El regalo récord que podría eliminar la deuda estudiantil en una universidad pública de EE. UU.

En un momento en el que el costo de la educación superior en Estados Unidos continúa siendo fuente de angustia para millones de estudiantes, una universidad pública en Virginia Occidental ha dado un paso audaz hacia una solución definitiva. Marshall University anunció recientemente un donativo histórico de 50 millones de dólares hecho por su actual presidente, Brad Smith, y su esposa, Alys Smith. Esta cifra no solo marca el mayor aporte monetario en la historia de la institución, sino que es el mayor donativo realizado por un presidente en funciones a la institución que dirige.

Una propuesta que va más allá de las becas tradicionales

La generosa donación está destinada al programa "Marshall For All", una iniciativa sin precedentes cuyo objetivo es permitir que los estudiantes obtengan un título sin necesidad de endeudarse. A través de una combinación de becas, subvenciones gubernamentales, aportaciones familiares y oportunidades laborales dentro del campus, la universidad busca que sus alumnos concluyan la licenciatura libres de préstamos estudiantiles.

Actualmente Marshall University cuenta con casi 10.000 estudiantes de pregrado y 3.000 de posgrado. El plan es expandir el programa "Marshall For All" de tal manera que para 2037 — año de su bicentenario — todos los estudiantes puedan graduarse libres de deudas.

"Estamos honrados de apoyar a la Universidad Marshall y el programa Marshall For All. Nuestra razón es simple: nivelar el campo de juego en Virginia Occidental y Appalachia", declararon Brad y Alys Smith.

Una historia de compromiso personal

Este gesto filantrópico tiene raíces profundamente personales. Brad Smith, ex CEO de Intuit y actual presidente de la universidad desde enero de 2022, ha cargado consigo una motivación inspirada en sus padres.

Durante su investidura, realizada en honor al cumpleaños de su difunto padre, Smith expresó: "Mis padres han sido y siguen siendo mi brújula moral. Se comprometieron a que sus hijos tuvieran acceso a la universidad, y sacrificaron mucho para lograrlo". Añadió que ahora él y su esposa se sienten bendecidos de poder transformar esa promesa en una oportunidad para las generaciones futuras.

¿Cómo funciona el programa Marshall For All?

El programa, en su configuración actual, tiene dos rutas:

• Matrícula y cuotas cubiertas en su totalidad para estudiantes de Virginia Occidental cuya familia tenga ingresos anuales inferiores a $65.000.
• Título sin deudas y experiencia laboral significativa para estudiantes seleccionados al azar, tanto del estado como de condados elegibles de estados vecinos cercanos al campus de Huntington.

Ambas rutas buscan no solo aliviar la carga financiera, sino también garantizar que los estudiantes adquieran experiencia práctica y profesional mientras estudian.

Un modelo potencial a replicar en todo el país

Este tipo de enfoque innovador plantea una pregunta válida: ¿puede ser replicado en otras universidades públicas de Estados Unidos? El eterno debate sobre el financiamiento de la educación superior ha vuelto a florecer en los últimos años a medida que la deuda estudiantil ha alcanzado niveles alarmantes. Según datos del Departamento de Educación de EE. UU., la deuda total por préstamos estudiantiles asciende a más de 1.77 billones de dólares, afectando a más de 43 millones de prestatarios.

La naturaleza transformadora del donativo de los Smith podría establecer un precedente. Además, al ser una propuesta que equilibra ayuda institucional, subvenciones gubernamentales y trabajo estudiantil, ofrece una fórmula escalable que otras universidades podrían adaptar a sus contextos financieros y demográficos.

El impacto en la región: Appalachia y el acceso a la educación

Virginia Occidental y otras partes de la región de los Apalaches enfrentan históricamente altos niveles de pobreza y menor acceso a educación superior de calidad. Programas como "Marshall For All" podrían ser fundamentales en romper ciclos generacionales de pobreza.

De acuerdo con datos del Appalachian Regional Commission, muchas regiones dentro de Appalachia están marcadas por factores como menor expectativa de vida, ingresos per cápita más bajos y acceso limitado a recursos educativos. Ofrecer educación superior libre de deudas en estas áreas puede tener un efecto dominó no solo en el bienestar individual, sino también en el desarrollo económico local.

El poder simbólico del liderazgo con el ejemplo

El hecho de que la mayor donación en la historia de la Universidad Marshall provenga de su presidente en funciones resuena con un mensaje claro: los líderes pueden y deben ser los primeros inversionistas en la misión e impacto de la institución que dirigen.

Este gesto no solo proyecta una fuerte imagen de compromiso, sino que podría también inspirar a exalumnos y otros filántropos a involucrarse económicamente con la universidad. En palabras de Nico Karagosian, presidente de la Marshall University Foundation:

"Este regalo es transformador. No se trata solo del monto, sino del efecto que genera una declaración tan clara de fe en el futuro de nuestros estudiantes".

¿Qué sigue para Marshall University?

Con esta inyección económica y una visión clara, Marshall University está posicionándose no solo como un centro de estudios, sino como una institución comprometida con la justicia educativa. A medida que se acercan a su bicentenario, el objetivo de presentar a su primera generación universitaria completamente libre de deudas se vuelve más tangible.

El éxito de este programa podría significar mucho más que estadísticas de graduación o tasas de empleabilidad. Podría simbolizar una refundación del propósito universitario en tiempos donde el acceso a la educación de calidad cae cada vez más victimizado por la desigualdad económica.

Y mientras otras universidades luchan por equilibrar sus presupuestos o aumentar sus matrículas, Marshall puede estar trazando un nuevo camino — uno en el que quien posee los medios, también asume la responsabilidad.