Cómo hablar con tus hijos sobre eventos traumáticos que ven en internet

En un mundo hiperdigital, proteger la salud mental de los niños comienza con conversaciones honestas en casa

El impacto de los eventos traumáticos en la infancia ha sido, desde siempre, una preocupación para padres, educadores y profesionales de la salud mental. Sin embargo, en la era digital, el acceso inmediato a imágenes violentas, noticias inquietantes y contenido emocionalmente perturbador plantea nuevos desafíos. Con eventos recientes como tiroteos grabados en video o emergencias sanitarias virales, la información se propaga velozmente por redes sociales y muchas veces llega a los más jóvenes sin filtro.

La inevitable exposición al contenido sensible

Los niños y adolescentes viven conectados. Estudios muestran que el 95% de los adolescentes en EE.UU. tienen acceso a un teléfono inteligente, y cerca del 60% reporta estar “casi constantemente” en línea (Pew Research, 2022). Esta exposición digital permanente hace que, incluso sin querer, presencien contenido gráfico o violento.

Cuando el activista político Charlie Kirk murió tras un tiroteo en una universidad de Utah, la escena se difundió en cuestión de minutos a través de plataformas como X (antes Twitter), TikTok, Instagram y YouTube. Cientos de miles de usuarios compartieron el video del momento exacto del disparo, intercalado con reacciones, teorías conspirativas y memes. Entre ellos, miles eran menores de edad.

Negar la exposición, un error común

“Para los padres, asumir que sus hijos no han visto este tipo de contenido es una forma poco realista de abordarlo”, explica la Dra. Jodi Quas, psicóloga de la Universidad de California, Irvine. “Escuchan a sus amigos, ven imágenes en redes, y muchas veces interactúan con fragmentos que ni siquiera comprenden completamente”.

Los algoritmos de las redes sociales, programados para mantener la atención del usuario, no distinguen edades ni sensibilidades. Como señala Kris Perry, directora ejecutiva del Instituto para el Desarrollo de los Medios Digitales y la Niñez: “Debemos asumir que los niños ya han sido expuestos a estos eventos a través de canales que los padres no controlan.”

Pasos prácticos para los padres ante eventos traumáticos

1. Evalúa tu propia respuesta emocional

Antes de iniciar la conversación, es importante que los padres procesen sus propias emociones. “Pon tu propia mascarilla de oxígeno primero”, dice Perry. “Si estás en crisis o emocionalmente reactivo, los niños lo absorben antes de entender tus palabras”.

2. No ignores el tema

Proteger no significa silenciar. Como padres, nuestro instinto puede ser evitar el trauma cerrando canales o ignorando conversaciones. Pero esta táctica suele ser contraproducente. “En lugar de protegerlos, se genera una sensación de incomprensión e incertidumbre”, señala Quas.

3. Pregunta y escucha primero

Antes de explicar o corregir, indaga qué sabe tu hijo sobre el evento. Preguntas como “¿Qué escuchaste sobre esto?” o “¿Alguien te habló de esto en la escuela o internet?” permiten conocer si lo que han visto es verídico, editado o incluso manipulado por IA. Como indica la doctora Riana Elyse Anderson, profesora en la Universidad de Columbia: “Es común que los niños confundan imágenes reales con contenido alterado, lo que puede intensificar su ansiedad”.

4. Explica con honestidad y lenguaje adecuado

Una vez que entiendas cuánto sabe tu hijo, adapta tu explicación a su edad. No es necesario entrar en detalles gráficos, pero sí es vital ser honesto. Por ejemplo, si el evento fue un tiroteo, puedes decir: “Alguien con un arma causó daño a otras personas. Es algo triste y estamos aquí para hablarlo cuando lo necesites.”

5. Brinda seguridad sin esconder la verdad

Los niños necesitan sentirse seguros, pero también saber que tú puedes manejar conversaciones difíciles. “Asegura que están protegidos, que hay adultos cuidándolos y que su hogar es un lugar seguro, pero no niegues que el mundo puede ser complicado”, aconseja Perry.

6. No se trata de una sola conversación

Estos diálogos deben ser constantes. Kait Gillen, madre de un niño de 10 años, comparte: “Cuando mi hijo vio las notificaciones del tiroteo en mi celular, se asustó y me preguntó quién lo había hecho. No tenía respuestas claras, pero prometí hablarlo las veces que hiciera falta.”

Eventos traumáticos de salud: el caso del sarampión y el virus del Nilo Occidental

Pero no solo los actos de violencia pueden alterar emocionalmente a los niños. También lo pueden hacer emergencias sanitarias como la muerte por sarampión de un menor en Los Ángeles recientemente o el aumento dramático de casos del virus del Nilo Occidental.

El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa pero prevenible con la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola), ha vuelto a brotar en los EE.UU. por la caída en tasas de vacunación infantil. El caso del menor en Los Ángeles, que contrajo la enfermedad siendo lactante —demasiado pequeño para recibir la vacuna— y murió años después por una rara y fatal complicación cerebral llamada panencefalitis esclerosante subaguda, ha conmovido a muchos.

“Este caso es un recordatorio doloroso de lo peligroso que puede ser el sarampión, especialmente para los más vulnerables”, afirmó el Dr. Muntu Davis, funcionario de salud del condado angelino.

Asimismo, los casos del virus del Nilo Occidental están 40% por encima del promedio este año, con 770 reportes, incluyendo 490 casos graves. Según los CDC, factores como el aumento de lluvia y temperaturas más cálidas están facilitando que más mosquitos se infecten y transmitan este virus.

Explicar a los niños por qué es importante vacunarse o usar repelente de insectos puede convertirse en una oportunidad educativa. “No se trata de generar miedo, sino de empoderarlos a través del conocimiento”, aclara Perry.

Consejos adicionales para padres en la era digital

  • Supervisa activamente el contenido en redes sociales: Aprende cómo funcionan TikTok, Instagram y YouTube. No necesitas convertirte en influencer, pero sí entender qué ven tus hijos.
  • Crea un espacio seguro en casa: Incentiva a tus hijos a compartir lo que ven sin sentir vergüenza o miedo a represalias.
  • Establece rutinas sin pantallas: Cena en familia, paseos al aire libre o leer juntos puede reducir el estrés digital.
  • Consulta con profesionales si es necesario: Si notas cambios de ánimo, insomnio o ansiedad persistente, no dudes en acudir a un psicólogo infantil.

Vivir en un mundo hiperconectado significa que no podemos evitar totalmente que nuestros hijos estén expuestos a lo que ocurre. Pero sí podemos preparar sus mentes y corazones para comprender mejor esos eventos, procesarlos emocionalmente y crecer con resiliencia.

Los padres de hoy están criando a nativos digitales en un entorno lleno de incertidumbres. La empatía, la apertura al diálogo y la vigilancia sin invasión son las claves para educar en salud mental y emocional para las nuevas generaciones.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press