Tres equipos, tres proyectos: la juventud y los errores están cobrando factura en la NFL
Titans, Broncos y Vikings buscan consagrar a sus quarterbacks novatos mientras lidian con errores, lesiones y frustración colectiva
El inicio de la temporada 2025 de la NFL nos ha presentado una narrativa común entre varias franquicias: la apuesta por la juventud, específicamente en la posición de quarterback, con la esperanza de pavimentar un futuro brillante. Sin embargo, la juventud también conlleva errores y aprendizaje bajo fuego. En esta crónica y análisis, exploramos tres casos concretos: los Tennessee Titans, los Denver Broncos y los Minnesota Vikings. Tres proyectos con sabor a reconstrucción, mucho talento joven y una carga de frustración considerable.
Tennessee Titans: destellos de esperanza en un 0-2 doloroso
Los Titans iniciaron esta temporada con fichas puestas en su joven mariscal de campo, Cam Ward, quien busca abrirse camino en la liga bajo la tutela del head coach Brian Callahan. Con un récord de 0-2, Tennessee ha sido capaz de competir contra equipos de calibre de postemporada como los Rams y los Broncos, pero sus errores han sido demasiado costosos.
Ward ha mostrado progresos: conectó con Elic Ayomanor para el primer touchdown de ambos como profesionales. Ayomanor, cuarta ronda del draft desde Stanford, ha sido una grata revelación promediando 11.5 yardas por recepción. A pesar de ello, el equipo solo ha logrado un touchdown en dos partidos, siendo el pateador Joey Slye su mejor baza ofensiva con ocho goles de campo.
El gran problema está en la protección. Tennessee ha permitido 11 sacks en dos partidos, colocando a Ward entre los mariscales más golpeados al arranque de carrera, codeándose con nombres como David Carr (15), David Klingler (14) o Archie Manning (13).
Como dijo Callahan: “Tenemos que encontrar la forma de ganar un juego”. Y eso urge antes de enfrentar a los Colts de visitante.
Denver Broncos: los pequeños detalles que cuestan partidos
Los Broncos, liderados por el experimentado Sean Payton, también han tenido un arranque dispar (1-1). Aunque mostraron contundencia en zona roja (3 de 3 en touchdowns frente a los Colts), los errores en equipos especiales los dejaron sin victoria en un juego vital.
El pateador Wil Lutz falló un intento de 42 yardas con menos de cuatro minutos en el reloj, y una agresiva —y erróneamente ejecutada— jugada en intento de bloqueo permitió a Indianápolis ganar el duelo con un gol de campo de 45 yardas tras un castigo.
Payton asumió la culpa: “Eso es culpa mía. No es de Darren (Rizzi, coordinador de especiales), ni de Tillman”, dijo el coach, refiriéndose al linebacker que cometió el castigo por empujar ilegalmente.
El ataque, por otro lado, sigue sin carburar cuando más importa: fracasó en sus últimas tres posesiones en una derrota que tenían en la bolsa. El receptor Troy Franklin se perfila como una pieza clave, con 8 atrapadas para 89 yardas y un touchdown frente a los Colts.
Minnesota Vikings: el precio de forjar a un mariscal novato
El fenómeno J.J. McCarthy ha generado muchas expectativas en Minnesota desde que asumió el puesto de titular. El joven de 22 años tuvo una actuación mágica frente a Chicago en la Semana 1, pero los Falcons lo devolvieron a tierra con un 22-6 que evidenció lo lejos que está el equipo de ser competitivo de forma constante.
McCarthy fue presionado sin descanso. El entrenador Kevin O’Connell lo defendió: “Está aprendiendo en el camino. No esperábamos perfección”. Aun así, lo golpearon como un veterano: seis capturas y tres pérdidas de balón, incluyendo un pase interceptado y un fumble en momentos críticos.
La ofensiva de los Vikings apenas ha ejecutado 95 jugadas en dos partidos —la menor cantidad de la liga— y es tercera en menor posesión de balón. Las fallas en protección, penalizaciones y un juego terrestre inexistente también agravaron una lesión de tobillo con la que McCarthy probablemente se perderá el siguiente partido frente a los Bengals.
La defensa mostró algo de firmeza, como limitar a solo un touchdown de cinco posesiones en zona roja de Atlanta, pero permitir 218 yardas por tierra demuestra una debilidad importante sin sus titulares clave.
Similitudes: juventud, errores e inconsistencia
- Los tres equipos están en proceso de renovación, apostando por rookies o jugadores jóvenes en posiciones clave.
- Los quarterbacks novatos han mostrado luz y sombra en apenas dos semanas de competencia. Ward ya estrenó su cuenta personal, mientras McCarthy vivió el alto y bajo del profesionalismo. En Denver, aunque aún no hay un mariscal novato, siguen dependiendo de reconstruir un sistema ofensivo eficiente.
- Los errores de ejecución están costando partidos. Desde capturas y balones sueltos hasta decisiones tácticas como intentos erróneos de bloqueo, las tres franquicias parecen encontrar maneras de hacerse daño a sí mismas.
¿Qué necesita cambiar?
El coaching debe ser más responsivo a los contextos. Callahan necesita proteger mejor a su mariscal. Payton, aunque experimentado, ha fallado en decisiones cruciales. O’Connell, por su parte, debe simplificar la ofensiva para un quarterback en desarrollo.
Además, las líneas ofensivas requieren mejoras urgentes. Las estadísticas son reveladoras: Titans permitieron 11 sacks, los Vikings luchan con múltiples lesiones y penalidades, y Denver retrocedió tras un arranque sólido en Week 1.
Y finalmente, la disciplina debe mejorar. Entre castigos, entregas de balón y confusión estratégica, los detalles han sido el talón de Aquiles.
Una apuesta que vale la pena (si se hace bien)
Desarrollar un mariscal joven no es cosa fácil. A lo largo de la historia de la NFL, solo unos pocos hombres han triunfado desde el día uno —piénsese en Dan Marino, Ben Roethlisberger, o más recientemente Justin Herbert—. Para que la inversión de estos tres clubes dé frutos, necesitan paciencia... y ajustes inmediatos.
Como dijo Cam Ward: “En algún momento, tienes que salir y simplemente tomarlo”. Mejor dicho, imposible.
El fútbol estadounidense es despiadado con quienes tardan demasiado en encontrar su camino. Titans, Broncos y Vikings aún tienen tiempo. Pero la ventana para dejar una huella comienza a cerrarse desde Week 1.