Bubba Chandler y los Piratas detienen la mala racha con una joya monticular y poder a tiempo

El novato lanza una formidable apertura de un hit, Nick Yorke conecta su primer jonrón del año y los Piratas vencen a los Atléticos 2-0 ante su afición

PITTSBURGH — Cuando un novato se sube al montículo y ofrece una de las mejores aperturas de la temporada, vale la pena detenerse y apreciar el momento. Eso fue exactamente lo que ocurrió este sábado por la noche en el PNC Park, cuando Bubba Chandler, con apenas un puñado de aperturas en Grandes Ligas, encabezó una victoria que podría considerarse como un punto de inflexión para los Pittsburgh Pirates.

Con la ayuda de dos relevistas, Chandler lanzó un juego combinado de un solo hit, y los cuadrangulares oportunos de Nick Yorke y Bryan Reynolds marcaron la diferencia en el marcador final 2-0 sobre los Oakland Athletics. Fue una noche de redención, tanto personal como colectiva, que cortó una racha negativa de cinco derrotas consecutivas.

El renacer de Bubba Chandler: una muestra de carácter

Hace apenas dos semanas, Chandler había sido víctima de una noche para el olvido: 9 carreras permitidas en apenas 2 2/3 entradas frente a los Cerveceros de Milwaukee. Pero lo que ha demostrado desde entonces ha sido tanto talento como madurez.

En sus últimas dos aperturas acumula 11 entradas lanzadas con solo una carrera admitida. Esta última exhibición fue particularmente impresionante: 6 ponches, cero bases por bolas y tan solo un doble cedido a Jacob Wilson en la segunda entrada. Además, dominó con una eficiencia quirúrgica, tanto que el juego tuvo una duración de apenas 1 hora y 52 minutos: uno de los más cortos del calendario.

Dominio absoluto del bullpen

Después de la salida de Chandler tras cinco entradas, llegó el turno de Braxton Ashcraft, quien lanzó 3 entradas perfectas con seis ponches. Luego, Dennis Santana puso el broche final con un noveno episodio sin sobresaltos para apuntarse su 14º salvamento del año y el primero desde el 3 de septiembre.

El trío de lanzadores enfrentó al mínimo de bateadores posibles, aparte del doble de Wilson y un pelotazo a Brett Harris. Fue una labor de alto nivel colectivo que mantuvo completamente maniatada a una ofensiva de Oakland que venía en buena forma.

Nick Yorke: el jonrón que cambió el ánimo

Los batazos largos no abundaron, pero llegaron justo cuando más se necesitaban. El primer jonrón de la temporada para Nick Yorke —y el tercero en su joven carrera— llegó en la segunda entrada con dos outs, ante Luis Morales, y puso a los Piratas por delante.

“Ha sido una temporada difícil para todos nosotros, pero esas pequeñas victorias te recuerdan por qué estamos aquí”, comentó Yorke tras el juego. Además del jonrón, el novato conectó otro imparable, representando dos de los cinco hits del equipo.

Bryan Reynolds, líder silencioso de Pittsburgh

En la tercera entrada, Bryan Reynolds amplió la ventaja con un cuadrangular de 416 pies hacia el jardín derecho-central, su número 16 del año. Reynolds ha sido de las pocas luces constantes en una ofensiva que ha batallado, y una vez más aportó experiencia y poder cuando se necesitaba.

Oakland: ofensiva neutralizada, pero Morales da señales

Mientras Pittsburgh celebraba, del otro lado, los Atléticos no pudieron descifrar los pitcheos de los Piratas. Aun así, el novato Luis Morales tuvo una sólida actuación: 6 entradas lanzadas, 2 jonrones permitidos, pero solo 5 hits y 2 carreras en total, junto con 4 ponches y 2 boletos.

“Me sentí bien en la loma. Fueron unos malos lanzamientos, pero en general hice mi trabajo”, explicó Morales, que ahora queda con récord de 4-2 en lo que va de temporada. A sus 22 años, es una de las cartas más prometedoras que tiene Oakland para construir hacia el futuro.

Una noche para valorar lo clásico del béisbol

En una era donde el juego de béisbol ha sido acusado de ser demasiado largo o carente de emoción, este encuentro fue un ejemplo de cómo la calidad puede superar el espectáculo. Con solo tres hits permitidos entre ambos equipos, y el marcador siempre apretado, el ambiente en el PNC Park fue de ese béisbol tenso que mantiene a todos al borde del asiento.

Además, el ritmo hizo recordar a juegos de otras épocas: el reloj del estadio marcaba apenas una hora y 52 minutos al concluir. Para los puristas, fue una velada de ensueño.

De la mala racha al potencial renacer

Con esta victoria, Pittsburgh consigue apenas su segundo triunfo en los últimos 14 encuentros, una estadística que refleja lo difícil que ha sido septiembre para la organización. Pero este tipo de victorias pueden levantar un clubhouse completo. Chandler se ha redimido. Yorke y Reynolds han dado un golpe anímico. Y el relevo ha mostrado profundidad.

El siguiente reto es mantener el impulso. Mañana, el derecho Mike Burrows (2-4, ERA 4.10) salta al montículo para enfrentar al derecho Mitch Spence (3-5, ERA 4.48) en el que será el juego decisivo de esta serie de tres partidos frente a Oakland.

Estadísticas destacadas

  • Solo tres corredores llegaron a base por parte de Oakland: un doble de Wilson, un pelotazo y ningún hit más.
  • Los tres lanzadores de Pittsburgh sumaron 12 ponches y no otorgaron boletos.
  • Reynolds suma 16 jonrones en la temporada, siendo el tercer mejor del equipo.

Una victoria que puede marcar rumbo

En una temporada larga y plagada de altibajos como la de MLB, momentos como este no solo redimen lo que ha pasado, sino que inspiran lo que está por venir. Si Chandler y Yorke representan el futuro de los Piratas, juegos como el de este sábado en Pittsburgh ofrecen una vista alentadora de lo que podrían construir con consistencia y confianza.

Mientras los fanáticos salían del estadio, no lo hacían solo con una victoria. Lo hacían con esperanza.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press