¿El equipo más impredecible de la MLB? La resiliencia de los Diamondbacks en una temporada caótica
Pese a lesiones, ventas clave y críticas al mánager, Arizona está a punto de lograr lo impensable: entrar a los playoffs
Un equipo contra las cuerdas… otra vez
Con cada lesión, cada derrota y cada polémica, los Arizona Diamondbacks parecían destinados a desaparecer del mapa competitivo de la MLB en esta temporada. Pero una cosa ha quedado clara en los últimos meses: subestimar a estos D-backs es un error.
Después de un comienzo plagado de bajas importantes y una postura aparentemente de rendición en la fecha límite de traspasos, el equipo de Torey Lovullo ha vuelto a desafiar todos los pronósticos. Hoy están a solo un paso de colarse en los playoffs, algo que hace apenas dos meses parecía imposible.
La tormenta perfecta: lesiones, salidas y presión
La temporada 2025 ha sido, sin exagerar, un vía crucis físico para los Diamondbacks. Corbin Burnes, Jordan Montgomery y Tommy Henry, tres piezas clave del cuerpo de lanzadores, cayeron con lesiones en el codo antes de mediados de junio. A eso se sumaron A.J. Puk, Blake Walston y Christian Montes de Oca, también fuera por el resto del curso.
Y como si no fuera suficiente con las bajas en el montículo, jugadores importantes como Gabriel Moreno, Corbin Carroll e Ildemaro Vargas también se perdieron partidos por diversos motivos.
En ese contexto, llegó el momento más controvertido de la campaña: la venta en masa durante el trade deadline. Los Diamondbacks mandaron a Merrill Kelly, Shelby Miller, Eugenio Suárez, Josh Naylor y Randal Grichuk a otros equipos, lo que la mayoría de la afición y medios interpretaron como tirar la toalla.
“Teníamos todas las razones para sentirnos derrotados”, explicó el mánager Torey Lovullo tras una reciente victoria contra los Phillies. “Pero ese vestuario se negó a bajar los brazos”.
Las nuevas caras y la reinvención del roster
Tras la “venta de garaje”, el roster de Arizona adoptó un nuevo rostro: más joven, más inexperto, pero claramente más hambriento.
- Brandon Pfaadt, con marca de 13-8 y una efectividad de 5.02, se consolidó como una alternativa fiable.
- Ryne Nelson, con 7-3 y ERA de 3.34, se mantuvo constante pese a la presión de sus nuevas responsabilidades.
- Zac Gallen fue el as inamovible del equipo, con un arranque arrasador después de que los D-backs decidieran no transferirlo: 6-2 desde el 2 de agosto.
Además, jugadores ofensivos elevaron su rendimiento cuando más se necesitaba.
- Ketel Marte mantuvo su nivel de All-Star, liderando el vestuario con temple y producción.
- Geraldo Perdomo se convirtió calladamente en el MVP no oficial del equipo.
- Corbin Carroll hizo historia como el primer jugador en la historia de los Diamondbacks en lograr una temporada 30-30 (31 HR y 30 robos).
Pero quizás la imagen más simbólica de esta etapa fue el primer home run en Grandes Ligas de Jorge Barrosa, un batazo solitario contra los Phillies que selló la victoria 9-2 y que lo dejó extasiado: “Nos enfocamos en lo nuestro”, afirmó el jardinero.
Los números respaldan la gesta
Desde el 1º de agosto, los D-backs presentan el tercer mejor récord de la Liga Nacional (28-19). Un rendimiento que los llevó de ocupar un lugar en los sótanos de la clasificación a entrar en la batalla final por el comodín de la NL.
Actualmente, Arizona está a solo un juego de Cincinnati y los Mets en la lucha por el último boleto.
Si los números fríos no convencen, la racha reciente lo hace con contundencia: 6 triunfos en los últimos 8 partidos y un nivel de juego que recuerda a su increíble carrera hacia la Serie Mundial hace dos años.
El factor Lovullo: ¿héroe o villano?
Un tema que no se puede evitar es la figura del mánager, Torey Lovullo, quien recibió duras críticas durante gran parte de la temporada. Muchos pedían su cabeza tras la pobre primera mitad de la campaña y la falta de reacciones estratégicas notables.
No obstante, su historial con Arizona incluye la transformación más profunda del equipo en la última década: desde la sorpresa de 2022 hasta el resurgir actual. Lovullo ha demostrado saber gestionar crisis, aunque pueda parecer invisible en los momentos calientes.
“No fue bonito por mucho tiempo, pero este grupo nunca dejó de correr, de creer y de luchar”, justificó el técnico.
Un calendario de fuego en el cierre
Si alguien cree que los D-backs tendrán un cierre tranquilo del calendario, está muy equivocado. Esta semana se juegan la vida con un cierre durísimo:
- Serie de tres partidos en casa contra los Dodgers, los campeones vigentes de la Serie Mundial.
- Luego, viaje a San Diego para medirse a unos Padres que, aunque ya eliminados, siempre quieren arruinarle la fiesta a sus rivales.
Arizona no depende únicamente de sí mismo. Pero si logran cinco victorias en esos seis partidos, las probabilidades de entrar a playoffs serían altísimas. Sería su primera aparición desde 2022.
¿Cómo explicar esta resiliencia?
Muchos factores entran en juego: el hambre de los jóvenes, el temple de veteranos como Marte, la gestión silenciosa de Lovullo, o quizás simplemente una cultura que se ha ido construyendo en las sombras.
Sea como sea, los Diamondbacks están escribiendo otra página inolvidable en su joven historia.
Una historia que recuerda que el béisbol nunca es predecible, que el talento siempre puede emerger, y que la garra, la resiliencia y la convicción colectiva, pueden ser igual o más valiosas que un presupuesto gigante o una plantilla plagada de superestrellas.
¿Y si logran meterse?
Si Arizona consigue el milagro y entra en playoffs, se convertirán —otra vez— en uno de los equipos más peligrosos de toda la liga. ¿Qué equipo querría cruzarse con un tren de momentum, sin nada que perder y con el espíritu de una temporada de superación feroz a sus espaldas?
Suena a cliché, pero esta puede ser la historia más inspiradora del béisbol en 2025. Y ojo, aún no ha terminado.