Clayton Kershaw: El legado de una leyenda del montículo que ya se despide
El zurdo de los Dodgers cierra una carrera histórica de 18 temporadas repleta de récords, emociones y lecciones para el béisbol moderno
Clayton Kershaw ha anunciado oficialmente que esta será su última temporada en las Grandes Ligas. Con lágrimas en los ojos, acompañado de su esposa e hijos, el icónico lanzador de los Los Angeles Dodgers confirmó lo que muchos temían: el final de una era ha llegado.
En esta retrospectiva y opinión apasionada sobre una de las carreras más simbólicas del béisbol moderno, repasamos no solo los logros más memorables de Kershaw, sino también lo que su estilo, perseverancia y humanidad han significado para el deporte. Esto es más que una crónica: es un homenaje a una auténtica leyenda del diamante.
Inicio con promesas cumplidas
Kershaw debutó en mayo de 2008 con apenas 20 años de edad, un zurdo espigado con una mecánica única que ya despertaba fascinación en los cazatalentos. Para muchos, era solo cuestión de tiempo antes de que explotara todo su potencial. Y no defraudó.
Desde los primeros partidos mostró una curva endemoniada y un dominio mental impropio para su juventud. Ese mismo año lanzó su primera blanqueada y sentó las bases para una carrera brillante.
Una década de dominio absoluto
Entre 2011 y 2017, Kershaw fue prácticamente intocable. Ganó tres premios Cy Young (2011, 2013 y 2014), un premio MVP (2014), y se convirtió en el sinónimo de consistencia, dominio y elegancia desde la loma.
- 2011: Logró una marca de 21-5, 2.28 ERA y 248 ponches.
- 2013: Increíble ERA de 1.83, liderando la liga.
- 2014: 21-3 con 1.77 ERA y nombrado MVP, algo rarísimo para un lanzador.
Durante esa época, nadie en Grandes Ligas tenía mejores números acumulados. Su dominio era tal que los bateadores temían enfrentarlo.
El martirio del 'playoff curse'
Pero si bien Kershaw coleccionaba triunfos en temporada regular, los playoffs fueron su talón de Aquiles durante años. En varias postemporadas, sufrió derrotas dolorosas y fue etiquetado por aficionados y medios de no rendir bajo presión, algo que injustamente opacó parte de su trayectoria.
Esto cambió en 2020, cuando finalmente alcanzó la redención: los Dodgers ganaron la Serie Mundial durante la temporada acortada por pandemia, y Kershaw brilló en octubre con marca de 4-1 y 2.93 ERA en postemporada. Aquella victoria, más que una corona, fue una liberación para el lanzador y sus fanáticos.
2024: el regreso y el adiós anunciado
Después de múltiples lesiones en su brazo izquierdo, que lo limitaron en temporadas recientes y especialmente en 2024, Kershaw tomó la valiente decisión de anunciar su retiro. A pesar del retroceso físico, su impacto emotivo y competitivo seguía siendo gigante. En esta, su último año, tiene récord de 10-2, con una ERA de 3.53.
"Estoy en paz con esta decisión. Ha sido un año increíble, y quiero cerrar este ciclo con alegría", dijo Kershaw en conferencia de prensa.
El zurdo llegó incluso a alcanzar su ponche número 3,000 en junio, un hito que solo 20 lanzadores en la historia han logrado, y del que apenas 4 han sido zurdos.
Un legado más allá de las estadísticas
Los números de Kershaw son impresionantes y resistirán cualquier comparación histórica:
- 222 victorias en temporada regular.
- 2.54 ERA de por vida (más baja desde 1972 para pitchers con más de 2,000 IP).
- 3.000+ ponches, uniéndose a filas míticas como Randy Johnson y Steve Carlton entre zurdos.
- 1.02 WHIP: el más bajo de todos los tiempos para un pitcher con al menos 2,000 entradas desde 1920.
- 11 veces All-Star, incluida una aparición especial en 2025.
Pero más allá de cifras, Kershaw significó profesionalismo, ética, humildad y liderazgo silencioso. Fue el alma de los Dodgers durante casi dos décadas, inspirando a miles de niños a soñar con ser lanzadores.
Momentos inolvidables
- El no-hitter del 18 de junio de 2014: frente a los Rockies, con 15 ponches y solo un error de su defensa como mancha.
- Su HR como pitcher en 2013: que lo convirtió en sensación viral además del dominio en la loma.
- Ser parte del equipo campeón en 2020: la imagen de Kershaw levantando el trofeo fue poética.
- Su 3,000º ponche en 2025: una ovación eterna en Chavez Ravine.
Comparaciones históricas: ¿dónde se ubica Kershaw entre los grandes?
Muchos lo colocan en el Top 5 de lanzadores zurdos de todos los tiempos. En la historia de los Dodgers está a la altura, e incluso por encima, de leyendas como Sandy Koufax, Don Drysdale y Fernando Valenzuela, al menos en duración e impacto sostenido.
Su consistencia, longevidad y dominio estadístico hacen de su carrera algo extraordinario. Y sí, su número 22 será retirado en el Dodger Stadium, tal como debe ser. Quizá junto con una estatua a su nombre.
La emoción y la humanidad detrás del astro
Kershaw nunca fue un showman ni protagonizó escándalos. Fue un profesional ejemplar. Apoyó con donaciones continuas a causas benéficas en Texas y Los Ángeles, y siempre se mostró comprometido con su comunidad y equipo.
En la rueda de prensa de su despedida, confesó:
"Mi cuerpo ya no da más, pero mi amor por este equipo y este deporte no ha cambiado".
¿Qué sigue para los Dodgers (y para el béisbol)?
La partida de Kershaw no solo deja un hueco en la rotación angelina, sino un vacío emocional que tardará en llenarse. Aunque nombres como Walker Buehler o Bobby Miller emergen como protagonistas del presente y futuro, ninguno todavía tiene el peso simbólico de Clayton.
Para el resto de MLB, la marcha de Kershaw marca un antes y un después. En tiempos donde dominan los lanzadores de 100 mph y las métricas de "spin rate" y "exit velocity", Kershaw triunfó a la antigua: con cabeza, repertorio engañoso, precisión quirúrgica y sabiduría lanzando bajo presión.
Un adiós con aplausos (y lágrimas)
Los últimos juegos de Kershaw serán dignos de una gira de despedida. Cada posada en la lomita, cada entrada que lance llevará el peso de la nostalgia, la gratitud y la historia. Porque ver lanzar a Clayton fue, para muchos, el privilegio de una vida.
Que se prepare Cooperstown: Kershaw llegará al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad. Y lo hará como uno de los lanzadores más completos, respetados y queridos que el béisbol haya visto jamás.
Gracias, Clayton. Por cada entrada, cada curva, cada lágrima y cada ovación. El béisbol te recordará por siempre.