Caos, contraste y esperanza: el cierre inesperado de la temporada en la MLB
Rockies decepcionan pero evitan una marca negativa histórica, los Padres sueñan con playoffs y los White Sox bordean el desastre
Un cierre dramático en Denver: dignidad en medio del desastre
En un año que los fanáticos de los Colorado Rockies preferirían olvidar, el equipo logró una pequeña redención en su último juego de local al vencer 3-1 a los Los Angeles Angels. No fue simplemente una victoria más, sino una que evitó que los Rockies empataran un récord infame: el de los New York Mets de 1962, que terminaron con 120 derrotas. Gracias a este triunfo, los Rockies mejoraron su marca a 43-113 con seis juegos restantes en la temporada.
Kyle Freeland fue la figura en la loma, lanzando seis sólidas entradas y otorgando esperanza —aunque tardía— a una afición golpeada. Permitió solo una carrera, retiró a 13 de 14 bateadores entre la segunda entrada y la sexta y terminó su actuación obligando a un doble play con corredores en circulación.
Blaine Crim: el inesperado protagonista
Con un jonrón solitario en la cuarta entrada y una roleta impulsora en la octava, Blaine Crim se convirtió en el héroe ofensivo de la jornada. Crim, que no comenzó la temporada con etiqueta de estrella, ha respondido con bate oportuno desde su llamado, ofreciendo algo de emoción a los seguidores del equipo local en su amargo cierre en Coors Field.
El dato escalofriante: los Rockies cerraron con una marca de 25-56 en casa, su peor cifra histórica en el estadio. El récord anterior era de 46 derrotas en 2012, año también marcado por la frustración.
Los Angels vuelven a decepcionar
Aunque llegaron al cierre de esta gira con uno de los nombres más brillantes del béisbol, Mike Trout, los Angels no lograron más que una victoria en sus últimos 10 juegos fuera de casa.
Trout conectó un doble después de su jonrón número 400 el sábado anterior, pero su equipo se quedó sin reacción ante Freeland y el bullpen. Esta inconsistencia ha marcado la temporada del equipo angelino, que termina otra campaña sin postemporada, a pesar de tener a Trout y otros talentos como Shohei Ohtani en plantilla (aunque este último ya no está activo por lesión).
Padres: a un paso de una nueva postemporada
Por otro lado, en el Sur de Chicago, los San Diego Padres siguen escribiendo una historia muy distinta. Con una victoria 3-2 sobre los White Sox, están a un triunfo de amarrar su segundo pase consecutivo a los playoffs de la Liga Nacional.
Fernando Tatis Jr. conectó su cuadrangular número 23 en la tercera entrada, y el abridor Michael King lanzó cinco entradas en blanco. El relevo, liderado por el All-Star Robert Suárez, quien alcanzó los 40 salvamentos en la temporada, cerró la faena para mantener a San Diego con vida y entusiasmo.
Lo destacable: el equipo permitió solo cinco hits y contuvo a los White Sox en la séptima entrada en medio de una amenaza seria, marcada por boletos con bases llenas, lo que estuvo a punto de cambiar la historia del juego.
White Sox: ¿rumbo al desastre?
Para los fanáticos del equipo del sur de Chicago, esta temporada ha sido una de sufrimiento casi constante. Con esta derrota, los White Sox suman 98 reveses, y deben ganar cinco de sus últimos seis partidos para evitar un tercer año consecutivo con 100 derrotas, un escenario nunca antes visto en la historia de la franquicia.
A pesar de contar con jugadores valiosos como Andrew Benintendi e intentos de reacción como la exhibida en la séptima entrada del juego del domingo, los errores defensivos y la falta de profundidad en el bullpen han hundido al equipo durante el año. Todo indica que se viene una reconstrucción total en la gerencia.
¿Y los Astros?
En Houston, una noticia que puede tener impacto de postemporada fue que Jeremy Peña fue retirado de la alineación poco antes del inicio del juego dominical por molestias en el oblicuo izquierdo. Peña, quien batea .304 con 17 cuadrangulares y 62 impulsadas, ha sido una pieza clave en el lineup de los Astros.
En su lugar, Mauricio Dubón asumió las responsabilidades en el campocorto, mientras que Zach Cole y Jesús Sánchez ajustaron sus posiciones en los jardines. Aunque no se conocen más detalles, la ausencia prolongada de Peña podría afectar a un equipo que todavía pelea por mejorar su posición rumbo a los playoffs.
El contraste de tres franquicias: ¿cómo leer este final?
Es imposible no hacer una lectura metafórica del domingo que se vivió este fin de semana en la MLB. El cierre de la temporada sacó a relucir tres formas de afrontar la mediocridad, la esperanza y la frustración:
- Colorado se resignó al desastre, pero evitó ser histórico en lo negativo y ofreció una pequeña alegría final.
- Chicago White Sox continúa cayendo en un abismo organizacional del cual no hay aún señal de retorno.
- San Diego se rehúsa a rendirse y ha convertido su año inconsistente en una persecución legítima por octubre.
¿Qué podemos esperar en la última semana de temporada regular?
La última semana del calendario se convierte en una mezcla vibrante de urgencia para unos y protocolos para otros.
Los Rockies aún tienen seis partidos restantes que poco cambiarán en la tabla, pero podrían ofrecer la oportunidad de experimentar con talento joven. La presión por la victoria se ha desvanecido, y eso podría liberar a jugadores como Crim para seguir destacándose.
Los Padres, con sus estrellas sanas y un bullpen eficiente, podrían ser un rival peligroso una vez el calendario vire a octubre. Ya han demostrado que pueden competir en series cortas, y su ofensiva liderada por Soto, Machado y Tatis Jr. puede hacer daño a cualquier abridor en la liga.
Finalmente, los White Sox deben establecer nuevas metas internas: evitar la humillación histórica y comenzar a planear un cambio de identidad organizacional que pueda devolverle el respeto a una afición que ha sido leal incluso en las peores campañas.
La postemporada ya se aproxima, pero para muchos equipos, este cierre significa mucho más que el desenlace estadístico: es símbolo de una cultura que se mantiene (o que debe cambiar de raíz).