El rostro del miedo en Chicago: cómo la operación “Midway Blitz” revive los fantasmas de deportaciones masivas
Con más de 400 detenidos en menos de dos semanas, la estrategia migratoria de Trump regresa con fuerza, despertando preocupación entre los activistas y comunidades inmigrantes
Por más de una semana, Chicago ha sido el foco de una intensa operación migratoria federal bautizada como “Midway Blitz”. Con más de 400 personas detenidas hasta ahora, la estrategia, impulsada por la administración Trump y ejecutada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), ha revivido sentimientos de temor, desconfianza e incertidumbre en comunidades inmigrantes de la región.
Una operación que avanza sin fecha de cierre
Marcos Charles, jefe interino de Operaciones de Ejecución y Deportación de ICE, confirmó que la operación en el área de Chicago comenzó el 8 de septiembre y ha generado un altísimo número de arrestos en un corto período. “Vamos a continuar hasta que sintamos que hemos tenido éxito. No hay una fecha de finalización establecida”, declaró Charles.
De acuerdo con sus cifras, entre el 50 y 60 % de los arrestos fueron arrestos dirigidos, es decir, personas con antecedentes penales o con órdenes finales de deportación. El resto son arrestos colaterales, personas que no eran objetivo específico de la operación, pero que estaban presentes durante su ejecución y resultaron detenidas por encontrarse en el país sin autorización migratoria.
Tácticas agresivas y efectos colaterales
La naturaleza agresiva del operativo ha levantado fuertes críticas. Activistas locales y funcionarios han denunciado la detención de ciudadanos estadounidenses por error y el uso excesivo de la fuerza. Uno de los incidentes más graves ocurrió el 12 de septiembre, cuando un hombre murió a manos de un agente de ICE tras intentar escapar durante una parada de tráfico, según informaron las autoridades.
Este tipo de hechos reavivan las críticas a las tácticas de 'redadas amplias' y la falta de precisión en la ejecución de estas operaciones. Grupos de defensa de los derechos civiles sostienen que las redadas de ICE desincentivan la cooperación de las comunidades inmigrantes con la policía local, ya que temen ser arrestadas aun siendo víctimas o testigos de delitos.
Las sombras del pasado: el regreso de las deportaciones masivas
Durante la administración de Joe Biden, se prohibieron los arrestos colaterales como forma de proteger a quienes no suponían un riesgo directo. Sin embargo, con el regreso de Donald Trump al poder, estas limitaciones se eliminaron rápidamente. El enfoque actual busca ejecutar un mayor número de deportaciones, incluso si las personas no tienen antecedentes penales graves.
Este nuevo impulso coincide con una intensificación del discurso antiinmigrante del expresidente, quien ha prometido realizar deportaciones masivas y enviar más agentes y tropas de la Guardia Nacional a ciudades como Chicago. Aunque aún no hay despliegue militar confirmado, los residentes locales viven en estado de alerta.
La paradoja de las ciudades “santuario”
Chicago e Illinois han sido consideradas jurisdicciones con políticas de “ciudad santuario”, lo que significa que limitan la cooperación entre cuerpos policiales locales y agentes federales de inmigración. Esto ha sido un punto de fricción constante entre los gobiernos locales y federales, especialmente bajo administraciones republicanas.
ICE, por su parte, argumenta que estas políticas permiten que inmigrantes con antecedentes delictivos salgan libres tras su arresto en lugar de ser entregados a las autoridades migratorias. Esto, consideran, obliga a ICE a hacer su trabajo directamente en las comunidades, lo que aumenta la tensión y los riesgos para todos los involucrados.
Impacto humano: miedo, trauma y desarraigo
Las consecuencias de estas operaciones no son meramente estadísticas. Las familias tienen miedo de salir a trabajar, los niños temen que sus padres no regresen a casa y las organizaciones comunitarias están sobrepasadas intentando proporcionar apoyo legal, emocional y logístico.
"Mis hijos no paran de llorar desde que se llevaron a su papá. Él no tenía antecedentes ni problemas con nadie. Fue arrestado porque estaba en casa de su primo", cuenta María, una residente del barrio de Pilsen. Como el suyo, cientos de testimonios anónimos se acumulan en las oficinas de ayuda legal.
¿Es realmente efectivo este enfoque?
La eficacia de esta política es ampliamente cuestionada. Según un informe del American Immigration Council, el número de arrestos con antecedentes penales graves realizados por ICE ha disminuido, mientras que los arrestos de personas sin antecedentes han aumentado. Esto pone en tela de juicio el argumento de que estas operaciones tienen como prioridad a individuos peligrosos.
Además, expertos en política migratoria como Muzaffar Chishti, del Migration Policy Institute, advierten sobre los riesgos de criminalizar la inmigración sin matices. “Estas estrategias pueden tener efectos contraproducentes en la seguridad pública, ya que desalientan la participación comunitaria y aumentan la vulnerabilidad de las poblaciones más pobres”, señala.
Reacciones políticas encontradas
Mientras que líderes locales como la alcaldesa de Chicago han llamado al gobierno federal a reconsiderar la operación, figuras republicanas se congratulan por lo que consideran un paso hacia el restablecimiento del Estado de derecho. “Estamos cumpliendo nuestra promesa de mantener a los estadounidenses seguros”, afirmó Trump durante un mitin reciente en Ohio.
Este enfoque ha causado también tensiones diplomáticas. Por ejemplo, varios países latinoamericanos han emitido comunicados criticando las políticas migratorias de EE.UU. y pidiendo respeto por los derechos de sus ciudadanos en el extranjero.
La legalidad en entredicho
La operación “Midway Blitz” se desarrolla en paralelo a una serie de acciones legales. El Departamento de Justicia ha solicitado al Tribunal Supremo autorización para acabar con las protecciones del Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 300,000 venezolanos, tras un fallo adverso en una corte de San Francisco. Una decisión favorable del Supremo podría sentar un precedente que afecte a comunidades salvadoreñas, hondureñas y haitianas también protegidas bajo esa figura.
Nuevas estrategias comunitarias
Ante este panorama desolador, han surgido redes de apoyo entre iglesias, escuelas e incluso empresas que ofrecen refugio o ayuda a personas en riesgo de deportación. En vecindarios como Little Village y Humboldt Park, comunidades enteras se han organizado en brigadas barriales para difundir información sobre derechos civiles durante redadas, prestar asistencia legal y ofrecer albergue seguro.
"En este momento, la solidaridad es nuestra mayor herramienta, más importante incluso que el miedo", afirma Rosa Delgado, organizadora de una campaña de asesoría migratoria gratuita en el sur de Chicago.
El futuro de la inmigración en EE.UU.: ¿avance o retroceso?
La operación “Midway Blitz” no es sólo una redada; es un símbolo de una ideología política con implicaciones profundas sobre la identidad, el modelo de nación y el valor de la diversidad. A medida que se acercan las elecciones de 2026, queda claro que el control migratorio será uno de los campos de batalla más intensos del discurso político estadounidense.
Mientras tanto, las calles de Chicago seguirán acogiendo a miles de personas con miedo a abrir la puerta, trabajar o llevar a sus hijos a la escuela. Lo que está en juego no es sólo el estatus legal de quienes cruzaron una frontera: es su dignidad, su humanidad y su futuro.