‘Demon Slayer: Infinity Castle’: cómo un anime japonés arrasó en la taquilla americana
La trilogía climática de Kimetsu no Yaiba comienza con números históricos para el cine de animación japonés
Una sorpresa histórica en la taquilla norteamericana
Mientras muchos esperaban que septiembre fuera un mes tranquilo tras un agosto discreto para los cines, "Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – Infinity Castle" irrumpió como un ciclón que cambió todas las previsiones de la industria cinematográfica. El film anime no solo lideró el fin de semana de estreno, sino que lo hizo con cifras tan impresionantes que dejó a sus competidores muy por detrás.
Según datos provisionales de Comscore, la película recaudó 70 millones de dólares en su debut en Norteamérica, convirtiéndose así en el estreno más grande de una película anime en suelo estadounidense. También conquistó las pantallas a nivel mundial con un arranque de 132,1 millones de dólares en su fin de semana de estreno, alcanzando un total de 177,8 millones al sumar los ingresos globales.
¿Cómo logró impactar tanto?
La clave está en tres factores principales: una base de fans apasionada, una animación de altísimo nivel y una campaña de marketing inteligente por parte de Crunchyroll y Sony, que lanzaron la película simultáneamente en Norteamérica y en otros 49 mercados internacionales. A esto se suma el hecho de que "Infinity Castle" es la primera entrega de una ambiciosa trilogía que promete culminar la épica historia iniciada en el manga de Koyoharu Gotouge.
El fenómeno ‘Kimetsu no Yaiba’
Desde su estreno en 2019, el anime Kimetsu no Yaiba se ha convertido en un fenómeno global. Ambientado en el Japón Taisho, la historia sigue a Tanjiro Kamado, un joven que se convierte en cazador de demonios tras la brutal masacre de su familia y la conversión de su hermana Nezuko en demonio. La serie combina acción sobrenatural con profundos lazos familiares y emocionales, lo que ha resonado con millones alrededor del mundo.
“El rendimiento de esta película demuestra lo impredecible que puede ser la taquilla,” indicó Paul Dergarabedian, analista principal de Comscore.
De hecho, el anterior récord de estreno para una película anime en EE. UU. lo mantenía "Pokémon: The First Movie” (1999) con 31 millones. "Infinity Castle" literalmente duplicó esa cifra en su estreno, lo cual refleja el poder del anime en el ecosistema cultural global contemporáneo.
Estética y producción de alto calibre
Uno de los sellos distintivos de este largometraje es su animación hiper detallada y dinámica, cortesía del estudio japonés Ufotable. Las coreografías de combate, los fondos exuberantes y la intensidad emocional se mantienen al más alto nivel. Infinity Castle fue denominado por crítica y fans como el culmen visual del universo Kimetsu no Yaiba.
Los fanáticos han llenado redes sociales con elogios hacia escenas específicas, como el enfrentamiento de Tanjiro y los Pilares contra los últimos miembros de los Doce Kizuki. Artículos y hilos de X (antes Twitter) abundan en referencias técnicas sobre iluminación digital, efectos de partículas y cambios de estilos de animación para resaltar momentos climáticos.
Impacto global y cultural del anime japonés
El éxito de “Infinity Castle” es apenas el último capítulo de una década dorada para el anime. Lanzamientos anteriores como “Your Name” de Makoto Shinkai (2016), “El viaje de Chihiro” de Hayao Miyazaki (2001), y la propia “Mugen Train”, película predecesora de “Infinity Castle”, han mostrado que ya no es un nicho cultural sino un fenómeno transversal.
De hecho, “Mugen Train” (2020) aún mantiene el récord de la película de anime con mayor recaudación mundial de todos los tiempos con más de 500 millones de dólares. Fue, además, la película más vista del año a nivel internacional, por delante incluso de producciones de Hollywood, un dato que dejó sin aliento a la industria occidental.
Según un informe de Parrot Analytics, el consumo global de anime creció un 118% entre 2020 y 2023, con especial crecimiento en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. Plataformas como Crunchyroll, Netflix e incluso Disney+ han apostado fuertemente por adquirir y producir contenido original de este género.
Y aún queda más por venir
El estreno de “Infinity Castle” es solo el principio de una trilogía que culminará la saga Kimetsu no Yaiba. Aún quedan dos películas más, y se espera que cada una mantenga o incluso supere la vara que ha colocado esta entrega. Además, esta estrategia de abandonar el formato serial tradicional de TV y apostar por trilogías cinematográficas parece estar siendo bien recibida por los fans y los estudios.
¿Qué dice Hollywood ante esto?
La irrupción de esta producción japonesa en el mainstream occidental ha encendido alarmas —y esperanzas— entre ejecutivos, productores y analistas del cine. ¿Puede una película japonesa doblada o subtitulada dominar el mercado estadounidense? La respuesta es hoy un rotundo sí.
En contraposición, películas como “The Conjuring: Last Rites”, que inicialmente lideraba la taquilla con 83 millones en su estreno, cayó a segundo lugar con apenas 26 millones. Si bien sigue siendo un éxito comercial, su deslizamiento en posicionamiento sugiere que incluso franquicias establecidas están en riesgo si no ofrecen algo realmente innovador.
“Septiembre, tras un agosto modesto, está demostrando ser un gran mes para el cine,” señaló Dergarabedian. “Y eso se lo debemos en gran medida a una película japonesa animada.”
El top 10 de la taquilla: diversidad de géneros y sorpresas
- 1. Demon Slayer: Infinity Castle – $70 millones
- 2. The Conjuring: Last Rites – $26 millones
- 3. Downton Abbey: The Grand Finale – $18.1 millones
- 4. The Long Walk – $11.5 millones
- 5. Toy Story (30º aniversario) – $3.5 millones
- 6. Weapons – $2.75 millones
- 7. Hamilton – $2.2 millones
- 8. Freakier Friday – $2.1 millones
- 9. Spinal Tap II: The End Continues – $1.6 millones
- 10. The Sound of Music (60º aniversario) – $1.4 millones
Más allá del entretenimiento: ¿hacia dónde va el futuro del anime?
Todo apunta a que el anime seguirá consolidando su posición como uno de los géneros más influyentes y rentables de la industria global del entretenimiento. Estudios de producción japoneses como Ufotable, MAPPA y Wit Studio están ampliando sus recursos técnicos para películas y OVA’s, con calendarios cada vez más ambiciosos.
Asimismo, la inclusión en festivales de cine internacionales, como Cannes, Berlín o Venecia, ya no es una utopía. Películas como El niño y la garza de Miyazaki y ahora Infinity Castle demuestran que el anime ha roto definitivamente las fronteras del entretenimiento para convertirse en arte global.