Jafar Panahi y el cine como resistencia: Francia apuesta por 'It Was Just an Accident'
Con una historia potente y marcada por la censura, el film del director iraní se convierte en la provocadora carta de Francia al Oscar a Mejor Película Internacional
Un filme iraní con alma francesa (y viceversa)
En un movimiento audaz y altamente simbólico, Francia ha postulado al filme “It Was Just an Accident” del cineasta iraní Jafar Panahi como su representante oficial para los Premios Oscar 2026 en la categoría de Mejor Película Internacional. Esta decisión, además de desafiar la lógica tradicional de selecciones cinematográficas por país de origen, lanza un mensaje político, cultural y cinematográfico de profundo calado.
Panahi, conocido por su constante enfrentamiento con el régimen iraní y por haber filmado la mayoría de sus obras sin permisos oficiales, vuelve a sacudir la narrativa fílmica global con este drama de venganza impregnado de realism brutal. El director, recientemente liberado tras una huelga de hambre, llevó a cabo el montaje del filme en Francia, donde además encontró el respaldo financiero necesario para completarlo.
¿Cómo “It Was Just an Accident” llegó a representar a Francia?
La Academia francesa debió elegir entre poderosos contendientes cinematográficos para representar al país, entre ellos se destacaban “Nouvelle Vague” de Richard Linklater (un homenaje en francés a la nouvelle vague), la delicada “A Private Life” de Rebecca Zlotowski y la cinta animada “Arco”. A pesar de la variedad, Francia optó por la más política de todas.
Esta elección, aunque respaldada por el prestigio cinematográfico del autor y por el premio Palme d'Or en el Festival de Cannes, representa también una clara postura contra la represión del arte por regímenes autoritarios. No es la primera vez que Panahi es aclamado en contextos internacionales —lo ha sido en Venecia y Berlín—, pero sí la primera vez en más de una década que puede salir de Irán y presentar su trabajo públicamente en Occidente.
Un nuevo precedente en las reglas del Oscar
Hasta hace muy poco, las normas de la Academia impedían que películas de cineastas exiliados fueran presentadas por otro país. Sin embargo, los estatutos fueron modificados en abril de 2024 para permitir que cineastas en condición de refugiado o con asilo puedan ser respaldados por otro país. Este cambio refleja la urgencia de adaptarse a los nuevos desafíos geopolíticos, donde el arte muchas veces sobrevive a pesar de la represión estatal.
Además, este paso también pone en tela de juicio la legitimidad de algunas postulaciones tradicionales: ¿debe un régimen autoritario tener el poder de decidir qué voz artística escuchar en su nombre? Francia contesta con un rotundo no.
La trama del film: una intriga de justicia y memoria
“It Was Just an Accident” es la historia de un grupo de ex prisioneros políticos que creen haber hallado en un hombre común al torturador que los vejaba durante su tiempo de encierro. El principal dilema argumental recae en que —como estaban vendados durante los interrogatorios—, no logran estar completamente seguros de que sea él.
La narrativa se desenvuelve entre la incertidumbre de la memoria, los traumas colectivos y la urgencia de hacer justicia en contextos donde el sistema judicial ha fracasado o simplemente no existe para las víctimas de tortura estatal.
“Fue la experiencia de todas estas personas que encontré en prisión, mezclada con mi propia vivencia”, explicó Panahi durante su paso por Cannes. “El hecho de nunca ver el rostro de tu interrogador es la experiencia de todos”.
La política detrás de la cámara
Jafar Panahi ha sido una figura constante en el mapa del cine político contemporáneo. Desde que fue prohibido por el gobierno iraní para realizar películas en 2010, ha buscado maneras clandestinas de seguir filmando, como ocurrió con su aclamada “This Is Not a Film” (2011), grabada en su apartamento y almacenada secretamente en un USB dentro de un pastel enviado a Cannes.
En 2022, Panahi fue arrestado nuevamente y liberado en 2023 tras una huelga de hambre que acaparó atención mundial, generando presión internacional por su liberación. Desde entonces, ha encontrado en Europa un nuevo bastión de creación y protección.
Francia, el cine y la libertad de expresión
La elección de Panahi no es ingenua ni aislada. Francia tiene una larga historia de apoyo al cine comprometido, y su selección de este filme refuerza su reputación como un país que protege el cine de autor y la libertad de expresión.
Aunque tiene uno de los sectores cinematográficos más robustos del mundo, Francia no gana el Oscar a Mejor Película Internacional desde 1993 con “Indochine”. En años recientes, decisiones como ignorar “Portrait of a Lady on Fire” (2019) o la ganadora de la Palma de Oro “Anatomía de una caída” (2023) han sido vistas como errores estratégicos.
Quizás este año se rompe esa racha con una película que ni siquiera fue producida completamente en Francia, pero que representa como pocas el espíritu humanista y crítico que caracteriza al cine francés.
Una elección que redefine lo global
La candidatura de “It Was Just an Accident” también plantea interrogantes sobre qué convierte a un filme en “nacional”. ¿La lengua? ¿El equipo técnico? ¿El financiamiento? ¿El director? En este caso, tenemos:
- Director: iraní
- Filmada en: Irán
- Editada en: Francia
- Co-financiada por: Productoras francesas
- Estrenada y premiada en: Francia (Cannes)
Una amalgama que desafía las nociones tradicionales de nacionalidad fílmica. La cinta fue adquirida por la distribuidora estadounidense Neon, que planea una fuerte campaña para posicionarla dentro del circuito de premios en Hollywood.
Una mirada al futuro de los Oscars
La decisión de Francia podría abrir la puerta a futuras representaciones de cineastas exiliados o refugiados por parte de países receptores, algo particularmente relevante en tiempos de migraciones forzadas y aumento de regímenes autoritarios.
Si bien la contienda por el Oscar a Mejor Película Internacional en 2026 será intensa, con fuertes competidores de Alemania, Japón y México en camino, “It Was Just an Accident” podría tener un valor simbólico inmenso, convirtiendo su simple nominación, o una posible victoria, en un golpe a la censura y una oda al poder del cine como resistencia.
Como dijo Panahi al recibir la Palma de Oro: “El cine es una sociedad. Nadie tiene derecho a dictarnos qué debemos hacer.”