Justin Fields decepciona en su regreso con los Jets y la pesadilla continúa en Nueva York

El mariscal de campo fue retirado por conmoción cerebral en una dura derrota ante los Bills. ¿Un experimento que ya debe llegar a su fin?

El debut con los Jets que nadie imaginó

Cuando los New York Jets anunciaron la adquisición del quarterback Justin Fields, muchos fanáticos creyeron que finalmente había llegado el momento de dejar atrás la miseria ofensiva de las últimas temporadas. Fields, quien tuvo momentos destacados en su etapa con los Chicago Bears, prometía ser la chispa que reviviera a una franquicia que no ha visto los playoffs desde 2010. Pero, si el partido del 14 de septiembre de 2025 sirve como indicativo, el experimento apenas empieza y ya parece condenado al fracaso.

Un rendimiento ofensivo calamitoso

Antes de salir lesionado en el último cuarto, Fields tuvo una actuación que muchos describirían como desastrosa. Completó solamente 3 de 9 pases para 27 yardas. Sí, solamente 27 yardas aéreas en más de tres cuartos jugados. Si no fuera por sus 49 yardas por tierra en cinco acarreos, su presencia en el terreno habría sido casi imperceptible.

El contraste fue brutal frente a unos Buffalo Bills que dominaron completamente desde los primeros minutos. En un momento en el que los Jets perdían 30-3, Fields fue derribado por Joey Bosa y llevado a la carpa médica para una evaluación por posible conmoción cerebral. Después, se le vio con una toalla sobre la cabeza dirigiéndose al vestidor sin regresar al juego.

La misma historia de siempre: los Jets y su karma con los quarterbacks

Desde la era de Joe Namath, los Jets han experimentado un carrusel de mariscales de campo que han decepcionado, se han lesionado o simplemente no han estado a la altura. Desde Mark Sanchez hasta Zach Wilson, pasando por experimentos sin sentido como Geno Smith en sus inicios o agentes libres de bajo impacto, la franquicia parece estar atrapada en un bucle infernal.

La llegada de Justin Fields se presentó como una oportunidad para romper con esa maldición. Después de una etapa irregular en los Bears, muchos apuntaban a que un buen cuerpo técnico, línea ofensiva decente y una defensa agresiva le permitirían dar el salto. Pero ayer fue más de lo mismo: errores mentales, pobre toma de decisiones y falta de química.

Lesiones por doquier: otro golpe al frágil roster

Además de la salida de Fields, el equipo sufrió otras lesiones clave:

  • Jermaine Johnson salió por un esguince de tobillo.
  • Michael Carter II, el nickel cornerback, abandonó el juego con molestias en el hombro.
  • Tony Adams, uno de los pocos puntos sólidos en la secundaria, sufrió una lesión en la ingle.

El club salió del MetLife Stadium no solo con una abultada derrota, sino con un hospital de camino al siguiente enfrentamiento.

Luz, cámara, ¿bancarrota?

Con una audiencia nacional presenciando el descalabro, los Jets no dieron ni una sola razón para creer. Tyrod Taylor, quien reemplazó a Fields en el cuarto parcial, mostró más fluidez en dos series ofensivas que el joven QB en tres cuartos. ¿Se abre entonces la puerta para un cambio radical en la posición?

Podría parecer prematuro, pero considerando que Fields fue adquirido con esa etiqueta tácita de ser el futuro, la presión empezará a escalar directamente sobre el despacho del head coach Robert Saleh y el gerente general Joe Douglas, cuya capacidad para seleccionar quarterbacks se pone nuevamente en tela de juicio.

Un equipo sin identidad

La defensa de los Jets, que la temporada pasada fue la principal razón de competencias cerradas, parece haber perdido su mordida. El juego terrestre lució tibio y el cuerpo de receptores prácticamente invisible. El novato receptor Deonte Banks terminó el juego con cero recepciones en tres intentos. La falta de ritmo, sincronización y estrategia ofensiva es alarmante.

Por otro lado, los Buffalo Bills, liderados por un dinámico James Cook, dominaban cada faceta del juego. Cook, con más de 100 yardas terrestres y dos touchdowns, fue la estrella de la noche en East Rutherford.

¿Fracaso anunciado?

Justin Fields llegó con el estigma de ser un pasador poco refinado, pero atléticamente capaz. No obstante, su evidente dificultad para leer coberturas y procesar jugadas complejas en ritmo rápido lo condena en sistemas ofensivos como el de los Jets. La ofensiva diseñada por Nathaniel Hackett parece no ajustarse a las fortalezas del joven mariscal.

En palabras del analista Dan Orlovsky de ESPN esta semana: "Fields es uno de los quarterbacks con mayor talento físico en la liga, pero su ventana de adaptación al juego mental de la NFL ya se está cerrando".

El futuro inmediato

Aunque no se ha determinado la duración de la posible ausencia de Fields, el panorama es sombrío. Si se confirma una conmoción cerebral, podría perderse uno o dos partidos más, lo cual abriría la puerta para que Taylor o incluso un mariscal de práctica tome las riendas.

Más allá de eso, la gran incógnita es si los Jets seguirán apostando por Fields durante toda la temporada o buscarán nombres veteranos en la agencia libre. Algunos fanáticos ya piden una llamada a Carson Wentz, Joe Flacco (que fue titular en 2022 con los mismos Jets) o incluso una urgencia en buscar traspasos agresivos.

¿Y si Fields no es el problema?

Es válido también hacer una crítica estructural. Desde lo más alto de la organización, los Jets no han mostrado una visión coherente a largo plazo. El cambio de coordinadores ofensivos año tras año, la falta de desarrollo de los receptores y línea ofensiva inestable no ayudan a ningún mariscal joven.

Un dato: los Jets han tenido nueve mariscales titulares distintos en los últimos ocho años. ¿Cómo puede una franquicia prosperar con semejante inestabilidad? No es solo Fields, es el sistema.

¿Qué sigue para la franquicia?

Lo cierto es que el tiempo apremia. Los fanáticos están cansados, los medios presionan y los rivales no esperan. Próxima parada: visita complicada frente a los Seattle Seahawks. De no mostrar una cara radicalmente diferente, la temporada puede escaparse incluso antes de llegar a mitad del calendario.

Una vez más, los Jets enfrentan una encrucijada que parece sacada del Día de la Marmota. Las caras cambian, los nombres también, pero la narrativa sigue igual. ¿Será esta la última oportunidad para Justin Fields como mariscal titular? Solo el tiempo lo dirá, pero después del humillante descalabro ante Buffalo, los días soleados parecen lejanos en Nueva York.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press