El escándalo del sofá millonario: ¿Qué esconde realmente el caso Phala Phala de Ramaphosa?
Corrupción, dólares ocultos y una granja presidencial: las sombras que rodean al presidente de Sudáfrica y el juicio que podría reescribir su legado.
Una historia de política, dinero y silencio
Sudáfrica se encuentra nuevamente en el ojo del huracán, no por una crisis sanitaria o económica, sino por un escándalo de proporciones dignas de una novela policiaca. El caso Phala Phala, también conocido como el "escándalo del sofá", ha puesto en jaque al presidente Cyril Ramaphosa, quien se enfrenta a intensas críticas luego de descubrirse que ocultó cientos de miles de dólares en un mueble dentro de su granja.
El juicio de tres presuntos ladrones —Imanuwela David, Ndilinasho Joseph y Froliana Joseph— ha comenzado, pero el interés del público y la prensa internacional va mucho más allá del simple robo. La pregunta que todos repiten es: ¿Por qué había tanto efectivo escondido en un sofá presidencial?
¿Qué es la granja Phala Phala?
Se trata de una finca de vida silvestre ubicada en Limpopo, al norte de Sudáfrica, propiedad personal de Ramaphosa. Allí se crían animales exóticos y especies de ganado para su venta, principalmente a compradores adinerados y coleccionistas de fauna salvaje. Según el propio mandatario, el dinero escondido —originalmente reportado como 580,000 dólares, aunque otras fuentes indican que podrían haber sido hasta 4 millones de dólares— provenía de la venta legítima de animales.
Sin embargo, hay serias dudas sobre la legalidad y transparencia de esas operaciones, pues la gran cantidad de dinero no fue ingresada al sistema financiero formal, sino guardada en efectivo en un sofá, donde presuntamente fue robada en 2020. El hecho de que el presidente haya tardado más de dos años en reportar el robo ha levantado todo tipo de sospechas sobre evasión fiscal, lavado de dinero e incluso abuso de poder.
El detonante: Arthur Fraser entra en escena
La historia salió a la luz pública en junio de 2022, cuando el exdirector de inteligencia de Sudáfrica, Arthur Fraser, presentó una denuncia oficial en una comisaría de policía. Acusó al presidente Ramaphosa de ocultar el crimen, mover ilegalmente grandes sumas y utilizar a su equipo de seguridad para rastrear y sobornar a los ladrones.
Fraser, estrecho aliado del expresidente Jacob Zuma —quien dejó el cargo bajo serias acusaciones de corrupción—, declaró que tenía en su poder videos, fotos y detalles bancarios sobre la operación de encubrimiento. Esto generó no solo una tormenta mediática, sino una crisis institucional en plena antesala electoral.
El juicio actual: ¿justicia o espectáculo?
Actualmente, los tres imputados se enfrentan a cargos por robo, conspiración para cometer robo y lavado de dinero. Uno de ellos, Froliana Joseph, trabajaba como empleada de limpieza en la granja cuando ocurrió el delito. La fiscalía sudafricana presentó a 20 testigos clave y anticipó que el juicio podría extenderse durante al menos tres semanas.
No obstante, diferentes organizaciones civiles y partidos de oposición alegan que el proceso legal se está utilizando como cortina de humo para distraer la atención pública del papel del presidente en todo el escándalo.
El Parlamento salva a Ramaphosa, pero no su imagen
Pese a la gravedad de los hechos, una comisión parlamentaria especial liderada por el Congreso Nacional Africano (ANC), partido gobernante, bloqueó una moción de destitución contra Ramaphosa en diciembre de 2022. El presidente fue absuelto de cargos por los organismos fiscales y la Policía Nacional, aunque aún está bajo escrutinio ético y judicial.
Muchos sudafricanos lo ven como un acto de encubrimiento político en un país donde se prometió transparencia y lucha contra la corrupción tras el tumultuoso mandato de Zuma.
¿Quién es Cyril Ramaphosa?
Ramaphosa fue pieza clave en la transición democrática sudafricana. Amigo cercano de Nelson Mandela, ayudó a redactar la Constitución y fue considerado un "estadista íntegro". Empresario exitoso e influyente líder sindical, su llegada al poder en 2018 fue vista como una esperanza de cambio y limpieza institucional.
Sin embargo, con el escándalo Phala Phala, su legado tambalea. En las elecciones de 2024, el ANC perdió, por primera vez desde el fin del apartheid, su mayoría parlamentaria y debió formar un gobierno de coalición.
Una encuesta de Afrobarometer realizada en 2023 indicaba que un 63% de los sudafricanos considera que su gobierno ha fracasado en la lucha contra la corrupción, y un 47% cree que el presidente "ocultó activamente" información clave sobre el caso.
Phala Phala en el contexto internacional
Aunque se trata de un caso nacional, ha captado la atención global debido a su paralelismo con casos similares en otras partes del mundo. Por ejemplo, recuerda al famoso "Watergate" o incluso al "Panama Papers", por el uso de circuitos financieros informales, presunta corrupción de funcionarios, y el papel dudoso del aparato estatal.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han manifestado su preocupación sobre el impacto del caso en los niveles de inversión extranjera directa y en la confianza institucional del país africano.
Un test de moralidad política
Más allá de la legalidad del asunto, el caso ha disparado un debate filosófico sobre la ética del poder. ¿Es aceptable que un jefe de Estado oculte dinero en efectivo, aunque este provenga de actividades legítimas? ¿Debe aplicarse un estándar moral más estricto para quienes ocupan los cargos más altos?
Para muchos activistas, la respuesta es clara: Ramaphosa ha traicionado las bases de honestidad sobre las cuales construyó su campaña política. En palabras de Lebogang Seabe, miembro del movimiento Occupy Luthuli House: "Si el presidente no puede dar ejemplo, nadie puede".
¿Y ahora qué?
- El juicio continuará con la declaración de testigos clave y la posible presentación de evidencia por parte de la defensa.
- Ramaphosa, aunque no imputado directamente, seguirá bajo el reflector político y judicial.
- Se esperan nuevas manifestaciones sociales exigiendo mayor transparencia.
- La reputación de Sudáfrica como referente democrático en África se juega mucho en este proceso.
Resulta paradójico que un presidente que llegó al poder con la promesa de erradicar la corrupción tenga su mandato marcado por un episodio de dinero escondido en muebles. El juicio no solo determinará la culpabilidad de tres personas, sino que podría definir el legado completo de Cyril Ramaphosa y la dirección política futura de Sudáfrica.