Vacunarse contra el COVID-19 en 2024: ¿Quién puede, quién debe y qué cambia esta temporada?

Vacunas, seguros y decisiones personales: una mirada en profundidad a las nuevas recomendaciones y el acceso a la dosis actualizada

La nueva temporada de vacunas, sin el respaldo habitual

A medida que se avecina el otoño en Estados Unidos, se reaviva el debate en torno a las vacunas contra el COVID-19. Este año, sin embargo, las reglas del juego han cambiado. El comité asesor de vacunas de los CDC —nombrado por el secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr.— decidió no recomendar las dosis actualizadas de manera universal. En su lugar, sostienen que cada persona debe tomar una decisión individual acerca de si recibirla o no.

Esta postura representa un cambio significativo en comparación con años anteriores, cuando el respaldo del comité abría las puertas a una cobertura automática por parte de seguros y programas estatales, y facilitaba la distribución a través de farmacias.

¿Qué implica la nueva recomendación?

La decisión de no emitir una recomendación generalizada dificulta el camino logístico para la financiación y distribución masiva. Aun así, tanto gobiernos como aseguradoras privadas han reaccionado prometiendo continuidad en la cobertura.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) aseguró que “la votación del comité permite la cobertura inmunológica a través de todos los mecanismos de pago”, incluyendo Medicaid, el Programa de Seguro Médico Infantil (CHIP), seguros comerciales adquiridos a través de los marketplaces y el programa federal de Vacunas para Niños (VFC).

Cobertura del seguro médico: ¿Queda garantizada?

La mayoría de las aseguradoras, incluida UnitedHealthcare —aunque inicialmente no formaba parte del consenso—, han confirmado que cubrirán las vacunas hasta después de 2026, sin costo alguno para el paciente. En otras palabras: aunque no lo recomiende activamente el comité de expertos, la mayoría de los estadounidenses tendrán acceso a la vacuna, financiada por su seguro.

No obstante, existe una advertencia importante: los grandes empleadores que ofrecen seguros médicos personalizados podrían tomar sus propias decisiones sobre la continuación de esa cobertura.

Farmacias listas para aplicar dosis

Históricamente, alrededor del 66% de los adultos recibe sus vacunas contra el COVID-19 en farmacias como CVS, Walgreens o Rite Aid, y otro 30% las adquiere en consultorios médicos, según datos de los CDC.

Actualmente, farmacias minoristas afirman estar preparadas. Por ejemplo, CVS ha anunciado que cuenta con existencias del nuevo biológico actualizado y que puede administrar vacunas en los 50 estados y en D.C. Amy Thibault, vocera de CVS Health, aclaró que solo en ciertos estados —como Florida, Georgia o incluso en la capital— se requiere receta médica. Walgreens ha confirmado requisitos similares en algunas jurisdicciones.

¿Quiénes pueden vacunarse?

La FDA ha autorizado la vacuna para mayores de 65 años y para menores de esa edad que tengan condiciones médicas que los coloquen en un grupo de alto riesgo.

La lista de condiciones médicas que representan riesgo incluye:

  • Asma
  • Cáncer
  • Enfermedades cardiovasculares o problemas pulmonares
  • Obesidad
  • Depresión
  • Tabaquismo crónico
  • Sedentarismo

Además, los CDC reconocen que la lista no es cerrada y que otras condiciones también podrían representar riesgo. Se recomienda a las personas consultar con su proveedor de salud si pertenecen o no a estos grupos.

Cabe destacar que tanto Walgreens como CVS confirmaron que no solicitarán pruebas médicas para comprobar condiciones de riesgo: si el paciente manifiesta que califica, la vacuna le será proporcionada.

¿Qué pasa con los niños?

Hasta este año, se recomendaba una dosis al año para todos los niños a partir de los 6 meses. Aunque la nueva recomendación no es universal, el VFC —programa federal que financia hasta el 50% de las vacunas infantiles en EE.UU.— ha confirmado que continuará cubriendo la vacuna para los niños elegibles, sin necesidad de una orden directa de los CDC.

En resumen, los menores con condiciones que los colocan en riesgo, o bajo cobertura estatal, seguirán teniendo acceso al biológico.

La política detrás de las agujas

El hecho de que el comité del CDC se haya abstenido de recomendar la vacuna de forma amplia se percibe como una victoria simbólica de Robert F. Kennedy Jr., un conocido escéptico de las vacunas. Sin embargo, esto no cambia el consenso científico general, ni las autorizaciones regulatorias, ni mucho menos frena la disponibilidad del medicamento.

En palabras de una vocera del Departamento de Salud: “Nuestros procesos de cobertura están diseñados para proteger a los ciudadanos. No cambiarán porque un comité decida no emitir una recomendación generalizada.”

Vacunas estacionales: ¿un patrón emergente?

Si bien durante las etapas más críticas de la pandemia las vacunas se aplicaban casi con carácter de emergencia, desde el 2023 se ha promovido un enfoque más estacional, parecido al de la vacuna contra la gripe. La lógica es la misma: inmunizar a las personas antes del invierno, época propensa a repuntes de casos.

La OMS, por su parte, ha emitido lineamientos para la actualización de cepas presentes en nuevas vacunas, al estilo de la formulación de la vacuna de influenza. Esta metodología permite una vacunación anual adaptada a las variantes circulantes.

Desconfianza vs ciencia: un dilema social

En un país donde la vacunación puede ser altamente politizada, muchos expertos en salud pública sostienen que simplificar el acceso sin caer en mandatos es el camino más efectivo. Requerir pruebas, controlar criterios con rigidez o presionar para que se respalde cada vacuna con una recomendación fuerte puede tener el efecto contrario: desincentivar la vacunación.

El Dr. Peter Hotez, investigador en Baylor College of Medicine, comentó en una entrevista con CNN: “Cuando mezclamos ciencia con ideología, perdemos el verdadero sentido de la salud pública: proteger a la población más vulnerable.”

Vacunarse en 2024: un acto de responsabilidad personal

No hay duda de que la decisión de vacunarse contra el COVID-19 en 2024 será más personal que en otros años. No hay una recomendación clara, pero sí muchas razones médicas, logísticas y sociales para hacerlo.

Acceder es más fácil que nunca, la cobertura está garantizada en la mayoría de los casos, y las farmacias están completamente equipadas. A pesar del ruido político, el mensaje médico sigue siendo el mismo: protegernos salva vidas, especialmente de cara al invierno.

Vacunarse no es obligatorio, pero sigue siendo importante.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press