El regreso de Siria al escenario mundial: ¿fin del aislamiento o una nueva era de tensiones?
La histórica visita del canciller Asaad al-Shibani a Washington y las crecientes divisiones en EE.UU. sobre el conflicto en Gaza reflejan una coyuntura geopolítica crítica en Medio Oriente
La visita del nuevo ministro de Relaciones Exteriores sirio, Asaad al-Shibani, a Washington marca un punto de inflexión histórico en las relaciones entre Siria y Estados Unidos. Se trata del primer viaje oficial en 25 años por parte de un alto funcionario sirio a la capital estadounidense, lo que representa un esfuerzo de Damasco por reinsertarse en la diplomacia global tras décadas de aislamiento, guerra civil y sanciones occidentales.
El contexto: Un Medio Oriente en transformación
La guerra civil siria, que comenzó en 2011, dejó más de 600.000 muertos y millones de desplazados. La región vivió años de violencia, ocupación de territorio por grupos extremistas como el Estado Islámico y una parálisis diplomática que mantuvo a Siria fuera de los foros internacionales. La figura central de ese periodo fue Bashar al-Assad, cuyo régimen sufrió fuertes sanciones por crímenes contra la humanidad y represión brutal sobre su población.
Sin embargo, en una sorprendente cadena de eventos, el presidente interino Ahmad al-Sharaa, quien asumió el poder tras la caída de Assad, ha emprendido lo que muchos analistas denominan una "normalización progresiva" con Occidente, aupado por el levantamiento parcial de sanciones por parte de EE.UU. y sus aliados.
Al-Shibani, diplomacia y realpolitik
Asaad al-Shibani se está consolidando como la cara diplomática de la nueva Siria. Aunque anteriormente visitó Estados Unidos para foros multilaterales como el Banco Mundial y el FMI, su actual visita representa un paso notable hacia la restauración de relaciones bilaterales formales. En su agenda está una reunión con el Secretario de Estado, Marco Rubio—sí, el exsenador republicano, ahora convertido en uno de los pesos pesados del Departamento de Estado bajo la administración Trump—y encuentros estratégicos en el Capitolio.
Uno de los temas clave será el levantamiento total de las sanciones económicas que aún pesan sobre Damasco. Según el medio Axios, estos encuentros buscan "sentar las bases para una nueva etapa de cooperación, especialmente en materia de seguridad y reconstrucción postconflicto".
La sorpresa: Diálogo con Israel
En una revelación que ha llamado la atención de la comunidad internacional, al-Shibani habría mantenido conversaciones directas con una delegación israelí en París, gracias a la mediación estadounidense. Aunque las relaciones entre Siria e Israel han estado marcadas por prolongadas hostilidades, en particular por el estatus de los Altos del Golán, los analistas observan una línea pragmática emergente.
Estas conversaciones podrían tener como objetivo una posible distensión en la altamente militarizada frontera común, lo que muchos consideran una jugada maestra de “realpolitik” en un momento en que ambas naciones enfrentan presión internacional por distintos motivos.
Desde el Capitolio hasta la ONU: Siria pisa fuerte
La visita de al-Shibani se produce justo antes del viaje de Ahmad al-Sharaa a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, lo que marcará la primera vez en décadas que un máximo mandatario sirio asiste al evento. Esta cadena de apariciones internacionales apunta a un ambicioso retorno a los espacios multilaterales, después de haber vivido años de ostracismo diplomático.
Entretanto, una población estadounidense dividida sobre otro conflicto: Gaza
Mientras se desarrollan estos acercamientos diplomáticos, la opinión pública estadounidense se encuentra tensionada ante el conflicto israelí-palestino. Un nuevo estudio del AP-NORC Center for Public Affairs Research revela que el 50% de los adultos estadounidenses considera que la respuesta militar de Israel en Gaza ha “ido demasiado lejos”, cifra que ha subido del 40% en noviembre de 2023, poco después de la ofensiva de Hamas.
Dicho cambio es significativo y cruza líneas partidistas: el 70% de los demócratas comparte este sentimiento, así como la mitad de los independientes y un 24% de los republicanos, un alza desde el 18% anterior. Este giro podría tener implicaciones en la política exterior de los Estados Unidos, particularmente en su fiscalización sobre la conducta de Israel en los territorios ocupados.
La ofensiva israelí y sus repercusiones internacionales
Israel enfrenta una ola de críticas por el impacto humanitario de su ofensiva. La devastación en Gaza ha desplazado al 90% de su población, y la cifra oficial de muertos ya supera los 65.000, según el Ministerio de Salud de Gaza. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU informó que hay indicios sólidos para considerar los ataques israelíes como actos de genocidio.
Esta narrativa se ve reforzada por testimonios como el de Renee Hollier, una madre estadounidense que declaró: “No hay justificación para este nivel de sufrimiento en mujeres y niños”.
También en el ámbito cultural: la guerra llega al cine
El ministro de Cultura de Israel, Miki Zohar, suspendió los fondos estatales destinados a la entrega de los Premios Ophir (los “Oscar” israelíes) en respuesta a la victoria de la película “The Sea”, que narra la travesía de un niño palestino por ver el mar por primera vez. Zohar la calificó de “afrenta” a los soldados israelíes, avivando aún más las tensiones sociales.
Curiosamente, otro filme—“No Other Land”—realizado en conjunto por cineastas palestinos e israelíes, ganó el Oscar al mejor documental por retratar la resistencia no violenta contra las demoliciones israelíes en la Cisjordania ocupada.
¿Un nuevo equilibrio geopolítico?
Como resultado de estas circunstancias, muchos analistas sostienen que estamos presenciando un momento de inflexión en la política de Medio Oriente. El acercamiento entre Siria y Estados Unidos, el potencial diálogo con Israel, las divisiones internas en EE.UU. respecto a su rol en Gaza y la presión multilateral sobre Tel Aviv, configuran un tablero de ajedrez que cambiará sustancialmente en los próximos años.
Como señala el investigador político Hadi Alamdari del Middle East Institute: “Si Siria logra mantener el equilibrio entre Estados Unidos, Rusia, e incluso Israel, podríamos estar ante una de las metamorfosis diplomáticas más inesperadas desde la Guerra Fría”.
Por ahora, la dinámica diplomática toma fuerza. Pero será crucial observar cómo se acomodan las posturas de los diversos actores internacionales —particularmente China e Irán—, y hasta qué punto este proceso implica una verdadera transformación, o apenas una tregua frágil frente a intereses complejos y muchas veces incompatibles.