Lamar Jackson redefine el juego: el brazo detrás de los Ravens

Pese a una ofensiva terrestre bloqueada, Baltimore encuentra en su mariscal MVP un líder letal desde el aire

Lamar Jackson calla a los críticos: no solo corre, también lanza

El domingo pasado, los Baltimore Ravens demostraron algo que hace tiempo necesitaban: pueden ganar sin que Lamar Jackson corra como loco. En la victoria 41-17 sobre los Cleveland Browns, Jackson lanzó cuatro pases de touchdown y no cometió errores graves, consolidándose como el motor ofensivo del equipo, incluso en un partido donde el juego terrestre fue prácticamente inexistente.

Con solo 45 yardas totales por tierra, Baltimore registró su peor desempeño terrestre con Jackson como titular. Ni el recién llegado Derrick Henry pudo causar impacto, siendo reducido a apenas 23 yardas. Sin embargo, eso no significó que los Ravens perdieran el control del partido. Lejos de eso, lo dominaban.

Un brazo MVP: estadísticas que impresionan

Lamar Jackson no solo evitó entregas de balón en situaciones comprometidas, sino que además se unió a una élite histórica. Con una calificación de pasador de 102.6, Jackson superó a Aaron Rodgers como líder de todos los tiempos en ese departamento, mínimo para quarterbacks con cierto número de intentos. En 10 partidos consecutivos ha registrado al menos 2 touchdowns por pase y un rating superior a 90, algo que solo otros seis mariscales han hecho incluyendo a Tom Brady, Drew Brees y Patrick Mahomes.

Esta temporada, tras solo dos semanas, Jackson ya suma 6 touchdowns por pase y 0 intercepciones, manteniendo el ritmo que lo hizo merecedor del MVP en dos ocasiones.

Repartiendo juego como nunca antes

Parte del éxito aéreo viene de la capacidad de Jackson para diversificar su ataque. Receptores como Tylan Wallace y Tez Walker han emergido como amenazas reales. Walker anotó dos veces ante los Browns y Wallace sumó su segundo touchdown como profesional. Además, el veterano DeAndre Hopkins sigue siendo fiable con un touchdown en cada uno de los dos primeros encuentros.

Si bien Zay Flowers y Rashod Bateman siguen siendo los titulares indiscutibles, la variedad de opciones ha permitido a Jackson leer el campo mejor que nunca y proteger el balón.

Defensa, equipos especiales y mentalidad ganadora

No todo recayó en Jackson. El equipo anotó un touchdown defensivo y generó oportunidades claves a partir de un bloqueo de despeje y un retorno de intercepción largo. El linebacker estrella Roquan Smith brilló con tres tacleadas para pérdida y un touchdown defensivo de 63 yardas.

El entrenador John Harbaugh elogió el temple de su equipo para no caer en errores bajo presión. En sus primeras tres series ofensivas, iniciaron dentro de su propia yarda 11 (¡una incluso desde la 4!), y aunque no sumaron puntos, tampoco entregaron el balón, evitando que la defensa de Cleveland inclinara el juego a su favor.

“Nuestra ofensiva empezó tres veces adentro de su yarda 10, incluso una dentro de su yarda 5. No cometimos errores. Esa fue la clave del triunfo”, dijo Harbaugh tras el partido.

Lo que debe mejorar: línea ofensiva y salud

Si bien la variedad aérea ocultó muchos problemas, el hecho es que los Ravens corrieron solo para 45 yardas. Cleveland utilizó una estrategia de defensa que “blitzaba el juego terrestre”, incluso sin enviar un blitz formal. Colocaron sus defensores cerca de la línea de golpeo y arruinaron los bloqueos antes de que iniciaran las jugadas.

También se acumulan las preocupaciones por lesiones defensivas. Kyle Van Noy (muslo) y Marlon Humphrey (ingle) salieron tocados del juego. Aunque no perderán la temporada, su ausencia puede comprometer la solidez defensiva en próximas jornadas. A esto se suma la baja prolongada del fullback Patrick Ricard por una lesión en la pantorrilla.

El factor confianza: lecciones tras la derrota previa

La semana anterior, Baltimore desperdició una ventaja de 15 puntos frente a los Bills y cayó 41-40, en un partido fatídico para sus aspiraciones. Pero según Jackson, esa derrota encendió una chispa:

“Lo que pasó la semana pasada no se puede cambiar. Solo podemos mirar hacia adelante”, explicó.

Y así lo hicieron. Lograron contener a uno de los frentes defensivos más agresivos de la liga, y retomaron impulso en la carrera por el liderato de su división.

¿Baltimore candidato real para el Super Bowl?

Es temprano para postular con fuerza a cualquier equipo, pero hay señales alentadoras. En años anteriores, los Ravens habían sido catalogados como un equipo “unidimensional”, cuya suerte dependía de si Lamar Jackson podía correr libremente. Ese ya no parece ser el caso.

Ahora, con una defensa revitalizada, una ofensiva aérea moderna, profundidad en cuerpo de receptores y un quarterback que lidera la liga en rating, Baltimore dispone de una ecuación ganadora. No requieren perfección en el suelo si Jackson puede mover el balón con eficiencia y sin errores.

Lo que viene: una verdadera prueba contra Detroit

En la próxima jornada, Jackson y compañía recibirán a los Detroit Lions en un atractivo duelo de Lunes por la noche. Los Lions, con una defensa sólida y una mente ofensiva creativa guiada por Jared Goff, pueden representar el mayor desafío de la temporada hasta el momento.

Será una nueva ocasión para comprobar si la versión 2025 de los Ravens es la más completa de la era Lamar Jackson, y si verdaderamente se perfilan como contendientes al Super Bowl.

Si la historia se repite —y Jackson continúa lanzando con precisión quirúrgica, rodeado de armas eficaces y una defensa que sabe anotar—, habrá que empezar a verlos con otros ojos: no como un equipo que puede ganar, sino como uno que debe hacerlo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press