Hong Kong apuesta por la inteligencia artificial y la educación superior para revitalizar su economía

El liderazgo de John Lee marca una nueva era económica con la ambiciosa apuesta por el desarrollo del Northern Metropolis, más allá de su pasado financiero

Un nuevo motor económico al norte de Hong Kong

La ciudad de Hong Kong se encuentra en una encrucijada. Tras años de agitación política y un creciente control desde Pekín, el reto ahora es recuperar su antiguo prestigio internacional como centro financiero, pero diversificándose en nuevos sectores estratégicos. En su discurso político anual, el Jefe Ejecutivo de Hong Kong, John Lee, presentó una hoja de ruta ambiciosa que busca transformar el panorama económico del territorio mediante el desarrollo de un proyecto llamado Northern Metropolis: una megazona tecnológica y educativa junto a la frontera con Shenzhen.

El proyecto, propuesto inicialmente en 2021 por Carrie Lam, contempla la creación de una ciudad nueva que integrará centros de investigación en inteligencia artificial (IA), biotecnología, nuevas energías y educación universitaria de alto nivel. Se prevé que esta zona proporcione 650,000 empleos y albergue hasta 2.5 millones de personas.

La tecnología como eje central

Uno de los focos más destacados de la propuesta de Lee es impulsar el desarrollo de la industria de la inteligencia artificial y ciencia de datos. En ese sentido, el Gobierno subastará un terreno de 10 hectáreas este mismo año para construir un clúster de centros de datos y planea lanzar un instituto de investigación en IA en 2026. Este paso busca posicionar a Hong Kong como un jugador relevante en la escena tecnológica global frente a potencias como Singapur, Silicon Valley o incluso el propio Shenzhen.

La importancia estratégica de la IA va más allá de lo económico. Según un informe de McKinsey de 2023, la IA podría agregar hasta 13 billones de dólares al PIB global para 2030. Hong Kong está decidido a no quedarse atrás.

Retos post-pandemia y desgastes de imagen

A pesar de los esfuerzos de diversificación económica, Hong Kong sigue enfrentando retos importantes. Tras las protestas de 2019 y la promulgación de leyes de seguridad nacional impuestas por Beijing, el territorio ha perdido parte de su atractivo como un centro económico libre y autónomo. Además, la pandemia de COVID-19 dejó cicatrices visibles: tiendas vacías, restaurantes cerrados y una preferencia creciente de sus habitantes por cruzar la frontera hacia el continente en busca de servicios más económicos.

Si bien el PIB creció un 3.1% en el segundo trimestre de 2025, y Hong Kong lideró el ranking global en fondos captados por OPI gracias a empresas chinas que evitan las bolsas estadounidenses, sectores como el retail muestran signos de debilidad.

Universidades como puentes internacionales

Además de la IA, otra apuesta fundamental consiste en transformar Hong Kong en un hub educativo internacional. Esto incluye:

  • Incrementar el cupo de estudiantes internacionales en universidades públicas.
  • Construcción de más residencias estudiantiles.
  • Inversión de 40 millones de HKD (unos $5 millones USD) para atraer alumnos y profesores del extranjero.

En un contexto en el que Estados Unidos endureció el acceso de estudiantes internacionales durante la era Trump, Hong Kong busca llenar ese vacío ofreciendo una alternativa educativa de nivel mundial en un entorno más accesible para estudiantes asiáticos y del mundo árabe.

Las nuevas energías también tienen su lugar

Otro sector que destaca en el plan de Lee es la apuesta por energías limpias y farmacéutica. Si bien los detalles aún son escasos, el mensaje es claro: Hong Kong no solo será legal y financiero, sino también tecnológico, médico y sostenible.

Un contexto complicado: turismo en declive y desempleo persistente

Entre enero y julio de 2025, las ventas minoristas bajaron notablemente, y aunque la tasa de desempleo se sitúa en un aceptable 3.7%, los números ocultan otro problema: empleos estables han sido reemplazados por empleos temporales o de baja calidad. El problema del turismo también persiste: muchos visitantes han optado por pasar fines de semana en el vecino Shenzhen que ofrece precios más competitivos y nuevas ofertas de entretenimiento y compras.

Leyes, simplificación y atracción de inversión

Para implementar este plan, Lee propuso reformas legales que simplifiquen la creación de empresas dentro del parque industrial, así como procesos de aprobación más rápidos para nuevas construcciones. El objetivo es reducir los tiempos y costos burocráticos que en el pasado han apagado el entusiasmo inversor.

"Mi objetivo final en el gobierno es mejorar la vida de las personas", dijo Lee. "El bienestar de nuestro pueblo está ligado a la salud de nuestra economía".

Un toque de historia: patriotismo y educación nacional

Una sección más polémica del plan fue el anuncio de promover lo que Lee llamó una "ruta educativa roja" en colaboración con Shenzhen. Se trata de un programa turístico y educativo que busca reforzar la identidad nacional de Hong Kong, incluyendo una revisión del rol de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial.

Los detractores aseguran que estas iniciativas son parte de un plan más amplio para alinear cultural e ideológicamente a la población con la narrativa de Pekín, mientras que los defensores argumentan que ayuda a fortalecer el sentido de pertenencia nacional.

¿Competencia o colaboración con China continental?

Una de las grandes preguntas es cómo se ajustará este nuevo modelo con respecto a Shenzhen, que ya es un centro avanzado en tecnología y donde los costos son más bajos. ¿Podrán coexistir? ¿O Hong Kong terminará siendo una especie de suburbio sofisticado de Shenzhen?

Los expertos sugieren que la clave estará en diferenciar habilidades: mientras Shenzhen domina la manufactura avanzada, Hong Kong puede liderar en diseño, legalidad internacional, calidad educativa e investigación de frontera.

¿La próxima Singapur?

El gran objetivo tácito es subir al mismo podio que Singapur, por años la ciudad-estado modelo de Asia en innovación, gobernanza y economía del conocimiento. El camino no será fácil. El modelo basado exclusivamente en servicios financieros ha caducado. En un mundo post-pandemia, multipolar y en tensión por la rivalidad China-EEUU, Hong Kong necesita reinventarse con urgencia, pero sin perder su alma.

En palabras de un analista del South China Morning Post: "La única manera de que Hong Kong sobreviva es dejar de vivir de su pasado y comenzar a pensar como ciudad del futuro".

Este artículo fue redactado con información de Associated Press