El veredicto histórico del tribunal de paz en Colombia: ¿Justicia restaurativa o impunidad encubierta?
Los exlíderes de las FARC fueron hallados culpables por 21,000 secuestros. La Sentencia de la JEP reaviva el debate nacional sobre justicia, reparación y perdón.
Un paso sin precedentes hacia la justicia en Colombia
En un fallo que cambiará para siempre el curso del posconflicto colombiano, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) emitió su primera sentencia por crímenes de guerra, responsabilizando a siete exlíderes de las FARC por una política sistemática de secuestros masivos cometidos durante décadas de guerra interna. Esta decisión, aunque esperada por años, ha generado opiniones divididas entre quienes celebran un paso hacia la reconciliación y quienes aún claman por penas más severas.
El veredicto impacta profundamente a nivel social y político, no solo por lo que significa jurídicamente, sino por las posibles repercusiones que traerá a las víctimas y al modelo de justicia restaurativa adoptado por Colombia en el marco del Acuerdo de Paz de 2016.
El horror de los secuestros sistemáticos
La JEP concluyó, tras años de investigación, que las FARC secuestraron al menos 21,000 personas entre civiles, militares y políticos. Algunos eran retenidos para obtener dinero mediante el pago de rescates, mientras que otros eran utilizados como moneda de cambio para lograr la liberación de guerrilleros presos.
El relato de las víctimas estremeció incluso a los jueces. Según los testimonios recolectados por la JEP, muchos de los secuestrados eran encadenados, encerrados en jaulas e incluso sometidos a abusos sexuales. Las FARC no solo fallaron en controlar a sus filas sino que, deliberadamente, recurrieron a estos actos como parte de su estrategia militar y financiera.
"Esta sentencia no borra el sufrimiento de las víctimas, pero reconoce con fuerza que lo que vivieron fue inhumano e injustificable", dijo el presidente del Tribunal, Camilo Suárez, al anunciar el fallo.
¿Cuál es el castigo?
Contrario a las expectativas de muchos ciudadanos, los siete excomandantes no recibirán condenas privativas de la libertad en cárceles ordinarias. En lugar de ello, deberán dedicar ocho años a labores reparadoras dentro del país:
- Buscar e identificar cuerpos de desapariciones forzadas
- Remover minas antipersonal de zonas rurales
- Participar en actos simbólicos de perdón y reparación con las víctimas
- Estar vigilados por medios electrónicos y cumplir horarios estrictos
Este enfoque, propio de la justicia transicional, ha dividido a Colombia. Si bien cumple con los requisitos del sistema acordado en La Habana en 2016, muchos consideran que lo propuesto no es suficiente ante la magnitud del daño causado.
¿Justicia, reconciliación o impunidad?
La JEP fue creada precisamente para evitar que los crímenes cometidos durante el conflicto armado quedaran impunes. Según el diseño del acuerdo, quienes reconozcan su responsabilidad, colaboren y reparen a las víctimas tienen derecho a penas alternativas.
Una parte de la sociedad respalda este modelo. En palabras del constitucionalista Rodrigo Uprimny, "la justicia transicional debe contribuir más a la verdad y la reparación que a imponer largas penas que no resuelven las causas del conflicto".
Sin embargo, colectivos como Víctimas Visibles, señalan que este fallo puede sentar un mal precedente: "No es justicia que quienes secuestraron, torturaron y asesinaron, hoy anden libres por el país como si nada", denunció Maribel Quintero, cuyo esposo estuvo plagado por cinco años y nunca fue hallado.
Un proceso imperfecto, pero necesario
Desde su instalación, la JEP ha enfrentado múltiples desafíos: falta de presupuesto, amenazas a sus magistrados y críticas tanto de la derecha política como de sectores de izquierda descontentos con algunas decisiones. Aun así, ha logrado documentar más de 17 macrocasos que agrupan miles de hechos clave del conflicto armado, entre ellos:
- Falsos positivos: homicidios de civiles por parte del Ejército, presentados como bajas en combate
- Reclutamiento de menores por parte de grupos armados
- Violencia sexual sistematizada
- Desplazamientos masivos y despojo de tierras
Con más de 13,000 comparecientes entre exguerrilleros, militares y terceros civiles, la JEP se ha convertido en una de las piezas clave para entender el rompecabezas de más de cinco décadas de guerra.
¿Qué viene ahora?
Esta sentencia es solo el primero de varios fallos proyectados para este año. En los próximos días la JEP dictará veredicto en el caso de los llamados falsos positivos, donde cerca de 6,402 civiles asesinados por el Ejército fueron reportados como guerrilleros muertos en combate entre 2002 y 2008.
De igual forma, el tribunal espera avanzar en el juicio contra paramilitares y empresarios involucrados en el conflicto, ampliando su campo de acción más allá de las FARC.
¿Logrará Colombia reconciliar su pasado sin renunciar a la justicia? Es una pregunta abierta que dependerá no solo de los tribunales, sino de una sociedad que aún lidia con sus heridas.
Frases que marcan la historia
“El perdón no es olvido. Es memoria sin rencor.” — Isabel Allende
“La paz no se construye con frases bonitas, sino con verdad, justicia y garantías de no repetición.” — José Gregorio Hernández, exmagistrado de la Corte Constitucional
Datos clave del conflicto y la JEP
- Duración del conflicto armado en Colombia: Más de 50 años
- Total de víctimas registradas (según el Centro Nacional de Memoria Histórica): más de 9 millones
- Año de firma del Acuerdo de Paz con las FARC: 2016
- Creación de la JEP: 2017
- Número total de secuestros atribuidos a las FARC (según JEP): 21,396
La justicia restaurativa que hoy protagoniza el escenario colombiano no pretende simplemente castigar, sino transformar. Sin embargo, sin un compromiso real de arrepentimiento, verdad total y reparación tangible, corre el riesgo de ser usada como mecanismo de evasión.
Este fallo, pese a sus límites, representa un hito. Es la primera vez en América Latina que una guerrilla es juzgada por crímenes de guerra en una corte especializada creada por la paz. Y eso, en sí mismo, debe ser reconocido por todos los sectores sociales, políticos y humanos de un país que ansía cerrar las heridas del pasado.
Para seguir el desarrollo del segundo fallo de la JEP y más información sobre el proceso de paz en Colombia, visita apnews.com/hub/latin-america.