TikTok, Estados Unidos y China: ¿Control o censura en un mundo digitalizado?

La polémica negociación entre ByteDance, el gobierno de EE.UU. y Oracle revive antiguos temores sobre datos, influencia y el uso geopolítico de las redes sociales

¿Una red social o un campo de batalla geopolítico?

En el complejo entramado de las relaciones entre Estados Unidos y China, una aplicación aparentemente inofensiva —TikTok— se ha convertido en el epicentro de una lucha por la soberanía digital, la privacidad de los datos y la narrativa global. Desde que ByteDance, una empresa de origen chino, lanzara TikTok en 2016, su meteórica popularidad la ha puesto en el ojo del huracán político.

En este artículo, te proponemos una análisis en profundidad del trasfondo político, tecnológico y social que rodea el futuro de TikTok en Estados Unidos. ¿Es realmente una amenaza o estamos ante un nuevo episodio de proteccionismo digital disfrazado de seguridad nacional?

Una breve historia de la tensión TikTok-EE.UU.

La tensión comenzó a escalar en 2020 durante el gobierno de Donald Trump, cuando el Departamento de Comercio amenazó con prohibir la aplicación en suelo estadounidense bajo el argumento de que representaba una amenaza para la seguridad nacional. ¿La razón? Sospechas de que el gobierno chino podría acceder a los datos de millones de usuarios estadounidenses.

En respuesta, TikTok empezó a buscar una solución que permitiera mantener su operatividad en un mercado que representa más del 35% de sus ingresos globales. Entra en escena Oracle, gigante tecnológico estadounidense que se ofrecería como socio tecnológico para alojar y proteger los datos de los usuarios en EE.UU.

El nuevo acuerdo: ¿control estadounidense real o maquillaje político?

Ahora, la Casa Blanca ha anunciado que se está ultimando un acuerdo en el que la compañía estadounidense Oracle controlará el algoritmo de TikTok en EE.UU. Además, seis de los siete puestos en la junta directiva de la división estadounidense serán ocupados por ciudadanos estadounidenses.

Karoline Leavitt, portavoz de prensa de la Casa Blanca, enfatizó: “La seguridad del algoritmo y la protección de los usuarios están aseguradas con este acuerdo.” También apuntó que este pacto preservará la relevancia de TikTok como parte del proceso democrático, una afirmación que ha despertado tanto alegría como escepticismo.

¿Qué hay detrás del algoritmo?

Más allá del debate sobre datos, el verdadero tesoro es el algoritmo de TikTok, considerado una obra maestra de la inteligencia artificial. Este sistema es capaz de predecir con asombrosa precisión el contenido que cada usuario desea ver, generando una experiencia infinitamente personalizada y adictiva. Para muchos analistas es el secreto del éxito de TikTok y la razón por la que rivaliza con gigantes como Instagram y YouTube.

El control de ese algoritmo es, según diversos expertos, tan o más importante que la propiedad de la plataforma. ¿Quién decide qué contenido se impulsa o se invisibiliza? Esa es la pregunta clave.

“TikTok es la primera red social global dirigida por una potencia rival de Estados Unidos. Controlar su algoritmo es asegurar la narrativa”, afirma James Lewis, del Center for Strategic and International Studies.

¿Privacidad o protección geopolítica?

Según una encuesta del Pew Research Center realizada en 2023, el 50% de los estadounidenses apoyaban una posible prohibición de TikTok por motivos de seguridad. Sin embargo, esta cifra descendió al 33% en 2024, demostrando una mayor aceptación del uso de la app en el país.

Entre los partidarios de la prohibición:

  • El 80% señaló la preocupación por la seguridad de los datos personales.
  • Un porcentaje menor remarcó el posible uso de TikTok para manipulación ideológica y censura selectiva.

El “poder blando” del contenido

En las redes sociales, más que en cualquier otro medio, el contenido es el rey. Y la forma en la que ese contenido se prioriza puede tener impactos reales en la opinión pública. El temor de EE.UU. es que TikTok pueda ser usado para favorecer narrativas favorables a intereses chinos, en temas como Taiwán, Hong Kong o la política exterior estadounidense.

Si bien no hay evidencia directa de manipulación sistemática por parte de Beijing, el simple hecho de que TikTok pudiera hacerlo ya activa las alarmas.

¿Y qué dice China?

Tras las negociaciones, el presidente Xi Jinping y Donald Trump mantuvieron una llamada “amistosa”, según fuentes estadounidenses, en la que se discutió el futuro de la app. Sin embargo, el comunicado oficial del gobierno chino no aclaró si aceptan la cesión del control del algoritmo, elemento central para EE.UU.

Para China, TikTok representa uno de los pocos triunfos en el competido mercado digital global. Aceptar la pérdida de control total podría sentar un precedente altamente inconveniente para futuras empresas chinas que aspiren a competir en mercados occidentales.

Una herramienta influyente en política interna

Durante las elecciones de 2020 y los preparativos para 2024, TikTok ha demostrado ser también un campo de batalla político local en EE.UU. Tanto demócratas como republicanos recurren al formato informal y visual para conectar con el electorado joven.

Karoline Leavitt afirmó: “TikTok es vital para la comunicación política y la participación cívica de los jóvenes estadounidenses.” De ahí nace parte de la presión para mantenerlo funcionando en EE.UU. mientras se le da una “mano de pintura estadounidense”.

Bajo la superficie: ¿real soberanía digital o censura disfrazada?

Expertos debaten si medidas como las que se aplican a TikTok no terminan generando una forma de censura tecnológica, donde la soberanía digital se usa como excusa para eliminar competencias extranjeras. La paradoja es que Estados Unidos, defensor histórico de la libertad de internet, ahora impone condiciones similares a las que suele criticar en gobiernos autoritarios.

“Lo que se ofrece como protección de datos puede convertirse en un modelo para intervenir en todas las apps que el gobierno considere políticamente sensibles”, comenta Martín Avilés, de la organización Open Tech Rights.

¿Y si el acuerdo no se firma?

Estados Unidos aprobó una legislación para prohibir TikTok a partir de enero si no se concreta la venta. Trump ha dado señales de querer dejar margen de maniobra, pero sin la firma, la amenaza de veto sigue flotando.

Una prohibición real podría abrir la puerta a una cascada de represalias por parte de China, tanto digitales como comerciales, especialmente en medio de las tensiones ya existentes en áreas como los semiconductores, las energías renovables y las finanzas internacionales.

¿Qué podemos esperar en los próximos meses?

La negociación se encuentra en sus etapas finales. El control del algoritmo sigue siendo el mayor escollo. Si ByteDance cede, se abriría una nueva etapa de relaciones tecnológicas entre China y EE.UU. basada en reglas compartidas. Si no lo hace, podemos ver un nuevo retroceso hacia un internet cada vez más fragmentado, donde cada potencia quiere jardines cerrados al estilo de China, Rusia e, irónicamente, Estados Unidos.

Mientras tanto, los más de 100 millones de usuarios de TikTok en EE.UU. esperan, sin dejar de hacer lip-syncs, coreografías virales y debates políticos en clips de 30 segundos.

La pregunta final sigue en el aire: ¿Quién posee realmente el presente —y futuro— de nuestra atención digital?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press