Redibujando el juego político: el rediseño de distritos en Misuri y los fantasmas del pasado
Un análisis del polémico plan de redistritación respaldado por Trump que podría alterar el equilibrio racial y político de Kansas City
Una batalla por el alma de Kansas City
En el corazón de Estados Unidos, una lucha política que va más allá de simples votos se libra en Missouri. Bajo la sombra de la Casa Blanca, el congresista demócrata Emanuel Cleaver se encuentra en pie de guerra contra un plan de redistritación impulsado por los republicanos y respaldado abiertamente por el expresidente Donald Trump. ¿El objetivo? Reconfigurar el mapa electoral para beneficiar al Partido Republicano en las elecciones legislativas de 2026.
Esta reorganización no solo pone en juego escaños en el Congreso; también revive tensiones raciales históricas que Kansas City llevaba décadas tratando de superar. Troost Avenue, una línea divisoria urbanística y simbólica entre las comunidades blanca y negra de la ciudad, vuelve a ser protagonista.
El plan de rediseño: dividir para vencer
Missouri, un estado con una pugna política constante entre demócratas y republicanos, ha sido escenario de múltiples conflictos relacionados con los límites de los distritos electorales. En esta ocasión, la nueva propuesta busca dividir el distrito de Kansas City que actualmente representa Cleaver, restándole población afroamericana y de otras minorías, redistribuyendo a esos votantes hacia distritos más conservadores como el de Mark Alford, representante republicano.
Esto, en efecto, convertirá un distrito históricamente demócrata en uno con inclinaciones más favorables al partido republicano. Según expertos en ciencias políticas, esta modificación podría cambiar al menos un escaño, algo crucial en una Cámara de Representantes donde el equilibrio de poder podría decidirse por tres asientos.
«Una línea que lo cambia todo»
Cleaver, exalcalde de Kansas City y primer afroamericano en ocupar ese cargo, lanzó un mensaje directo a los senadores estatales durante una audiencia pública, señalando el profundo significado de dividir distritos a través de Troost Avenue.
“No puedo explicar lo dañino que es esto. Es como utilizar un bisturí para separar a una comunidad que lleva años intentando sanar sus divisiones,” — Emanuel Cleaver.
La decisión de usar esta avenida como línea divisoria ha generado ira en sectores tanto progresistas como moderados, ya que se considera que reinstala las políticas de segregación pasadas, justo cuando Kansas City comenzaba a destacarse como una ciudad modelo en términos de integración racial y social.
Trump al mando del ajedrez electoral
El expresidente Donald Trump no se ha limitado a un papel observador. Publicó en su red Truth Social: “El Senado de Missouri debe aprobar este mapa AHORA, tal como está, para asegurar una victoria gigantesca para los republicanos en el estado del ‘Show Me’ y en todo el país. Estaré mirando de cerca.”
Este apoyo explícito demuestra que los republicanos están dispuestos a redibujar el mapa electoral incluso en estados con contextos raciales sensibles. Con las elecciones presidenciales en el horizonte, el control de la Cámara podría determinar el destino político de Estados Unidos.
Cooperación bipartidista en riesgo
Hasta ahora, la delegación congresional de Misuri, compuesta por seis republicanos y dos demócratas, mantenía una relación funcional, reuniéndose mensualmente en Washington bajo el liderazgo de Sam Graves, también republicano.
Sin embargo, Cleaver advierte que este nuevo mapa provocaría una ruptura institucional. “Si seguimos combatiendo fuego con fuego, solo nos quedará cenizas”, expresó ante los senadores estatales.
El espejo de otros estados: Texas y California
La lucha por redefinir distritos electorales no es exclusiva de Misuri. En los últimos años, tanto Texas, dominado por republicanos, como California, con control demócrata, tomaron medidas similares. Esto resalta la creciente weaponización del redistritamiento, donde los partidos buscan aprovechar estructuras institucionales para lograr beneficios electorales y perpetuar su poder, incluso a costa de la equidad democrática.
Cleaver resiste y promete apelar
A pesar de que los republicanos se apresuran en aprobar la propuesta en una sesión especial convocada por el gobernador estatal Mike Kehoe, Cleaver no da su brazo a torcer. Ha declarado públicamente que apelará en los tribunales cualquier alteración y que buscará la reelección sin importar el nuevo diseño de su distrito.
Esta declaración es significativa: significa que aún con las cartas en contra, el legislador confía en el respaldo ciudadano de su comunidad y en la capacidad de movilización que tiene su campaña.
¿Un disparo en el pie republicano?
Algunos analistas políticos argumentan que esta jugada podría terminar perjudicando a los republicanos. Si bien el objetivo es asegurarse 7 escaños, la población de Kansas City, indignada por la propuesta, podría movilizarse y convertir otros distritos cercanos en verdaderas zonas de batalla electoral.
Cleaver incluso sostiene que con una correcta estrategia de campaña, los demócratas podrían ganar cinco de los ocho asientos del estado, revirtiendo por completo el propósito inicial del plan.
El contexto histórico de Troost Avenue
Troost Avenue tiene un largo historial como frontera urbana en Kansas City. Durante más de medio siglo, ha sido la línea invisible —y a veces muy visible— que separa a ciudadanos blancos y negros, ricos y pobres.
A lo largo del siglo XX, políticas de redlining y prácticas discriminatorias en préstamos hipotecarios convirtieron a Troost Avenue en sinónimo de segregación estructural. Que décadas después se utilice este mismo eje para redefinir el mapa político es, para muchos, un retorno simbólico y dañino al pasado.
¿Qué está en juego realmente?
En esencia, el conflicto no se limita a la disputa sobre unos límites geográficos. En juego están la representación democrática, la equidad racial, la estabilidad institucional y la integridad del sistema electoral. La lucha de Cleaver pone sobre la mesa la necesidad de valorar el peso moral y ético de las decisiones políticas en un contexto social históricamente cargado.
El resultado de esta batalla podría marcar un antes y un después en cómo se entienden y se trazan los distritos en Estados Unidos. Si bien Donald Trump busca asegurar ganancias para su partido, esta maniobra podría también despertar un nuevo interés ciudadano en la justicia electoral y en la lucha frontal contra la manipulación de mapas políticos con fines partidistas.
Una nueva era de activismo cívico
Si Cleaver logra movilizar a los votantes para revertir o atenuar el impacto de esta propuesta, Missouri podría convertirse en el punto de partida de una nueva ola de activismo cívico en distritos urbanos donde las minorías han sido sistemáticamente marginadas.
En un año donde las tensiones por género, raza y representación están alcanzando niveles explosivos, la resistencia de Cleaver podría inspirar a nuevos líderes, empoderar comunidades e introducir una narrativa más inclusiva en el debate político estadounidense.