La herida que no cierra: El ataque de la Rue des Rosiers y la búsqueda de justicia 42 años después

El arresto de Hicham Harb reaviva uno de los episodios más oscuros del terrorismo en Francia y plantea interrogantes sobre la memoria, la justicia y la política internacional

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El ataque que sacudió a Francia

El 9 de agosto de 1982, uno de los episodios más trágicos y recordados del terrorismo antisemitista en Francia ocurrió en pleno corazón del barrio judío de París. El restaurante Jo Goldenberg, ubicado en la Rue des Rosiers, fue blanco de un ataque brutal con granadas y ametralladoras. Seis personas murieron y otras veintidós resultaron heridas.

Atribuido al grupo extremista palestino Organización Abu Nidal, el ataque no solo dejó una cicatriz en la comunidad judía francesa, la más grande de Europa, sino que también marcó un antes y un después en la política antiterrorista francesa. El atentado dejó claro que el extremismo internacional podía golpear en el corazón de Europa Occidental.

Quién es Hicham Harb, el hombre recién arrestado

Más de cuatro décadas después, la justicia parece, al fin, estar acercándose a los responsables. Esta semana, Hicham Harb, de 70 años, fue arrestado en Cisjordania bajo una orden internacional emitida por Francia en 2015. Harb está acusado de ser uno de los principales organizadores del ataque y de haber supervisado a los militantes que lo ejecutaron.

Su detención es significativa porque es el primero de un grupo de seis sospechosos que ha sido arrestado. Los demás se cree que están en países como Noruega, Jordania y otras zonas de territorio palestino, y su captura ha sido difícil debido a factores políticos y falta de cooperación entre gobiernos.

La reacción de Emmanuel Macron

El presidente francés Emmanuel Macron manifestó en su cuenta oficial de X (antes Twitter) que este arresto fue posible gracias a "una excelente cooperación con la Autoridad Palestina". El mandatario aseguró que se trata de "un paso más hacia la verdad y la justicia".

Macron también fue enfático al decir: “Francia no olvida. Siempre sanciona y castiga. La justicia prevalecerá.” Estas palabras resonaron profundamente en una nación que ha visto repetidos intentos por cerrar un capítulo sangriento en su historia, y que tiene aún abiertos varios expedientes de terrorismo y antisemitismo no resueltos.

La presión de la comunidad judía en Francia

Durante más de cuatro décadas, las organizaciones que representan a la comunidad judía en Francia han presionado incesantemente para que se haga justicia por el atentado de Rue des Rosiers. Según el Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF), el hecho de que haya tomado tanto tiempo arrestar a uno solo de los sospechosos es "una mancha en el sistema judicial francés".

En entrevistas anteriores, representantes del CRIF han recordado que solo el trabajo persistente de los familiares de las víctimas y abogados comprometidos ha evitado que este caso caiga en el olvido. "La memoria sin justicia es una condena", declaró recientemente Francis Kalifat, expresidente del CRIF.

Implicancias diplomáticas: ¿puede Francia reconocer a Palestina?

En una coyuntura particularmente tensa, el arresto de Harb ocurre mientras Macron se prepara para llevar a cabo un movimiento geopolíticamente arriesgado: el reconocimiento oficial del Estado palestino ante las Naciones Unidas. De concretarse, Francia sería una de las potencias occidentales más influyentes en tomar esta decisión en años recientes.

Este tema ha dividido a la clase política y ha generado preocupación entre los aliados tradicionales de Israel. Reconocer a Palestina en este momento, especialmente en un contexto en el que está por resolverse un caso de terrorismo que involucra a militantes palestinos, añade un nivel notable de tensión al debate público.

Para algunos analistas, este movimiento podría ser interpretado como una estrategia para equilibrar su posición en el conflicto israelí-palestino, considerando que también ha reforzado las sanciones contra Irán y ha mantenido buenas relaciones con Israel.

El largo brazo de la justicia: obstáculos y avances

Pese a la lentitud, Francia ha intentado mantener vivo el caso del atentado de Rue des Rosiers. En 2018, un juez francés emitió nuevas órdenes de arresto internacional cuando se identificó con mayor claridad la red de implicados.

La lentitud se ha debido en parte a causas políticas. Por ejemplo, Noruega ha rechazado en el pasado extradiciones aludiendo a razones de derechos humanos y procesos viciados, mientras que Jordania ha mantenido una postura ambigua. En muchas ocasiones, los acusados han vivido libremente en estos países, incluso recibiendo protección oficial.

El hecho de que Hicham Harb haya sido finalmente capturado representa un giro inesperado y podría presionar a otros gobiernos a rendir cuentas o reconsiderar solicitudes de extradición.

Las víctimas y el peso de la memoria

Los nombres de las víctimas mortales —entre ellas Laurence Binisti, de 14 años, y David Sussan, de 53— han sido nombrados cada año en ceremonias conmemorativas organizadas no solo por el gobierno francés, sino también por entidades privadas y religiosas.

Estas ceremonias no son actos simbólicos: son recordatorios de una deuda pendiente con la justicia. Francia ha erigido placas en la Rue des Rosiers y ha incluido el atentado en programas escolares de historia como parte de los contenidos relacionados con el terrorismo y el antisemitismo.

Una Europa más vigilante ante el extremismo

A raíz de este atentado y otros ocurridos en los años 80 y 90, Francia creó algunas de las primeras leyes europeas de vigilancia antiterrorista. Esta tradición de vigilancia se ha transformado en una de las arquitecturas más robustas del mundo occidental en términos de prevención, producción de inteligencia y cooperación internacional.

Según datos del Ministerio del Interior de Francia, desde 2015 han sido frustrados más de 40 intentos de ataque terrorista, en parte gracias a una red de unidades antiterroristas distribuidas por todo el país. Sin embargo, el caso del ataque a Jo Goldenberg demuestra que la justicia hacia el pasado sigue siendo compleja y afectada por circunstancias extraterritoriales.

¿Qué sigue ahora?

Francia espera obtener la extradición de Harb en las próximas semanas. Las autoridades estiman que su juicio podría iniciarse antes de 2025, lo cual reabrirá una herida colectiva. También estará bajo atención cómo se reaccionará diplomáticamente desde Palestina en caso de que la extradición avance sin obstáculos.

Este acontecimiento puede marcar un nuevo capítulo en la relación entre Francia y el mundo árabe, dependiendo del enfoque judicial que se adopte: si prevalece la noción de justicia universal o si se opta por la mediación política.

Cierre de un ciclo, inicio de muchos otros

El arresto de Hicham Harb representa una oportunidad histórica para cerrar parcialmente una de las páginas más oscuras del terrorismo en Europa. Pero también abre la puerta a preguntas más profundas sobre identidad, memoria, justicia e incluso sobre los límites de la diplomacia internacional.

Como dijo Macron: "Francia no olvida". Lo que está por verse es si el resto del mundo está dispuesto a recordar y actuar en consecuencia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press