Kamala Harris y los 107 Días que Redefinieron una Candidatura Presidencial
Una mirada contundente al libro más íntimo de la exvicepresidenta tras su derrota frente a Donald Trump
“No podía respirar.” Con esa frase, arranca uno de los testimonios más crudos que la política estadounidense reciente ha conocido. Kamala Harris, primera mujer negra y asiática en llegar a la vicepresidencia de Estados Unidos, se despoja de la formalidad que marcó su carrera institucional para abrir su alma en "107 Días": un libro sincero, revelador y tan político como profundamente humano.
Con un enfoque audaz y en tono de "comentario político y testimonio personal", el libro de Harris no es ni una memoria al uso ni un panfleto ideológico. Es un registro doloroso de la transición exprés que la llevó de segunda al mando a candidata presidencial contra Donald Trump, en una batalla electoral que terminó en derrota.
El origen de la premura: el adiós de Biden
Todo comenzó con una escena tan simbólica como inquietante: Joe Biden, de 81 años, tambaleándose en uno de los debates presidenciales más importantes. Harris, atónita tras bambalinas, lo vio entrar al escenario y supo de inmediato que algo no marchaba bien. “En cuanto pisó el escenario en Atlanta, vi que no estaba bien”, escribe. Esa percepción marcaría uno de los giros políticos más inesperados: la renuncia de Biden a seguir en la contienda y el ascenso relámpago de Harris como candidata a presidenta.
“Joe se cansó,” reflexiona Harris con una mezcla de compasión y frustración. Confiesa que jamás dudó de su capacidad para ejercer el cargo, pero que su entorno más cercano no quiso ver los signos obvios del desgaste: “Cuanto peor iba todo, más lo empujaban”. Esta crítica apunta directamente al círculo de confianza de Biden, al que Harris responsabiliza por no anticipar lo inevitable.
Una transición sin oxígeno
Harris tuvo apenas 107 días para construir una campaña nacional competitiva. Cada capítulo del libro funciona como una cuenta regresiva hacia el desenlace electoral. Desde su aceptación de la candidatura hasta el momento en que supo que había perdido contra Trump, Harris describe un vértigo político y emocional sin precedentes.
“Me daba vergüenza reconocer que apenas estaba en las etapas de negación y negociación del duelo. Muy lejos de la aceptación.” Ese duelo comenzó la noche en que los cupcakes con la leyenda “Madame President” fueron descorchados antes de tiempo. En un gesto doloroso y simbólico, una asistente raspó el glaseado antes de servirlos. La desesperanza flotaba en el aire.
Joe Biden: socio, guía y obstáculo
El vínculo entre Harris y Biden fue, según la propia autora, una mezcla de “calidez” e “incomprensión política.” Narra momentos de profunda conexión con el presidente saliente, pero también intercambios donde las prioridades parecían mal alineadas.
En uno de los episodios más desconcertantes, Biden la llamó momentos antes de su debate presidencial con Trump porque, según él, había escuchado que Harris lo estaba criticando a puertas cerradas. “Simplemente no podía entender por qué me llamaba en ese momento, justo antes del debate, para hacerlo todo sobre él”, se lamenta Harris.
La presión de desmarcarse sin traicionar al mentor terminó por convertirse en un lastre. En uno de sus errores estratégicos más dolorosos, Harris recuerda una desastrosa aparición en el programa “The View”. Al ser consultada sobre qué habría hecho diferente a Biden, no supo qué responder. “No se me ocurre nada.” Su equipo enloqueció. “Acababa de regalarle un obsequio a la campaña de Trump”, admite.
Los candidatos a la vicepresidencia: ¿Quién escoltaría a la primera presidenta?
Una de las revelaciones más mediáticas del libro gira en torno a los potenciales candidatos a vicepresidente. Harris considera inicialmente a Pete Buttigieg, secretario de Transporte y excandidato en 2020. Pero sus dudas sobre la viabilidad de una fórmula con una mujer negra y un hombre gay al frente la llevaron a descartarlo. “Era demasiado gran riesgo dar ambos pasos a la vez.”
Luego pensó en Josh Shapiro, gobernador de Pensilvania, pero temía que “no pudiera aceptar el rol de número dos.” Finalmente eligió a Tim Walz, gobernador de Minnesota, cuya tibia actuación en el debate contra JD Vance causó indignación en la candidata: “¡No estás ahí para hacer amigos con el tipo que ataca a tu compañera de fórmula!”
La campaña relámpago: estructura sobre ruedas
La decisión de Biden de no postularse volvió tangible el plan que su cuñado, Tony West, había ideado en secreto: el “Archivo Rojo”. Esta estructura de emergencia contenía planes listos para una campaña presidencial con Harris al frente. Ella misma admite que nunca quiso enfocarse en lo que consideraba una posibilidad remota. “Lo dejé en sus manos.”
Cuando el archivo cobró vida, comenzó una campaña que Harris describe como vertiginosa, en la que acumularon errores, aciertos, y una máscara que se fue resquebrajando capítulo por capítulo.
Momentos surrealistas
La política, a veces, roza lo absurdo. Y Harris lo documenta. Como el día en el que una entrenadora de voz le pidió que emitiera sonidos animales para conectarse con su voz durante la calentamiento previo a su discurso en la convención. A regañadientes, toda su oficina terminó haciendo zumbidos y trinos frente a una pared.
O la desconcertante conversación telefónica con Donald Trump luego de un segundo intento de asesinato contra él. “¿Cómo voy a hablar mal de ti ahora?”, dijo con tono amable. Luego agregó: “Mi hija Ivanka es tu gran admiradora.” Harris colgó y pensó: “Es un estafador. Muy bueno en lo que hace.”
La pregunta sin respuesta: ¿Y ahora qué?
El libro termina sin dar señales claras sobre el futuro político de Kamala Harris. No hay planes, ni intenciones, ni declaraciones. Solo una mujer que carga con la responsabilidad emocional de haber fallado en un intento histórico, y que decide contar su viaje con honestidad brutal.
Una de las frases finales resume la complejidad de su experiencia: “Yo solo quería ganar. No por mí, sino porque sabía lo que significaba perder contra él, otra vez.”
“107 Días” no es solo un recuento electoral. Es la radiografía emocional de una mujer que aspiró a hacer historia en tiempo récord, con todos los errores, tormentas internas y lecciones que eso conlleva. En un ecosistema político que rara vez perdona los fallos humanos, Kamala Harris se atreve a mostrar los suyos. Y eso, en este momento político, es quizás lo más insólito de todo.
Publicado por primera vez el 17 de septiembre de 2025.