Wall Street, Asia y la fiebre de la IA: ¿Estamos ante una nueva burbuja tecnológica?

Análisis del auge bursátil impulsado por la inteligencia artificial, la situación de los mercados asiáticos y el delicado equilibrio que enfrenta la Reserva Federal

Un vistazo al rally global impulsado por la inteligencia artificial

La reciente alza de las acciones tecnológicas ha tomado por sorpresa a muchos inversionistas. Desde el récord alcanzado por el S&P 500 hasta la explosión del valor de Oracle, impulsada por previsiones de crecimiento derivadas de la inteligencia artificial (IA), estamos viviendo un momento clave para los mercados globales.

En lo que va de 2025, Oracle ha liderado un impulso técnico destacable. La compañía tecnológica experimentó un salto de 35.9%, su mejor jornada desde 1992, luego de revelar que la demanda relacionada con IA podría disparar sus ingresos en los próximos trimestres. Aunque sus números trimestrales no cumplieron del todo con las expectativas, los accionistas parecen más interesados en su prometedor futuro que en su desempeño reciente.

Asia responde con entusiasmo... pero no de forma uniforme

Este optimismo se reflejó con fuerza en los mercados asiáticos, especialmente en Tokio y Seúl. El índice Nikkei 225 de Tokio creció un 0.8% cerrado en los 44,171.03 puntos, con una especial atención a SoftBank Group, cuyas acciones repuntaron casi un 10%, continuando con su buena racha. En Corea del Sur, el Kospi avanzó un modesto 0.4%. Sin embargo, otras plazas como Hong Kong (-0.3%) y Sídney (-0.4%) no lograron capitalizar el momento.

China, en cambio, sí logró exprimir la cresta tecnológica. Empresas emblemáticas como Cambricon Technologies (conocida como la 'Nvidia de China') subieron más del 10%, mientras que Semiconductor Manufacturing International Corp y Hua Hong Semiconductor vieron sus acciones crecer un 6% y 5%, respectivamente.

Las razones detrás del frenesí bursátil tecnológico

  • Inflación controlada en EE. UU.: El último informe mostró una desaceleración en los precios al por mayor. Esto alienta a los inversionistas sobre un posible recorte en las tasas de la Fed.
  • Expectativas optimistas sobre la IA: Empresas como Oracle y TSMC apuestan a un aumento notable en la demanda de infraestructura tecnológica para desarrollos basados en IA.
  • Mayor disposición al riesgo: Con mercados laborales robustos y una inflación aparentemente bajo control, los inversores están más dispuestos a apostar por activos con mayor rendimiento potencial.

Según datos de CME Fedwatch, los inversores argumentan que hay hasta tres posibles recortes de tasas este año por parte de la Reserva Federal. Todo dependerá de que la inflación no repunte súbitamente y que el crecimiento continúe a un ritmo sostenible.

La paradoja de la Reserva Federal

La Fed se encuentra en un delicado punto de inflexión. Por un lado, la economía da señales de desaceleración suave, con el desempleo ascendiendo levemente hasta el 4.3% y una contracción en las contrataciones recientes. Por otro lado, la inflación sigue superando la meta del 2%: el último reporte espera un alza de 2.9% anual general y 3.1% en la inflación subyacente.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha sugerido en el pasado que los aranceles podrían tener un efecto inflacionario de una sola vez, en vez de continuar durante largos períodos. Si esto se confirma, describiría un escenario ideal para los tan esperados recortes.

Apple: el gran ausente del rally

No todo son buenas noticias en Silicon Valley. Apple se convirtió en la gran decepción de la semana luego de que sus acciones cayeran un 3.2%, arrastrando al Dow Jones a la baja. Pese a su evento de presentación de nuevos iPhones, analistas consideran que no hubo innovaciones significativas que impulsen una nueva ola de demanda.

La falta de características realmente sorprendentes deja a Apple estancado frente a sus competidores más ágiles en Asia”, dijo Dan Ives, analista senior en Wedbush, en una nota a inversores.

SoftBank y la apuesta asiática por la IA

El caso de SoftBank Group es paradigmático. Este conglomerado japonés ha reparado gran parte de sus pérdidas recientes tras apostar fuerte por empresas emergentes en el sector IA, muchas de ellas norteamericanas. La recuperación de más del 10% en sus acciones refleja la renovada confianza de los inversores ante la promesa de que la IA sea una nueva revolución industrial.

Y es que no es para menos: se espera que el mercado global de inteligencia artificial alcance un valor aproximado de 1.8 billones de dólares para 2030, frente a los 190 mil millones en 2023, según Statista.

Mercados que se mueven al ritmo de la tecnología

Otro jugador crucial es Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC). Con un incremento del 34% en sus ingresos en agosto respecto al año anterior, esta empresa es piedra angular del ecosistema tecnológico global. Produce chips avanzados para gigantes como Apple, AMD y Nvidia, todos protagonistas del auge IA.

El valor de sus acciones en EE. UU. subió un sólido 3.8% impulsado por su rol central en esta evolución tecnológica. Incluso en medio de las tensiones entre China y Taiwán, los inversores claramente no están dispuestos a renunciar a lo que algunos expertos ya califican como el "nuevo petróleo del siglo XXI: los semiconductores".

¿Una burbuja 2.0?

Con todo este entusiasmo, también vuelven los fantasmas de la burbuja puntocom del año 2000. Aunque hay paralelismos —fuertes valoraciones, promesas tecnológicas revolucionarias, volatilidades eufóricas— muchos analistas remarcan que ahora las empresas líderes presentan ingresos y márgenes mucho más sólidos. Oracle, TSMC y Nvidia, por ejemplo, son ya rentables y sus tecnologías están siendo adoptadas de forma real en negocios clave como salud, energía, finanzas y comunicaciones.

No es una burbuja, es una ola de adopción industrial sólida. Pero como toda ola, también tendrá su resaca”, escribió Stephen Innes de SPI Asset Management, en su último análisis de mercado.

Perspectivas futuras para los mercados en 2025

El desempeño de los mercados globales en los próximos meses dependerá de:

  • La evolución de la inflación en EE. UU., especialmente tras el impacto de aranceles y precios de la energía.
  • Las decisiones de la Reserva Federal, particularmente si opta por un primer recorte en su próxima reunión.
  • La capacidad de las grandes tecnológicas para respaldar las promesas de la IA con ingresos y productos reales.
  • La estabilidad geopolítica, especialmente en Asia-Pacífico.

Mientras tanto, los inversionistas parecen estar apostando a largo plazo por la expansión tecnológica, aprovechando la combinación de indicadores económicos moderadamente positivos y expectativas de política monetaria más flexible.

Reflexión final: ¿momento de oportunidad o de prudencia?

El entusiasmo con la IA está reconfigurando el tablero global del capital. Sin embargo, con tanta euforia, es importante no olvidar que los fundamentos, la regulación y los ciclos económicos aún juegan un papel crucial. Nunca se trata solo de tecnología, sino de cómo se integra en el ecosistema económico y social mundial.

"La inteligencia artificial no viene a reemplazar a los humanos, sino a duplicar su capacidad de decisión. Y quienes inviertan con precisión, podrían beneficiarse de esta sinergia sin precedentes", escribió David Solomon, CEO de Goldman Sachs, en una carta a sus clientes.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press