El mercado laboral de EE.UU. se tambalea: ¿Estamos ante una nueva recesión silenciosa?
Con un aumento abrupto en las solicitudes de desempleo y un crecimiento estancado, la FED se enfrenta a una encrucijada entre la inflación y el deterioro laboral
La economía de Estados Unidos está atravesando un panorama sombrío que preocupa tanto a expertos financieros como a trabajadores comunes. Con un aumento inesperado y alarmante en las solicitudes de desempleo, un crecimiento económico anémico y datos revisados que corrigen a la baja lo que parecía una fortaleza del mercado laboral, las señales apuntan a una realidad: la recuperación postpandemia se está desinflando. Y aunque la Reserva Federal (FED) parece tener un as bajo la manga —una nueva bajada en la tasa de interés—, los riesgos son múltiples y contradictorios.
Un salto preocupante en las solicitudes de desempleo
Según el último reporte del Departamento de Trabajo, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en la semana que terminó el 6 de septiembre se dispararon en 27,000, alcanzando un total de 263,000 peticiones. Esta cifra es la más alta registrada desde octubre de 2021, y supera ampliamente las estimaciones de los analistas, que esperaban unas 231,000 nuevas solicitudes.
Lo más inquietante es que este aumento marca el mayor salto semanal en casi un año. Esto podría interpretarse como una erosión significativa de la confianza empresarial y un aumento en los despidos, especialmente en sectores previamente considerados estables.
Una señal irreversible para la FED
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ya había dejado entrever en encuentros recientes con otros banqueros centrales que un recorte de la tasa de interés podría estar en camino. Es más, la combinación de esta nueva ola de desempleo con revisiones alarmantes en los datos laborales históricos hace que la decisión de recortar la tasa casi esté garantizada para la próxima reunión del banco central.
“La FED ya no tiene espacio para dudar. A pesar de que la inflación sigue elevada, la desaceleración del empleo es aún más preocupante”, comenta Jeffrey Roach, economista jefe de LPL Financial.
La encrucijada del mandato dual: inflación vs empleo
La FED tiene un mandato dual: mantener la estabilidad de los precios y asegurar el máximo empleo. Sin embargo, en la actualidad, esos dos objetivos parecen estar chocando. La inflación no da tregua, y el índice de precios al consumidor sigue siendo elevado debido al aumento en los costos de bienes como gasolina, alimentos y boletos aéreos.
En teoría, una baja en la tasa de interés debería estimular la economía, incentivando la inversión y el consumo. Pero también existe el peligro claro de que esto alimente aún más la inflación, que ya se encuentra por encima del objetivo del 2% de la FED.
El espejismo del empleo fuerte: nuevas revisiones revelan la verdad
Tan solo esta semana, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) publicó una revisión sustancial: Estados Unidos creó 911,000 empleos menos de los originalmente reportados entre marzo de 2024 y marzo de 2025. Muchos de estos errores provinieron de sectores clave como ocio y hostelería, servicios profesionales y comercio minorista.
Este ajuste drástico sugiere que la fortaleza anterior en los datos laborales podría haber sido ilusoria, lo cual alimenta aún más la urgencia de una intervención monetaria más agresiva.
Una tormenta perfecta: caída en las contrataciones y aumento en el desempleo
- En agosto, se generaron solo 22,000 nuevos empleos, una cifra paupérrima comparada con los 80,000 que estimaban los analistas.
- El número de ofertas de trabajo cayó a 7.2 millones en julio, lo que representa la primera vez desde 2021 que hay más personas desempleadas que vacantes disponibles.
- La tasa global de crecimiento en el primer semestre de 2025 fue de apenas 1.3%, en comparación con el 2.5% de 2024.
Todo este contexto ha despertado el miedo generalizado de que el país se esté deslizando hacia una recesión silenciosa, una en la que los indicadores técnicos aún no reflejan un colapso económico total, pero el hogar promedio ya sufre las consecuencias.
La sombra de las políticas económicas de Trump
Los analistas no han tardado en señalar que la incertidumbre generada por las políticas económicas del actual presidente Donald Trump está jugando un papel importante en esta desaceleración. Las tarifas a socios comerciales clave, iniciadas en abril, han desincentivado la inversión y provocado el congelamiento de proyectos de expansión empresarial.
“Lo que estamos viendo es el resultado de políticas impredecibles. Las empresas no contratan en entornos inciertos”, señala Diane Swonk, economista jefe de Grant Thornton.
Impacto en la confianza de los consumidores y los mercados
Con estos datos negativos —desempleo al alza, crecimiento estancado y tensiones políticas—, los mercados financieros también han reaccionado.
- El índice Dow Jones perdió más de 800 puntos en cuestión de días tras conocerse los datos de empleo revisados.
- El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayó por debajo del 3.8%, una señal de que los inversionistas están priorizando seguridad frente a rentabilidad.
- Las encuestas de confianza del consumidor muestran su nivel más bajo desde principios de 2022, según la Universidad de Michigan.
La reacción política no se hizo esperar
El informe de julio sobre empleo, que mostraba solo 73,000 nuevos puestos y contenía fuertes revisiones a la baja en los meses anteriores, fue la gota que colmó el vaso —al punto que Trump despidió al jefe de la agencia encargada de las estadísticas laborales. Este movimiento fue tomado como una forma de desviar la atención del fracaso económico y ha sido duramente criticado tanto por demócratas como por algunos economistas conservadores.
¿Y ahora qué? Escenarios posibles para cierre de 2025
El panorama es incierto, pero tres escenarios cobran mayor relevancia en las conversaciones académicas y entre expertos financieros:
- Recorte de tasas y estímulo fiscal leve: la FED recorta tasas en septiembre y octubre, y la administración Trump lanza un paquete limitado de estímulo fiscal. El crecimiento repunta ligeramente, pero la inflación se mantiene alta.
- Estallido inflacionario: los recortes de tasas estimulan el gasto, pero no la producción, derivando en una espiral inflacionaria que obliga a revertir las medidas en diciembre.
- Recesión técnica en 2026: los recortes no son suficientes, el consumo y la inversión continúan cayendo y, para el primer trimestre de 2026, EE.UU. entra en recesión formal.
La urgencia de una política económica coherente
En este contexto, es crucial que tanto la Reserva Federal como el Ejecutivo actúen con rapidez y claridad. La economía estadounidense aún conserva muchos fundamentos sólidos, pero la descoordinación entre política monetaria y fiscal podría terminar ahogando cualquier brote de recuperación.
La decisión que la FED tome en los próximos días no solo será clave para evitar una recesión en toda regla, sino también para restaurar la confianza de empresas, inversionistas y ciudadanos que hoy se sienten atrapados en un ciclo de incertidumbre.
La economía de Estados Unidos está en un punto crítico y la historia demuestra que actuar tarde o de manera errática puede salir muy caro. La pregunta no es si la FED recortará tasas: la pregunta es si será suficiente. Y más aún, si será a tiempo.