La NBA y su ambiciosa conquista europea: ¿una nueva Euroliga con sello estadounidense?

La liga estadounidense, en colaboración con FIBA, alista un proyecto sin precedentes para revolucionar el baloncesto del viejo continente

¿Qué pasa cuando la NBA, la liga deportiva más influyente del planeta, pone los ojos en Europa? Es la pregunta que ha comenzado a resonar con fuerza entre los especialistas del baloncesto global tras conocerse que la NBA —en colaboración directa con FIBA— prepara el lanzamiento de una nueva liga de baloncesto europea. Una idea que por años fue tema de especulación y que ahora, según palabras del propio comisionado Adam Silver, podría materializarse tan pronto como en 2027 o 2028.

Un sueño ambicioso: la “NBA Europa”

La idea parece sacada de una novela futurista: una liga profesional europea, con respaldo completo de la NBA, enfrentando a clubes históricos del baloncesto continental como Real Madrid, Barcelona o Fenerbahce, junto a marcas globales del fútbol —Manchester City y Paris Saint-Germain han sido mencionados como posibles participantes— en una organización con estándares NBA. Adam Silver lo califica de “ambicioso, sin duda alguna”, pero lo cierto es que el proyecto avanza rápidamente.

En marzo de 2024, la NBA y FIBA anunciaron públicamente sus intenciones. Desde entonces, han sumado socios estratégicos como JPMorgan Chase y Raine Group para asesorar la estructura financiera y comercial del nuevo torneo.

¿Por qué ahora?

El momento es ahora”, sentenció Silver durante una conferencia organizada por Front Office Sports. No en vano, la popularidad del baloncesto sigue en ascenso y las raíces europeas están dando frutos en la NBA: uno de cada seis jugadores en la liga es europeo. Entre ellos, nombres tan determinantes como Nikola Jokic (Serbia, 2 veces MVP), Giannis Antetokounmpo (Grecia, 2 veces MVP), Luka Doncic (Eslovenia) y Victor Wembanyama (Francia).

“El baloncesto probablemente sea el deporte de más rápido crecimiento en el mundo actualmente”, dijo Silver. “Es claramente el segundo más popular en Europa, solo detrás del fútbol”.

Un mercado maduro... y ansioso por más

El baloncesto europeo ya goza de estructuras sólidas como la Euroliga —liderada por equipos como CSKA Moscú, Anadolu Efes, Olympiacos y los propios Real Madrid y Barcelona—, así como las ligas nacionales en España, Turquía, Francia e Italia. Sin embargo, a pesar de su historia y competencia, una brecha evidente subsiste entre el modelo europeo y la dinámica NBA, sobre todo a nivel de marketing, derechos televisivos, infraestructura y espectáculo cuantificado.

Una nueva liga con respaldo NBA podría convertirse en:

  • Una puerta de entrada directa al modelo estadounidense de negocio: ingresos por merchandising, presencia digital masiva, producción televisiva de primer nivel y salario competitivo para atraer talento global.
  • Un semillero para estrellas locales: jugadores europeos que hoy buscan necesariamente cruzar el Atlántico podrían desarrollar sus carreras al máximo nivel en casa.
  • Un nuevo polo de atención comercial: con audiencias europeas y asiáticas más cercanas por zona horaria, la liga podría generar presencia en mercados en los que la NBA actual tiene dificultades horarias.

Una logística compleja, pero no imposible

Silver ha sido cauteloso. Aunque 2027 es la meta ambiciosa, no se descarta que el projeto se concrete justo antes o durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Utilizarían inicialmente arenas ya existentes —Palau Blaugrana, Sinan Erdem Dome, Accor Arena o incluso estadios de fútbol adaptables— y luego se pensaría en infraestructuras ad hoc.

