Detroit Lions vs. Baltimore Ravens: revancha bajo los reflectores
Tras una dolorosa derrota en 2023, los Lions buscan redención ante unos Ravens revitalizados
Un recuerdo difícil de olvidar
En su última visita a Baltimore, los Detroit Lions fueron arrasados por los Ravens con un humillante marcador de 38-6. Para un equipo que, bajo el mando de Dan Campbell, ha logrado una revolución interna que los llevó a ganar 27 partidos en dos temporadas, asegurando títulos consecutivos en la NFC Norte y llegando a una final de conferencia, aquella derrota aún pesa.
"Eso no se olvida", dijo Campbell recientemente. Y es cierto. Pocas veces un equipo competitivo cae tan profundamente y tan temprano: iban perdiendo 28-0 antes siquiera de conseguir su primer primero y diez, y 35-0 antes de anotar puntos. Más que una derrota, fue una lección.
Dominio total de Baltimore en 2023
En ese fatídico juego del 22 de octubre de 2023, Lamar Jackson jugó al nivel de MVP: terminó con 357 yardas aéreas, tres touchdowns por pase y otro por tierra, todo sin sufrir una sola captura. La defensa de Detroit, una unidad que había mostrado fuerza contra ofensivas potentes, fue pulverizada. Y su ofensiva se vio impotente: en sus primeras tres series, tres despejes y apenas seis jugadas ofensivas efectivas.
El ala cerrada Sam LaPorta fue uno de los pocos que dio la cara: "No creo que entramos en pánico, pero sí estábamos frenéticos", recordó. "Ahora somos un gran equipo, pero también lo éramos entonces. Hay que aprender de eso".
Una nueva oportunidad para demostrar estatus
Este lunes por la noche, el encuentro tiene una narrativa distinta. Los Lions llegan con la ambición de demostrar que esa humillación fue un accidente y que están listos para batirse con los gigantes de la NFL. Por su parte, Baltimore no ha frenado su camino ascendente. A la explosividad de Jackson ahora se suma Derrick Henry, un corredor dominante que exigirá lo mejor del front seven de Detroit.
Dan Campbell lo sabe: "Debemos ser disciplinados. Mantenernos en pie. Movernos hasta que lleguen los refuerzos". Y tiene razón. La defensa de los Lions no ha brillado históricamente frente a mariscales de campo móviles y agresivos, y Jackson representa ese arquetipo en su máxima expresión.
Malik Cunningham: una pieza creativa para simular a Jackson
Ante la imposibilidad de recrear en los entrenamientos la amenaza que representa Lamar Jackson, los Lions recurrieron a Malik Cunningham, antiguo quarterback de Louisville y ahora receptor en el equipo de prácticas. Su habilidad terrestre —corrió para 1,034 yardas y 20 touchdowns en 2021— puede ayudar a la defensa de Detroit a adaptarse al estilo de Baltimore.
"Obviamente era quarterback en la universidad, así que creemos que puede aportar miradas útiles a la defensa", dijo Campbell. "Pero también vamos a utilizarlo como receptor". Una forma creativa de explorar nuevas estrategias frente a un rival que representa mucho más que un simple partido.
Una defensa decidida a redimirse
No solo Detroit busca venganza y redención. Los New York Jets también vienen de una actuación vergonzosa frente a los Buffalo Bills, permitiendo 224 yardas terrestres, el mayor número que han cedido en cuatro años. Quinnen Williams ha sido claro: "Como defensa, hicimos un pacto para que eso no se repita".
Este tipo de situaciones —donde una derrota estrepitosa despierta un nuevo compromiso— también define cómo se construyen equipos históricos. El staff de Detroit trabaja en detalles milimétricos, pero como señala el entrenador asistente Scottie Montgomery: "Nos vencieron físicamente aquella vez. No fue táctica, fue brutalidad".
El contexto actual favorece a Detroit
En la NFL, los buenos equipos no solo responden a los retos, sino que aprenden de los errores. Esta versión de los Lions es más madura, física y táctica. Con un Jared Goff que ha encontrado estabilidad, una dupla terrestre explosiva —liderada por Jahmyr Gibbs—, y un grupo de receptores en crecimiento, las armas están ahí.
Además, factores externos podrían jugar a su favor. Baltimore llega tras partidos duros, y aunque Derrick Henry es una amenaza legítima, aún no tiene el mismo ritmo que en temporadas pasadas. La línea ofensiva ha presentado inconsistencias y Detroit podría aprovecharlo.
Un duelo de titanes con sabor a revancha
Este Monday Night Football será mucho más que un juego de temporada regular. Para Detroit, representa redención; para Baltimore, reafirmación. No es casualidad que ambas franquicias sean vistas como contendientes al Super Bowl. Este partido podría ser un adelanto de lo que nos espera en los playoffs.
El pasado no puede cambiarse, pero sí puede usarse como motor. Todos en Detroit recuerdan esa paliza. Pero si quieren dar el siguiente paso, necesitan transformarla en motivación.
Como dijo Goff: "Nos dieron una paliza. Eso ya pasó. Ahora nos toca responder".