Caos en la Premier League: entre lesiones, presión y exclusiones
La temporada comienza con incertidumbre para Manchester United, Manchester City y Chelsea en medio de lesiones clave, tensión dirigencial y decisiones polémicas de sus entrenadores
La Premier League ha arrancado con todo, y no precisamente por el buen juego o los goles espectaculares. Tres de los clubes más grandes del fútbol inglés —Manchester United, Manchester City y Chelsea— están atrapados en controversias, decisiones debatidas y momentos críticos que ya comienzan a marcar la pauta de lo que promete ser una temporada turbulenta.
Rúben Amorim y la sombra de la inestabilidad en Old Trafford
Pocos entrenadores han arrancado su andadura en la Premier con tanta presión como Rúben Amorim. El técnico portugués, aun siendo respaldado públicamente por la dirigencia de Manchester United, está bajo el foco mediático tras un inicio estrepitoso de temporada: una sola victoria en los primeros cuatro partidos de liga y la humillación de quedar fuera de la Copa de la Liga a manos del modesto Grimsby Town, equipo de la cuarta división.
Tras la derrota por 3-0 en el derbi contra el City, Amorim bromeó diciendo que "Ratcliffe me ofreció un nuevo contrato", en referencia al co-propietario del club, Jim Ratcliffe, quien visitó el centro de entrenamiento junto al CEO Omar Berrada y el director técnico Jason Wilcox.
“Es normal, simplemente fue para mostrar apoyo y dejar claro que esto es un proyecto a largo plazo”, aclaró Amorim en la rueda de prensa, intentando restar dramatismo a los rumores de despido. Pero los hechos son contundentes: el United viene de una histórica posición 15 en la anterior campaña, y los resultados tempranos no están ayudando a disipar la desconfianza.
El caso Rodri: el talón de Aquiles de Guardiola
En el otro lado de Manchester, Pep Guardiola enfrenta su propio dolor de cabeza. El regreso de Rodri tras una dura lesión en el ligamento cruzado anterior ha sido una mezcla de alivio e incertidumbre. Aunque el mediocampista español fue pieza clave en el 3-0 contra el United y jugó frente al Napoli en Champions League, tuvo que pedir el cambio a los 60 minutos por molestias persistentes.
“No se sentía cómodo en los entrenamientos, ni antes del partido con Napoli”, confesó Guardiola. Y agregó con una de sus frases características: “Los grandes jugadores juegan con la cabeza, pero la rodilla no funciona así. Necesita su tiempo y su proceso”.
La pregunta es inevitable: ¿arriesgará Guardiola a Rodri contra el Arsenal este fin de semana? Una decisión difícil, teniendo en cuenta que los gunners golearon 5-1 a los citizens en su última visita al Emirates Stadium. Además, Rodri es clave tanto en lo táctico como en lo mental para el sistema del técnico catalán. Guardiola sabe que sin él, la estructura entera de su mediocampo sufre.
Arsenal, la amenaza que viene con cheque en mano
Hablando del Arsenal, su papel en esta historia no es menor. Con una inversión de más de 250 millones de libras (alrededor de 335 millones de dólares) en refuerzos en el último mercado, el equipo de Mikel Arteta quiere revertir su racha de subcampeonatos. Tras terminar como segundo de la Premier en las últimas tres campañas y llegar a semis en la Champions, los de Londres buscan un golpe de autoridad definitivo.
“Si ganan el título será porque gastaron mucho, no porque trabajaron bien... ¿no?”, ironizó Guardiola. Un dardo envenenado con clara intención irónica, pero que también refleja la eterna excusa que pesa sobre sus propios logros con el City. Aun así, reconoció que "el Arsenal es hoy uno de los equipos más sólidos de Europa en todas sus líneas".
Y no está errado. Hasta ahora ocupan el segundo lugar de la tabla, sólo tres puntos por debajo del Liverpool y por encima del City, que marcha en octava posición. La presión está servida para Arteta, pero también la oportunidad.
Chelsea: entre la cultura del descarte y la soledad
Mientras tanto, en Stamford Bridge, el Chelsea de Enzo Maresca no sólo pierde partidos —como el 3-1 frente al Bayern en Champions— sino también el norte institucional. El técnico italiano ha apartado sin contemplaciones a Raheem Sterling y Axel Disasi, quienes están entrenando y comiendo por separado, sin contacto con el resto del plantel.
Sterling, exjugador de Inglaterra y con contrato vigente por dos años más, publicó una misteriosa foto en Instagram mostrando el complejo de entrenamiento vacío a las 8:21 p. m., acompañado por dos emojis: un apretón de manos y una cara inexpresiva.
Cuando se le preguntó a Maresca por el impacto emocional de tal exclusión, respondió haciendo referencia al trabajo de su padre: “Mi padre fue pescador durante 50 años, de 2 a 10 de la mañana. Eso es lo realmente duro en la vida. No poder entrenar con el equipo no lo es”.
Un comentario que levantó polvareda en redes sociales y medios deportivos, que cuestionan el enfoque deshumanizado del entrenador. Aunque Maresca admitió que ha estado en esa situación como jugador y que no es única de Chelsea, el caso pone sobre la mesa la gestión emocional en el fútbol de élite y las implicaciones de convertir a profesionales de alto nivel en parias del vestuario.
Un inicio de temporada que marca tendencia
El arranque de este nuevo curso de la Premier League ha puesto sobre la mesa temas que van más allá del juego. Desde la presión mediática y dirigencial en Manchester United, la gestión de lesiones en City, hasta la alienación de jugadores en Chelsea, parece que la Premier no sólo se juega en la cancha.
En suma, Manchester United está atrapado en expectativas e historia; City debe tomar decisiones quirúrgicas si quiere mantener la hegemonía; y Chelsea, mientras ficha estrellas, todavía no sabe cómo gestionarlas. Todo esto mientras Arsenal y Liverpool pisan fuerte, reforzados por sus inversiones.Las próximas jornadas prometen seguir al rojo vivo, y no sólo por lo que pase entre las líneas de cal.