Protestas, Putin y un nuevo rumbo económico: La tormenta política que sacude a Eslovaquia

Robert Fico enfrenta su momento más tenso tras medidas de austeridad y una política exterior pro-Rusia que divide al país

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Por: Redacción Mundo | Septiembre 2025

Una nación en las calles: la nueva ola de movilizaciones contra Robert Fico

El pulso político en Eslovaquia se agita como pocas veces en su historia moderna. Miles de eslovacos salieron nuevamente a las calles este martes en una jornada que reunió multitudes en al menos 16 ciudades, incluida la capital, Bratislava. ¿La razón? El hartazgo creciente frente a las políticas del primer ministro Robert Fico—especialmente su acercamiento con Vladimir Putin y las duras medidas de ajuste económico impulsadas por su gobierno.

La presión en las calles no es cosa menor. Lideradas por partidos de oposición como Progressive Slovakia, Freedom and Solidarity, los Demócratas y los Demócratas Cristianos, las protestas visibilizan un consenso importante entre diveras almas políticas: el rechazo a un liderazgo que, para muchos, ha traicionado los valores democráticos y el rumbo atlántico de Eslovaquia.

Viaje a China y una foto con Putin: el catalizador

El descontento no surgió de la nada. Uno de los factores desencadenantes fue el reciente viaje de Fico a Beijing, donde se reunió por tercera vez con el presidente ruso Vladimir Putin desde el inicio de la invasión a gran escala en Ucrania. Este gesto ha generado indignación en gran parte de la opinión pública y entre sus rivales políticos, especialmente porque Fico fue el único líder europeo en asistir a un desfile militar organizado por el presidente chino Xi Jinping para conmemorar el fin de la Segunda Guerra Mundial.

“Estamos hartos de Fico”, coreaban los manifestantes en la simbólica Plaza de la Libertad de Bratislava.

Michal Šimečka, líder del partido Progressive Slovakia, fue enfático durante su discurso frente a miles de personas: “Somos diferentes entre nosotros, pero les garantizo que vamos a trabajar juntos contra esta deriva autoritaria".

Un paquete de austeridad que ahoga a la clase media

En paralelo con sus polémicas en política exterior, la administración Fico aprobó recientemente un paquete de medidas económicas de austeridad que ha generado una tormenta entre sindicatos, empresarios y ciudadanos comunes. Entre los puntos más criticados se encuentran:

  • Aumento del IVA en algunos productos alimenticios
  • Incremento de impuestos a la renta para altos ingresos
  • Reducción de días festivos a nivel nacional
  • Más impuestos a la seguridad social y salud

Estas políticas, argumenta el gobierno, buscan recortar un preocupante déficit público que cerró 2024 en el 5.3% del PIB, el segundo más alto de la eurozona. Para este año, se espera que incluso supere al 5%, lejos del límite del 3% exigido por la Unión Europea.

¿Una alarma populista con aroma a Budapest?

Las comparaciones con Viktor Orbán no se han hecho esperar. Fico, quien regresó al poder en 2023 con un mensaje marcadamente antieuropeísta, anti-OTAN y claro tinte prorruso, recuerda a su homólogo húngaro en muchos aspectos: control de los medios públicos, reformas judiciales controvertidas y una política exterior ambivalente que choca con la estrategia común de la UE.

“Slovaquia está en peligro de convertirse en una segunda Hungría”, advirtió una editorial del influyente diario SME.

Además, Fico ha utilizado un discurso polarizante que ataca a las ONG, crítica a la prensa independiente y presenta a la oposición como “enemigos del pueblo”—una narrativa que coincide con las estrategias de otros populismos iliberales en el continente.

El factor geopolítico: Eslovaquia entre dos mundos

Eslovaquia se encuentra estratégicamente posicionada en Europa Central, con fronteras con Ucrania, Polonia, Austria, Hungría y República Checa. Su inclusión en la UE y en la OTAN fue, durante años, una apuesta firme hacia Occidente. Sin embargo, el viraje de Fico hacia China y Rusia ha colocado al país centroeuropeo en una posición comprometida.

Las reuniones de Fico con Putin no solo simbolizan un giro discursivo, sino también estratégico. Participar en un evento militar en China durante un contexto de guerra activa en Ucrania y tensiones en el Indo-Pacífico crea fisuras geopolíticas entre Eslovaquia y sus socios europeos.

Fico: ¿el último caudillo del este europeo?

Robert Fico no es un novato en el oficio. Este es su cuarto mandato como primer ministro. Fundador del partido Smer-SD—autodenominado socialdemócrata pero cada vez más nacionalista y conservador—, ha sido una figura polarizante desde los años 2000. Su caída en 2018, tras el asesinato del periodista de investigación Ján Kuciak, pareció marcar un antes y un después. Sin embargo, como ave fénix, regresó en 2023 con un discurso de “orden y soberanía nacional”.

Hoy, su gestión enfrenta una de las mayores crisis de legitimidad, no solo por las protestas, sino por la creciente presión de Bruselas y el aislamiento diplomático creciente. El Parlamento Europeo ya ha solicitado una revisión de ciertas políticas internas en Bratislava que podrían vulnerar el Estado de derecho.

Los sindicatos y la posibilidad de una huelga general

Mientras las protestas crecen y se extienden, algunos líderes sindicales ya han barajado la idea de convocar una huelga general contra las políticas del gobierno. Una movida que podría paralizar sectores clave como el transporte, la educación y los servicios públicos, en un país que depende en gran medida de la estabilidad institucional para atraer inversión extranjera.

“El pueblo está unido contra Fico. Creíamos haber superado el autoritarismo tras la caída del comunismo, pero ahora volvemos a luchar por cada derecho que nos pertenece”, afirmó Juraj Králik, secretario general del sindicato de trabajadores públicos.

Lo que está en juego

El escenario político en Eslovaquia es un microcosmos de los dilemas actuales de Europa del Este: ¿seguir alineados con Occidente y los valores democráticos liberales o buscar nuevas alianzas que ponen en riesgo el orden geopolítico y las libertades internas?

Las próximas semanas serán clave. Fico ha demostrado ser un sobreviviente político, pero la presión desde los ciudadanos, la UE y los actores económicos puede marcar un punto de inflexión.

Por ahora, las calles siguen llenas, las consignas se repiten en voz alta y la pregunta persiste: ¿quedará Eslovaquia atrapada entre Putin y Bruselas, o encontrará su propio equilibrio?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press