A 50 años de 'Tiburón': Spielberg y el monstruo que cambió Hollywood para siempre
La extraordinaria exposición del Academy Museum en Los Ángeles revive la creación de 'Jaws', una película que sobrevivió a un rodaje infernal para transformarse en leyenda cinematográfica
Un rodaje repleto de obstáculos que creó una obra maestra
En el verano de 1975, una aleta asomando sobre el mar cambió para siempre la historia del cine. ‘Jaws’ (“Tiburón” en español), dirigida por un entonces joven e inexperto Steven Spielberg de apenas 26 años, fue más que un éxito de taquilla: fue el inicio del concepto moderno del 'blockbuster'. Hoy, a medio siglo de su estreno, el Academy Museum of Motion Pictures en Los Ángeles ha inaugurado una impactante exposición que honra su legado y transporta al visitante al detrás de cámaras del thriller que sembró el miedo a nadar en el océano.
Un monstruo mecánico, un equipo desesperado y un debut inolvidable
“Estaba más preocupado por conservar mi empleo que por la importancia de la película”, confesó Spielberg durante la inauguración de la muestra celebratoria. El rodaje fue caótico. El tiburón mecánico, apodado "Bruce" en honor al abogado del director, fallaba constantemente, llevando a una grabación que se extendió más de 100 días por encima del cronograma original. A esto se sumaban las tormentas, los barcos turísticos que interrumpían las escenas y una producción que, según Spielberg, estuvo marcada más por el aburrimiento y los mareos que por la acción.
"Nunca he visto tanto vómito en mi vida", ironizó el director refiriéndose a los continuos episodios de mareo. Sin embargo, el talento del equipo técnico y artístico fue clave. “Esta película demuestra que el cine es, ante todo, un arte colaborativo”, aseguró Spielberg, descartando la idea del director como autor solitario.
Una exposición que revive la intensidad del set
La exhibición, abierta hasta julio en el corazón de Los Ángeles, ofrece un recorrido cronológico por los tres actos del film y contiene más de 200 piezas originales: desde utilería real hasta cámaras, storyboards y material promocional que se volvió icónico. Uno de los objetos más impactantes es la boya metálica roja utilizada en la legendaria escena inicial, cuando Chrissie, la joven que nada de noche, es atacada por el tiburón. Esta pieza fue guardada por un mecánico marino local, Lynn Murphy, y luego adquirida por un coleccionista.
Los visitantes pueden manejar réplicas de los tiburones mecánicos, recrear el famoso efecto dolly zoom en su teléfono móvil (como el del rostro aterrado de Roy Scheider frente a la playa), e incluso ingresar a una réplica exacta de la cocina del barco Orca, donde los protagonistas compartían sus cicatrices acompañados de ron y canciones marineras.
Bruce, la estrella eterna
El único ejemplar completo que sobrevivió del tiburón mecánico original —el emblemático Bruce— cuelga de los techos del museo desde su apertura en 2021. Esta imponente figura de 25 pies se ha convertido, de hecho, en un ícono permanente del lugar. Amy Homma, directora del museo, lo describió como “una mascota o emblema no oficial que moldeó nuestra identidad”.
Uno de los momentos más emocionantes del estreno de la muestra fue la presentación de la banda sonora compuesta por John Williams, interpretada en vivo por una orquesta de 68 músicos, de los cuales dos habían participado en la grabación original. A través de un teclado interactivo, los visitantes pueden tocar por sí mismos el infame tema de dos notas que asoció al tiburón con una atmósfera inminente de terror.
El agua salada que convirtió a Spielberg en leyenda
Lo que comenzó como una adaptación de una exitosa novela de Peter Benchley tuvo un desarrollo tortuoso. Spielberg tomó el proyecto como un reto técnico, más que artístico. Su idea era sencilla y arrogante: “Llevar un equipo de Hollywood al medio del océano y filmar una película de monstruos. ¿Qué podría salir mal?”
Muchísimo, como pronto descubriría. La producción tuvo tantos problemas que el estudio consideró cancelarla en múltiples ocasiones. Fue la amistad, el trabajo en equipo y a menudo las improvisaciones ingeniosas —como no mostrar al tiburón completo durante las primeras escenas para crear más suspenso— lo que finalmente le dio su identidad a ‘Jaws’.
“La película me costó una libra de carne, pero me dio una tonelada de carrera”, admitió Spielberg. Lo cierto es que ‘Tiburón’ recaudó más de 470 millones de dólares y se convirtió en la más taquillera de la historia hasta ese momento, superando por mucho cualquier expectativa del estudio.
Una película que redefinió el cine y el miedo
Su influencia cultural fue tan profunda que durante años disminuyó drásticamente la asistencia a las playas de Estados Unidos. Además, inventó fenómenos hoy tan comunes como los estrenos de verano masivos, el marketing cruzado y las campañas de expectativa.
Varios críticos y expertos apuntan a ‘Jaws’ como el primer verdadero blockbuster de Hollywood: una producción de gran escala, con una campaña intensiva, que se proyectaba al mismo tiempo en cientos de salas. No fue solo una película: fue un evento cultural.
Un vistazo único al proceso creativo y técnico
La exposición dedica espacio no solo a los aspectos técnicos, como las cámaras submarinas utilizadas por el director de fotografía Bill Butler, sino también a la labor minuciosa detrás del reparto, la edición y el guion. Se expone incluso una Moviola utilizada por la editora Verna Fields, considerada una artífice esencial del éxito narrativo del film. Su labor fue reconocida con un premio Oscar en su momento.
Otros objetos incluidos son el maxilar real de un tiburón blanco utilizado como referencia visual (y que aparece brevemente en una escena), y los diarios de producción que revelan los conflictos internos del equipo.
Un homenaje imperdible para los cinéfilos
Para los fanáticos del séptimo arte, esta muestra no es solo una colección de artefactos: es un viaje íntimo al génesis de una leyenda. Permite comprender las decisiones artísticas, las adversidades sufridas y cómo ‘Tiburón’ emergió, contra todo pronóstico, como uno de los referentes más inolvidables del cine.
Además, para 2028 el museo ya ha anunciado una retrospectiva completa de la obra de Spielberg, que promete seguir revelando ángulos pocos explorados del director responsable de éxitos como “E.T.”, “Indiana Jones” y “La lista de Schindler”.
Un film anclado en la cultura popular
Desde frases inolvidables como “Vamos a necesitar un barco más grande”, hasta el miedo colectivo a lo que se esconde bajo el agua, ‘Jaws’ se infiltró en la psique popular. Ha sido parodiada en cientos de programas; su música forma parte del inconsciente sonoro colectivo, y su legado ha superado géneros y fronteras.
Su impacto es tal que, a 50 años, seguimos volviendo a esa playa imaginaria de Amity, escuchando esas notas siniestras e imaginando lo que acecha bajo la superficie. Y ahora, gracias a esta exposición, podemos revivir cómo nació ese miedo y cómo una película hecha con ingenio, sudor y resistencia, cambió el cine para siempre.
