de sus declaraciones: la presidenta quiere que Europa asuma un papel más proactivo e independiente en la escena geopolítica. Esto no es fácil cuando tu principal socio comercial y estratégico sigue imponiendo condiciones.

Israel y Gaza: la gran ruptura de von der Leyen

Quizás la declaración más inesperada del discurso fue el cambio en la postura tradicionalmente pro-Israel de la Comisión Europea. Von der Leyen anunció que se congelará parte del apoyo financiero a Israel y se impulsarán sanciones comerciales relacionadas con la guerra en Gaza.

La hambruna inducida no puede ser jamás un arma de guerra. Por el bien de los niños, por el bien de la humanidad. Esto debe parar”.

También anunció la creación de un grupo donante para la reconstrucción de Gaza. Esta postura ha marcado un antes y un después, siendo la primera vez que una figura de alto nivel de la UE toma una posición tan crítica con respecto a la política militar del gobierno israelí.

Una crisis de identidad europea en pleno siglo XXI

El discurso no fue solo una declaración de intenciones, sino una radiografía fiel de la crisis existencial que enfrenta la UE en 2025. Rusia, Estados Unidos, China e incluso Israel representan desafíos asimétricos, a los que se suman efectos colaterales del Brexit, la alta inflación y una polarización política creciente intraeuropea.

Desde Bruselas hasta Berlín, pasando por París y Varsovia, los gobiernos enfrentan presiones internas, mientras se ven obligados a adoptar una mirada estratégica común que no siempre sintoniza con los intereses nacionales de corto plazo. La posición de von der Leyen, sin embargo, parece clara: hay que construir una Europa más autónoma, pero sin caer en el aislacionismo.

El renacimiento energético tras el COVID-19 y Rusia

Un mérito indiscutible de la gestión de von der Leyen ha sido la transición energética de la UE tras la invasión rusa a Ucrania. En apenas dos años, Europa ha reducido su dependencia del gas ruso en más del 70%, según datos de la propia Comisión Europea.

Además, el plan REPowerEU movilizó más de 300.000 millones de euros desde su lanzamiento en 2022, favoreciendo infraestructuras energéticas verdes y renovables.

¿Von der Leyen 2029?: El factor político

No se puede obviar que este discurso marca el inicio no oficial de una tentativa de reelección. Ursula von der Leyen, pese a ser una figura designada —no electa por sufragio directo— se perfila como candidata clave para un segundo mandato al frente de la Comisión.

Desde el manejo de la pandemia hasta el liderazgo posguerra en Ucrania y la digitalización europea, ha sabido proyectar liderazgo. No obstante, enfrenta críticas desde múltiples frentes: conservadores que la acusan de una política exterior “blanda” y progresistas que le reprochan haber tardado en adoptar posturas de presión hacia Israel.

¿Una nueva Guerra Fría?

Las palabras “orden mundial basado en el poder” no pasaron desapercibidas. En un contexto donde China gana peso, Estados Unidos se vuelve más impredecible y Rusia amenaza tanto con armas como con desinformación, Europa se enfrenta a una nueva Guerra Fría, de carácter híbrido y comercial.

La presidenta de la Comisión se refirió, indirectamente, a esta competencia de grandes bloques: tecnología, energía, defensa y cultura se entrelazan en un tablero global en constante movimiento. El llamado de von der Leyen a que Europa tenga voz propia parece una invitación a abandonar la tutela geoestratégica estadounidense.

¿Cómo respondió el Parlamento Europeo?

El discurso fue recibido con una mezcla de aplausos, silencios tensos y reacciones encontradas. Los eurodiputados de centro y derecha moderada respaldaron casi todo el contenido. La izquierda radical aplaudió el giro sobre Israel, mientras que los conservadores nacionalistas de países como Hungría y Eslovaquia criticaron el tono beligerante hacia Rusia y apoyo prolongado a Ucrania.

En todo caso, el mensaje ha calado: Europa no puede seguir siendo un actor económico global sin músculo geopolítico.

¿Es el momento de la independencia europea?

Von der Leyen lo dejó claro: “Este debe ser el momento de independencia de Europa”. ¿Puede Europa lograrlo sin desmembrarse desde dentro? ¿Es sustentable una política exterior común en un continente donde conviven más de veinte lenguas oficiales y sensibilidades culturales divergentes?

La historia dirá si este fue realmente el año del renacimiento soberano europeo o simplemente un capítulo más de discursos bien formulados sin efecto concreto. Por ahora, el tablero de juego ha sido movido, y Europa parece dispuesta a jugar con cartas propias.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press