Aunque no se ha revelado el formato final, versiones preliminares hablan de una liga con 16 equipos, algunos de ellos surgidos de clubes de fútbol bajo estructuras multideportivas. Esto incluiría posiblemente:

  • Real Madrid Baloncesto (España)
  • FC Barcelona Basket (España)
  • Fenerbahce (Turquía)
  • Panathinaikos (Grecia)
  • ASVEL Villeurbanne o incluso el PSG (Francia)
  • Manchester City (Reino Unido)

¿Significará esto el fin de la Euroliga?

No necesariamente. La NBA y FIBA planean una liga con formato y gobernanza propios, pero sin suplantar directamente a la Euroliga. Podría funcionar como una competencia paralela, incluso con una ventana de calendario distinta. Si bien los detalles siguen en planificación, el antecedente de la Basketball Africa League (BAL) —también coorganizada por NBA y FIBA desde 2021— muestra que estos proyectos pueden coexistir y nutrirse mutuamente.

Resistencia: el principal obstáculo

La inclusión de clubes como el Real Madrid o el FC Barcelona —ya parte de la ACB y Euroliga— despertaría resistencias tanto en términos logísticos como de calendario. ¿Estarían dispuestos los equipos a competir en tres frentes (liga local, Euroliga y la nueva liga)? Algunos expertos casi ven inevitable una redefinición de prioridades.

Además, la fuerte identidad del baloncesto europeo —más técnica, menos individualista— representa una idiosincrasia que colisiona en parte con el show business estadounidense. Sin embargo, si algo ha demostrado la NBA en las últimas dos décadas es su habilidad para adaptar y globalizar su producto sin perder esencia competitiva.

El lado económico: un gigante por despertar

Con la asesoría de titanes financieros como JPMorgan Chase, la nueva liga podría ser el mayor evento deportivo anual europeo fuera del fútbol. El baloncesto mueve cifras significativas en derechos televisivos —la NBA genera más de 3.000 millones USD anuales por este concepto en Estados Unidos— y en Europa podría comenzar con acuerdos locales para ir escalando.

La NBA estima que el mercado europeo aún está subexplotado. De sus más de mil millones de seguidores globales, cerca del 20% están en Europa, según datos de la misma liga. Poner el producto justo “en casa” puede impulsar esas cifras a niveles nunca vistos.

¿Y los jugadores?

Entre los actuales jugadores europeos que podrían verse directamente implicados destaca el hecho de que muchos provienen de clubes que serían parte del proyecto. Luka Doncic empezó en el Real Madrid, Wembanyama en el ASVEL de Francia, y Jokic en el Mega Basket serbio.

“Si esta liga hubiera existido hace diez años, probablemente muchos no habríamos tenido que partir a tan corta edad”, comentó Luka Doncic en una entrevista a MARCA en 2023.

¿Una superliga o el renacer del baloncesto FIBA?

Muchos comparan la idea con una posible “Superliga Europea”, aquel intento fallido del fútbol sobre el cual aún se debaten consecuencias éticas y estructurales. Sin embargo, hay un matiz importante: la inclusión de FIBA legitima el torneo desde el inicio, y puede darle a la Federación una relevancia renovada en el ecosistema internacional.

Además, la liga podría actuar como puente dinámico para torneos globales como la Copa Mundial de Baloncesto FIBA o incluso para el Preolímpico, creando sinergias nunca vistas.

La visión a largo plazo

Silver no quiere solamente un éxito financiero o deportivo. Su objetivo es más estructural: consolidar al baloncesto como un gigante bicontinental, y hacerlo no solo a través del trasvase de jugadores sino de estructuras compartidas. Una “NBA Europa” podría marcar el inicio de la verdadera globalización del baloncesto profesional.

¿Puede esto cambiar las reglas del juego? Absolutamente. Si los astros se alinean, 2028 no solo será el año de los JJ.OO. de Los Ángeles, también podría quedar en la historia como el año en que el baloncesto europeo dio un salto de gigante hacia el futuro.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press