Spencer Shrader y Rigoberto Sánchez: La extraña pero exitosa dupla que está revolucionando a los Colts

Uno es el pateador más activo de la NFL y el otro, el único despejador que no ha sido utilizado en la era del Super Bowl. Así es la insólita pero efectiva narrativa de los Indianapolis Colts en el arranque de temporada.

Un inicio de temporada atípico para una pareja poco convencional

En el mundo del fútbol americano, los protagonistas suelen ser los quarterbacks, los corredores o los receptores estelares. Sin embargo, en este inicio de temporada 2025 de la NFL, los nombres que han captado la atención en Indianapolis llevan una etiqueta rara vez destacada: especialistas.

Spencer Shrader, pateador de campo de los Indianapolis Colts, ha arrancado el año como el más activo de toda la liga, liderando con 9 goles de campo en apenas dos partidos. Y lo más curioso de todo es que su compañero de posición especial, el despejador Rigoberto Sánchez, aún no ha sido utilizado en un solo despeje real —una situación inédita en más de medio siglo de historia de la NFL.

Sánchez, el despejador fantasma

Rigoberto Sánchez lleva ocho temporadas en la liga, todas ellas con los Colts. Ha sido titular habitual, viviendo cambios de entrenador, mariscales de campo y estilos de juego. Pero jamás habría imaginado que llegaría a estar dos juegos sin pisar realmente el campo para ejecutar un despeje. Ni un solo despeje oficial en dos semanas. De hecho, lo intentó una vez, pero una penalización anuló la jugada, otorgándole a los Colts una primera oportunidad extra.

Con esta particularidad, Sánchez se ha convertido en el primer despejador en la era del Super Bowl (desde 1966) que no ha sido requerido en los dos primeros partidos de una temporada.

“Como siempre digo: mientras sigamos ganando, estoy bien”, comentó Sánchez. “He estado aquí el tiempo suficiente como para entender que cada temporada trae su propio guion”.

Y en efecto, los Colts han arrancado invictos con marca de 2-0, lo cual es hasta cierto punto atribuible al ritmo ofensivo y la eficiencia de su pateador.

La eficacia quirúrgica de Shrader

Spencer Shrader ha sido la pieza clave de la ofensiva de Indianapolis. En estos dos primeros juegos ha convertido los 9 goles de campo que ha intentado, además de conectar sus 5 puntos extras. Es decir, ha sumado 32 puntos —más que la mayoría de los equipos completos en este par de jornadas iniciales.

Incluso convirtió el gol de campo de la victoria ante Denver: una ejecución precisa de 45 yardas sin tiempo restante. Un logro que muchos pateadores veteranos aún desean en su currículum.

“Estaba hablando con Luke y Rigo sobre el momento. Fue mágico. A veces sientes que estás soñando”, dijo Shrader sobre aquel impactoante final contra los Broncos. “No sé lo que depara el futuro, pero tengo que estar listo sin importar si hay viento, lluvia o estamos bajo techo.”

Más allá del gol de campo: una historia de perseverancia

Lo interesante de Spencer Shrader va mucho más allá de su pródigo arranque. La historia detrás del joven pateador formado en Notre Dame está llena de obstáculos y aprendizajes. Pasó dos campamentos de entrenamiento con los Colts antes de encontrar una oportunidad real, debutando en la NFL reemplazando a Matt Gay en 2024.

Después, las vueltas del destino lo llevaron a los Jets, donde convirtió dos goles de campo en su único juego antes de ser cortado. Luego llegó a Kansas City, donde firmó otro gol de campo decisivo ante Carolina, antes de que una lesión lo mandara a la reserva de lesionados.

“Aprendí mucho de todos los jugadores con los que estuve. Estar cerca de alguien como Harrison Butker me ayudó mucho. Recuerdo que él me preguntaba por qué pateaba de cierta manera, y fue surrealista porque pensaba: ‘¿Cómo que tú me haces preguntas a mí?’”, recuerda Shrader.

Una dupla que se complementa con química única

Parte del éxito de Shrader tiene que ver con su relación con Sánchez, quien además de ser despejador, cumple la vital tarea de holder —el encargado de colocar el balón en posición para que el pateador lo golpee. Esa relación entre pateador y holder es tan crucial como sutil. Como ellos mismos dicen, “tienen que respirar al mismo ritmo”.

“Rigo trae energía todos los días. Sea un buen o mal día en las patadas, él siempre busca ayudar a mejorar”, mencionó Shrader. “Es una gran persona, y lo admiro mucho.”

Sánchez, por su parte, está impresionado con la madurez y seriedad del joven jugador. “Se nota lo especial que puede llegar a ser”, dijo. “Viene a trabajar, aprende, escucha y mantiene la humildad.”

Por qué es tan impactante este fenómeno

En una liga donde cada detalle cuenta, que un equipo no necesite despejar en dos partidos suena como una hazaña ofensiva, pero también como un reflejo del control de juego. Los Colts han anotado en 14 de sus 17 series ofensivas, solamente fracasando dos veces en cuarta oportunidad y una más porque se les acabó el tiempo antes del medio tiempo.

Esa contundencia ofensiva le ha quitado protagonismo al juego de despeje, convirtiendo a Sánchez en un espectador de lujo. Sin embargo, su relevancia sigue presente en el vestidor, en los entrenamientos y sobre la línea de banda, desde donde calienta constantemente como si en cualquier instante fuera a ser llamado.

¿Puede mantenerse esta tendencia?

Eventualmente, es probable que Sánchez tenga que volver a sacar su pierna a relucir. Pero por ahora, ni él ni el equipo tienen prisa. Mientras Shrader continúe anotando y la ofensiva mantenga su eficiencia, los Colts disfrutan de una situación poco común: un inicio de temporada sin despejes.

Este fenómeno es tan extraño que según los registros estadísticos de la NFL desde 1966, ningún equipo había logrado pasar dos partidos sin realizar un solo despeje efectivo con su especialista designado.

Más allá de lo anecdótico, es una señal de que el equipo se encuentra en una sintonía perfecta. Y aunque saben que los números perfectos no duran para siempre, tanto Shrader como Sánchez están enfocados en seguir haciendo historia en este peculiar arranque del 2025.

El futuro de Shrader y su impacto en la liga

Aunque aún es joven y con pocas semanas de titularidad estable, Shrader ha sorprendido a sus entrenadores, compañeros, y aficionados de la liga. Ha demostrado, en un corto plazo, una confiabilidad que podría convertirlo en uno de los pateadores destacados de esta generación.

En una NFL donde la diferencia entre la victoria y la derrota puede depender de milímetros, tener un pateador fiable y un holder con química comprobada puede ser el arma silenciosa que lleve a un equipo lejos en los playoffs.

Con una ofensiva que convierte y un pateador que no falla, los Colts parecen haber encontrado una fórmula inesperada, pero sumamente efectiva. Y mientras tanto, Rigoberto Sánchez sigue preparado, enfocado y deseando que esa racha “anómala” se extienda un par de semanas más.

Indianapolis ha encontrado en estos dos especialistas una fuente de puntos, liderazgo silencioso y estabilidad. Quizás no salgan en la portada de las revistas, pero son, sin duda, algunos de los héroes más insólitos del 2025.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press