Jóvenes endeudados: La Generación Z y la lucha por el crédito en tiempos de crisis
Entre préstamos estudiantiles, inflación y precariedad laboral, los centennials enfrentan una tormenta financiera
Una generación atrapada en la deuda
En un contexto donde el puntaje de crédito promedio en Estados Unidos ha descendido ligeramente a 715, un nuevo informe de FICO revela una caída más pronunciada y preocupante entre los jóvenes de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012), cuyo puntaje promedio cayó tres puntos en el último año, situándose en 676. Aunque esta reducción pueda parecer menor, representa la mayor bajada intergeneracional registrada desde el año 2020.
¿La principal causa? Nada menos que el incremento de la morosidad en los préstamos estudiantiles, así como la enorme presión económica que enfrentan los jóvenes por la alta inflación y la incertidumbre laboral.
El regreso de los pagos y el golpe del sistema
Durante la pandemia del COVID-19, el Departamento de Educación de Estados Unidos suspendió temporalmente los pagos de los préstamos estudiantiles. Esta medida, que inició en marzo de 2020, otorgó un respiro a millones de deudores, pero esa tranquilidad ha llegado a su fin. Aunque la administración de Biden concedió una prórroga de gracia hasta octubre de 2024, ahora los pagos se han reanudado oficialmente.
A esto se suma la reactivación, impulsada por la administración Trump, del proceso de cobranza de préstamos morosos. Más de 5.3 millones de personas enfrentan la posibilidad de que el gobierno les embargue los salarios o les retenga reembolsos de impuestos como consecuencia del incumplimiento de pago.
Una bomba de tiempo financiera
El informe de FICO resalta que el 34% de los miembros de la Generación Z tienen préstamos estudiantiles activos, en comparación con solo el 17% del total de la población. Esto, combinado con su falta de historial crediticio prolongado, los está dejando más expuestos. Courtney Alev, defensora del consumidor de Credit Karma, lo resume así:
“Han lidiado con múltiples causas de inestabilidad económica desde que están creciendo. Es difícil para esta generación mantener una estabilidad financiera”.
El efecto dominó de un mal puntaje de crédito
Un puntaje crediticio bajo afecta mucho más que la posibilidad de obtener una tarjeta de crédito. Impacta, entre otros aspectos:
- Préstamos de autos y hipotecas: tasas de interés más altas o incluso rechazo.
- Alquileres: muchos propietarios verifican el crédito antes de aceptar inquilinos.
- Seguros: las tarifas de seguros de autos, por ejemplo, pueden aumentar.
- Empleo: ciertos empleadores revisan el historial crediticio de los candidatos.
Es decir, una generación ya golpeada por la inflación y los sueldos bajos, ahora enfrenta más barreras para alcanzar la independencia financiera tradicional: casa propia, auto, y ahorro.
¿Por qué el crédito importa tanto en EE.UU.?
En Estados Unidos, el crédito es algo casi sagrado. El puntaje, que oscila entre 300 y 850, sirve como una especie de “carta de presentación financiera”. Según Experian, un puntaje promedio de 676, como el de la Generación Z, se considera apenas “aceptable”.
Este sistema de puntuación se basa en cinco factores:
- Historial de pagos (35%)
- Montos adeudados (30%)
- Duración del historial de crédito (15%)
- Tipos de crédito (10%)
- Nuevas cuentas (10%)
El 70% del puntaje, por tanto, está relacionado con pagar a tiempo y no endeudarse en exceso. La exactitud es fundamental en este sistema.
Consejos para mejorar el score: ¿hay salida?
Aunque puede sonar pesimista, no todo está perdido. Tommy Lee, director de FICO, asegura que los jóvenes también tienen la mayor capacidad de recuperación financiera. Aquí algunos consejos concretos para mejorar el puntaje:
1. Verifica tu puntaje regularmente
No tengas miedo de conocer tu situación actual. Plataformas como Credit Karma, Experian y FICO permiten ver tu puntaje gratis. Como dice Alev: “Hay que saber dónde estás para poder avanzar”.
2. Paga siempre a tiempo
Incluso pagar el mínimo es mejor que nada. Según FICO, los retrasos en pagos representan un 35% del puntaje. Automatiza tus pagos si estás manejando muchas cuentas.
3. Evita utilizar todo tu crédito
La utilización ideal está entre el 10% y el 30% de tu crédito disponible. Por ejemplo, si tienes una línea de crédito de $1,000, trata de mantener tu saldo por debajo de $300. Lo peor sería llegar al límite (100%) o no usarlo para nada (0%).
4. No abras demasiadas cuentas
Cada solicitud nueva puede reducir unos puntos tu score. No abuses. Sé estratégico.
5. Mantén abiertas tus cuentas antiguas
Esto aumenta el promedio de tiempo en tu historial crediticio, mejorando tu puntaje global.
¿Fracasa el sistema educativo y financiero con los jóvenes?
Muchos expertos se preguntan si el problema no radica solo en la conducta de los jóvenes, sino en un sistema que los atrapa en ciclos de deuda desde edades tempranas.
Acudir a la universidad puede significar contraer decenas de miles de dólares en préstamos. Según el Departamento de Educación, el saldo global de deuda estudiantil en EE.UU. supera los 1,7 billones de dólares. Lo alarmante es que muchos jóvenes terminan carreras que no garantizan un salario suficiente para amortizar esa deuda.
Alev lo resume así:
“Pedirle a una persona de 18 años que asuma $80,000 en deuda, sin educación financiera, para ingresar a un mercado laboral precario, es simplemente insostenible”.
¿Reformar el sistema o seguir culpando al individuo?
El debate está servido. Algunos proponen condonar parte de la deuda estudiantil o reformularla bajo reglas más justas. Otros culpan a los millennials y centennials de gastar en ‘caprichos’ como smartphones, comida a domicilio o viajes, ignorando las diferencias estructurales que enfrentan con generaciones previas como los boomers o Gen X.
La realidad es más compleja. Un informe del Pew Research Center reveló que, ajustado por la inflación, el salario medio de los jóvenes entre 20 y 29 años ha caído un 9% desde 2000, mientras que los alquileres se han disparado un 30% en la última década. Comprar casa ya no es opción realista para muchísimos jóvenes estadounidenses.
Un problema político inevitable
El regreso de la cobranza de deudas estudiantiles también ha reavivado un debate político entre demócratas y republicanos. Mientras unos quieren condonar parte o toda la deuda, otros sugieren que hacerlo incentivaría irresponsabilidad financiera.
El presidente Biden ha intentado avanzar con programas de alivio, pero los tribunales federales han bloqueado algunas de sus propuestas. Las elecciones de 2024 podrían marcar un antes y un después en este tema, especialmente para los votantes jóvenes.
Mirando hacia el futuro
La Generación Z ha sido golpeada por una recesión, una pandemia global, y ahora por el peso de la deuda. Sin embargo, también demuestran tener una fuerte conciencia financiera, con más jóvenes buscando educación en finanzas personales, uso reflexivo de tarjetas y estrategias para mejorar su historial desde temprano.
El sistema no cambiará de la noche a la mañana, pero conocer las reglas del juego permite jugar a ganar. Y entender que el valor de una persona no se mide en números es, quizás, el primer paso hacia una relación más sana con el dinero.