Juan Soto hace historia, pero los Mets viven una pesadilla: ¿se escapa la postemporada?
Mientras el dominicano entra en los libros de récords, Nueva York encadena ocho derrotas consecutivas y peligra su lugar en playoffs. ¿Qué está pasando en Queens?
Juan Soto ha entrado oficialmente en la élite estadística de las Grandes Ligas. Con sus 40 jonrones, 30 bases robadas y más de 100 boletos, el dominicano se posiciona junto a dos leyendas como Barry Bonds y Jeff Bagwell. Sin embargo, esta hazaña histórica se ve empañada por un Mets en caída libre: ocho derrotas al hilo y una clasificación a playoffs cada vez más en entredicho.
Soto: un fenómeno que desafía la lógica
Lo que ha logrado Soto esta temporada es digno de Salón de la Fama. Estamos hablando de una línea estadística que solo han conseguido:
- Barry Bonds en 1996 y 1997
- Jeff Bagwell en 1997 y 1999
- Juan Soto en 2025
Sumar 40 cuadrangulares, 30 robos y 100 boletos en una sola temporada es símbolo de poder, velocidad y disciplina en el plato. Además, Soto se convierte en apenas el cuarto jugador de los Mets en lograr una campaña 30/30, y el quinto en alcanzar los 40 bambinazos en la historia de la franquicia.
Durante los últimos ocho juegos —todos derrotas—, el jardinero ha sido de las pocas luces para Nueva York: .313 de promedio, tres jonrones, cinco remolcadas y cuatro robos.
“Realmente impresionante, pero tenemos objetivos más grandes por delante”, dijo Soto tras la derrota más reciente. “La única constante es que seguimos perdiendo. No sé qué más hacer ahora mismo”.
Una caída histórica y peligrosa
El problema de los Mets no es nuevo. El calendario no perdona, y la dramatología de sus números empieza a parecerse a dos casos sonados del pasado:
- Medias Rojas de 2002: Récord de 93-69, sin clasificación.
- Marineros de 2003: Mismo balance y misma decepción.
Ambos equipos registraron al menos 45 victorias en sus primeros 69 juegos, como los Mets de 2025 (45-24 al 12 de junio). Y los tres podrían compartir una burla del destino: quedar fuera de postemporada a pesar de un gran primer tramo de temporada.
Edwin Díaz, ¿la nueva víctima?
En la debacle más reciente, el cerrador Edwin Díaz, cuatro veces All-Star, cedió la carrera de la derrota en el noveno inning tras una línea de Wyatt Langford. El hit de Texas Rangers dejó el marcador 3-2 a favor de los visitantes y elevó el récord negativo de Nueva York a 76-73.
“Hay mucha temporada por delante. Quedan dos semanas: todo puede pasar”, comentó Díaz, intentando mantener el optimismo. “Ya lo hemos hecho antes. Podemos volver a hacerlo”.
Comparación con la temporada pasada
En 2024, los Mets comenzaron con un triste balance de 24-35, pero acabaron la campaña con el mejor récord del béisbol después de esa fecha, logrando colarse en la postemporada el último día.
De ahí el discurso todavía esperanzador en el vestuario. Sin embargo, el mensaje del manager Carlos Mendoza fue claro: “Si la temporada terminara hoy, no estamos dentro. Tenemos que reaccionar ya. No hay más margen”.
Un vestuario roto entre lo individual y lo colectivo
Soto firmó un contrato astronómico de $765 millones hace menos de dos meses, apenas después de que el equipo alcanzara la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en 2024.
Con niveles históricos de inversión y una base de talento envidiable (incluyendo a Pete Alonso, Francisco Lindor y el propio Díaz), la expectativa para 2025 era más que clara: Serie Mundial o fracaso.
Los números de Soto son para enmarcar, pero el béisbol sigue siendo un deporte colectivo. Mientras él brilla, el bullpen se desmorona, el pitcheo abridor tambalea y el bateo oportuno brilla por su ausencia.
¿Qué ha pasado desde junio?
He aquí datos duros que resumen el derrumbe:
- Desde el 12 de junio: 31-49 de récord.
- Últimas 8 derrotas: 4 por una carrera.
- Promedio de bateo del equipo en esa racha: .213.
- ERA conjunta del bullpen: 5.72.
Un abismo de diferencia respecto a la versión demoledora del primer tercio de temporada.
El factor psicológico
En Nueva York se vive el béisbol de forma visceral. Las expectativas, los medios y la presión convierten cada mala semana en una crisis.
“Estamos aquí para lograr el objetivo máximo”, dijo Mendoza. “Han pasado demasiados partidos, demasiadas oportunidades. Hay que resolver, punto”.
La ansiedad ya se refleja en cada turno de bateo, cada pitcheo errático, cada jugada defensiva con dudas. El equipo necesita un cambio de energía, y lo necesita ya.
Los otros protagonistas del fin de semana: Phillies en alza, Cardinals en crisis
Mientras todo es caos en Queens, en Filadelfia la situación es diametralmente diferente. Kyle Schwarber conectó su jonrón número 51 y los Phillies ganaron su sexto encuentro seguido, acercándose a un nuevo título divisional.
En contraste, los Cardenales perdieron a su campocorto estrella Masyn Winn por el resto del año. El joven se someterá a una cirugía de rodilla y su baja se siente, sobre todo por su defensiva élite (apenas tres errores en 501 chances).
¿Y ahora qué para los Mets?
El calendario juega en su contra: quedan menos de 15 partidos y la competencia por el último comodín de la Liga Nacional está al rojo vivo, con San Francisco, Arizona y Chicago respirándoles en la nuca.
La ecuación es simple: o ganan ya o su destino estará sellado como uno de los grandes colapsos de la era del comodín.
Soto ya ha hecho lo suficiente para consolidar una campaña histórica. Ahora le toca al resto del equipo responder en la recta final si no quieren que su increíble temporada acabe con bitter sabor a derrota.
La historia espera. Nueva York también.