Los Blue Jays abrazan octubre: un renacer estelar rumbo a la gloria

De un inicio tambaleante a dominar la Liga Americana: Toronto sella su pase a postemporada con una remontada que enciende las esperanzas de volver a ganar la Serie Mundial

La temporada del 2025 en la MLB quedará marcada para los Toronto Blue Jays como una historia de resiliencia, unidad y transformación. Después de un sombrío inicio, el equipo canadiense ha terminado septiembre a todo vapor, asegurando su boleto a la postemporada y liderando la División Este de la Liga Americana.

Un comienzo titubeante: del abismo al ascenso

El 8 de mayo, los Blue Jays acumulaban un desalentador récord de 16-20. El entonces líder del Este de la Liga Americana les llevaba ocho juegos de ventaja. La moral, sobre todo tras una barrida a manos de los Rays en Tampa, parecía derrumbarse.

Pero como bien relató el manager John Schneider: “Los chicos hicieron un gran trabajo apoyándose entre ellos. El punto de quiebre fue cuando dejamos Tampa y fuimos a Texas. Allí cambió todo”.

Desde entonces, la maquinaria azul de Toronto no ha hecho más que subir de ritmo. Actualmente poseen el mejor récord de la Liga Americana con 90 victorias y 66 derrotas, y lideran su división con dos juegos y medio por delante de los Yankees de Nueva York.

Una postemporada cargada de esperanza

Con la clasificación asegurada una semana antes de que termine la temporada regular, los Blue Jays afrontan una recta final con mentalidad de campeones. Ya no se trata de solo clasificar, sino de evitar la ronda de comodines y conquistar su primer título divisional desde 2015.

En total, esta será la cuarta aparición de Toronto en playoffs en las últimas seis campañas. Sin embargo, hay algo que aún se les escapa: una victoria en postemporada desde 2016. En sus tres participaciones recientes, los Blue Jays fueron barridos, sin siquiera ganar un juego.

¿Esta vez será diferente? Para Vladimir Guerrero Jr. no cabe duda:

“Desde los entrenamientos de primavera, todos hemos estado juntos. Cuando ves un equipo así, comienzas a creer. Hoy regresamos a la postemporada, pero el viaje aún no ha terminado”, afirmó con determinación.

Una plantilla cohesionada y sin egos

Los elogios de Schneider hacia sus jugadores retratan a un equipo con una química poco común en el béisbol de grandes ligas. “Es difícil a este nivel dejar los egos de lado y jugar por el de al lado”, dijo orgulloso. “Es genial ver a estos chicos celebrándose entre ellos sin importar quién sea el héroe del día. Este es el equipo más gratificante del que he sido parte: diferentes personalidades, distintos talentos, todos unidos por un mismo objetivo”.

El contexto divisional: una carrera a tres bandas

Pese al liderato de Toronto, la División Este de la Americana sigue siendo una fuente de incertidumbre. Los Yankees aún acechan a dos juegos y el escenario se complica si recordamos que los Blue Jays tienen la ventaja en los duelos directos.

En contraste, los Orioles de Baltimore parecen haber perdido el impulso tras sucumbir tres veces en casa ante los Yankees. El último de esos juegos fue particularmente doloroso: un grand slam de Ben Rice en la décima entrada encendió las alarmas en Camden Yards.

La ofensiva neoyorquina sigue siendo temible, y si Toronto flaquea en alguno de sus últimos seis compromisos (frente a Boston y Tampa Bay, ambos equipos peligrosos), Nueva York aún podría arrebatarle la división y forzar a los Jays a una incómoda serie de comodines.

Tiempos de gloria: ¿puede Toronto repetir lo de 1992 y 1993?

Para muchos fanáticos, los Blue Jays de los noventa siguen siendo el estándar dorado: el bicampeonato de Serie Mundial (1992 y 1993) puso a Canadá en el mapa de la MLB como nunca antes. Aquellos tiempos de Joe Carter, Roberto Alomar y Dave Winfield parecen lejanos, pero el hambre de gloria sigue fresca en la memoria colectiva.

Desde entonces, Toronto solo ha logrado avanzar más allá de la Ronda Divisional una vez: en 2016, donde alcanzaron la Serie de Campeonato, pero cayeron ante los Cleveland Guardians. ¿Podrá esta nueva camada reescribir la historia?

Claves del éxito en 2025

  • Vladimir Guerrero Jr.: con 32 cuadrangulares y 98 carreras impulsadas, ha sido el motor ofensivo.
  • Bo Bichette: nuevamente confirmó su estatus como uno de los torpederos élite de la MLB.
  • Kevin Gausman y José Berríos: anclas de una rotación que se consolidó tras mayo.
  • Davis Schneider: desde su ascenso del sistema de ligas menores, ha inyectado energía con cada aparición.

Además, el bullpen de Toronto ha sido de los más efectivos desde el All-Star Game, con un promedio colectivo de carreras limpias menor a 3.10, colocándolos en el top-5 de la liga.

La cultura del clubhouse: un intangible poderoso

Más allá de las estadísticas y los nombres, el verdadero diferencial de los Blue Jays este año ha sido la cultura interna de su clubhouse. En palabras de John Schneider:

“Cuando tienes a un grupo comprometido con un mismo objetivo, suceden estas cosas. Puedes sentirlo desde la primavera”.

Ese sentido de propósito colectivo parece haber sido la chispa detrás de la increíble remontada del club. Las celebraciones tras la victoria 8-5 ante Kansas City hablaron por sí mismas: champaña, abrazos, risas, llanto de emoción. Pero todo con mesura, sabiendo que lo mejor aún está por venir.

Una recta final electrizante

Los Blue Jays recibirán a los Medias Rojas de Boston y luego a los Rays de Tampa Bay para cerrar la temporada regular. El objetivo es claro: ganar al menos cuatro de esos seis encuentros para asegurar el banderín del Este y evitar así la ronda de comodines.

Mientras tanto, los Yankees buscarán pescar en río revuelto enfrentando a los White Sox y luego nuevamente a Baltimore, que llega herido.

Lo que es seguro es que Canadá vivirá una postemporada vibrante. Con una afición que ha esperado casi tres décadas por levantar un nuevo trofeo, los Blue Jays podrían estar escribiendo el primer capítulo de una epopeya moderna del béisbol.

¿Será 2025 el año del retorno glorioso para Toronto? El talento está, la unión también. Solo resta que la historia los acompañe… y que la magia de octubre, siempre impredecible, les sonría esta vez.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press