Los pulpos y su increíble mundo oculto: Inteligencia, conducta y despedidas emocionantes
Desde su uso especializado de brazos hasta la última etapa de su vida, estos cefalópodos continúan sorprendiendo a científicos y emocionando al público en acuarios de todo el mundo
El misterio de los ocho brazos
Los humanos solemos tener una preferencia marcadísima por una mano: somos diestros o zurdos. En cambio, los pulpos no tienen una lateralidad dominante. Pero gracias a una investigación reciente, ahora sabemos que sí tienen una tendencia: usan más los cuatro brazos delanteros para explorar su entorno.
Este hallazgo proviene de un estudio publicado en Scientific Reports, en el que se analizaron vídeos de pulpos en su hábitat natural, desde el Océano Atlántico hasta el mar Caribe. Las grabaciones, tomadas entre 2007 y 2015, mostraron el comportamiento de varias especies como el Octopus vulgaris o el Octopus americanus, mientras reptaban, nadaban, se escondían, se alimentaban y más.
No hay brazo malo
"Todos los brazos pueden hacer todas las cosas. Eso es realmente asombroso", afirmó Roger Hanlon, coautor del estudio y biólogo marino del Laboratorio Biológico Marino de Woods Hole, Massachusetts. Aunque los ocho brazos parecen iguales, observaciones detalladas revelaron una división funcional: los brazos delanteros son utilizados en un 60% en tareas activas como explorar y detectar objetos, mientras que los brazos traseros sirven más para caminar o estabilizarse.
Mike Vecchione, zoólogo del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, quien no participó en el estudio, explicó: "Los brazos delanteros hacen la mayoría de la exploración; los traseros son principalmente para caminar".
Una maravilla sensorial
Las extremidades del pulpo son verdaderos prodigios de la evolución y constituyen su principal forma de interacción con el mundo. Cada brazo cuenta con entre 100 y 200 ventosas. Estas ventosas no son simples instrumentos de succión: funcionan como órganos sensoriales equiparables al olfato, el gusto y el tacto humanos.
Además, el sistema nervioso del pulpo está distribuido en gran parte en sus brazos. En otras palabras, sus extremidades "piensan" por sí mismas, enviando datos al cerebro principal, pero también tomando decisiones de forma autónoma. Esta descentralización del pensamiento ha sido y sigue siendo objeto de numerosos estudios neurológicos.
El lujo de tener reemplazo
En la naturaleza, perder brazos no es raro. Los cefalópodos están constantemente expuestos a depredadores. Pero con ocho extremidades completamente funcionales, los pulpos tienen el beneficio de la redundancia. Si pierden uno o dos... pueden sobrevivir sin problemas e incluso regenerarlos.
La triste belleza de la senescencia
La vida de un pulpo es tan breve como fascinante. Uno de los momentos más conmovedores ocurre al final de su ciclo vital, especialmente en el caso de las hembras. En un acuario en California, este drama se está desarrollando con una protagonista que ha tocado el corazón de miles: Ghost, una pulpo gigante del Pacífico ubicada en el Aquarium of the Pacific en Long Beach.
Ghost entró en senescencia, la etapa final de vida de estos increíbles animales tras la puesta de huevos. Durante esta etapa, la madre deja de alimentarse y dedica todo su esfuerzo a cuidar sus huevos, aun cuando no estén fertilizados y jamás eclosionarán. El instinto maternal, codificado desde lo más profundo de su biología, la impulsa a protegerlos hasta el fin.
Unicidad y carisma animal
Ghost ha sido descrita como una pulpo muy activa y sociable. Fue entrenada para ingresar a una cesta de forma voluntaria con el fin de ser pesada y evaluada. Le encantaba interactuar con sus cuidadores: a veces dejaba de comer sólo para seguir jugando con ellos.
Nate Jaros, vicepresidente de cuidado animal del acuario, dijo que una vez incluso le construyeron un enorme laberinto acrílico para que lo explorara. "Lo resolvió casi al instante", recordó admirado.
Jay McMahon, un estudiante de biología marina de Los Ángeles, expresó lo que muchos sienten: “Cuando conectas con un animal así y sabes que no vivirá mucho, cada momento es importante”.
La muerte como parte del ciclo
El proceso de senescencia de Ghost no sólo genera tristeza, sino también reflexión y aprendizaje. La mayoría de los pulpos viven entre tres y cinco años. Ghost, proveniente de las frías aguas de Columbia Británica, llegó al acuario pesando apenas 1.4 kg y ahora alcanza más de 22 kg. Su legado se extiende más allá de la pecera: ha inspirado a nuevas generaciones a entender y apreciar a estos cefalópodos extraordinarios.
El acuario ya ha recibido a su sucesor: un pequeño pulpo de apenas 900 gramos del que aún no se ha revelado el nombre. “Parece ser un animal muy curioso y extrovertido”, dijo Jaros.
¿Dónde está la verdad sobre su inteligencia?
La comunidad científica sigue emocionada por el potencial cerebral de los pulpos. No es casualidad que hayan inspirado tantas historias de ciencia ficción e investigaciones académicas. Su inteligencia comparable con la de gatos o perros, su capacidad para resolver acertijos, su camuflaje, su memoria a corto plazo y su habilidad para aprender observando los hacen únicos entre los invertebrados.
De hecho, en 2019 la UNESCO y varios grupos de bienestar animal impulsaron debates éticos sobre el futuro de los pulpos en cautiverio debido a sus altos niveles de conciencia y sufrimiento. Algunos expertos incluso se oponen a su cría comercial.
Un legado de ocho brazos
Los pulpos son mucho más que criaturas de apariencia alienígena. Encarnan un nivel de sofisticación neurológica, sensorial y conductual que los pone al nivel de mamíferos en términos de complejidad, pero separados por millones de años de evolución.
Gracias a estudios como el de Hanlon y momentos tan conmovedores como la despedida de Ghost, podemos entender mejor el papel vital de estas criaturas en nuestros océanos y en nuestra imaginación colectiva. Quizás, al final del día, comprendamos que no importa si tenemos dos brazos o ocho, mientras podamos usarlos para conocer, explorar y cuidar nuestro mundo y a sus habitantes.
Fuentes:
Scientific Reports (2024): Estudio sobre comportamiento motor de pulpos en estado salvaje.
Aquarium of the Pacific, Long Beach, CA.
Entrevistas y testimonios del personal de cuidado animal del acuario.