El poder de ir sin maquillaje: ¿una nueva revolución estética o una declaración de libertad?

Del glamour a la autenticidad: el auge del rostro al natural impulsado por celebridades como Pamela Anderson y Alicia Keys, y lo que esto significa para las mujeres en espacios laborales

Pamela Anderson, ícono de los noventa, ha vuelto a ser tema de conversación, pero esta vez no es por su actuación ni por sus relaciones amorosas. A sus 58 años, la actriz ha optado por presentarse al natural en alfombras rojas y desfiles de moda, desafiando las convenciones sociales sobre el maquillaje y la belleza femenina.

Una tendencia creciente: celebridades mostrando su rostro real

Pamela no está sola. Alicia Keys ha sido una de las primeras artistas de renombre que renunció públicamente al maquillaje en 2016, declarando que buscaba liberarse de las expectativas estéticas impuestas por la industria y la sociedad.

No estoy tratando de ser la más linda en la habitación”, dijo Anderson a Vogue recientemente. “Se siente como una libertad. Como un alivio”.

Este acto aparentemente simple es, en realidad, profundamente simbólico. En una sociedad acostumbrada a juzgar a la mujer por su apariencia, y más aún cuando se trata de famosas de más de 50 años, elegir no maquillarse en un evento público se vuelve una declaración política y cultural.

Maquillaje y trabajo: ¿libertad o presión?

El movimiento de ir sin maquillaje gana adeptas, pero en el mundo laboral aún hay resistencias. Deborah Borg, directora de recursos humanos en una empresa creativa, señaló que, si bien algunas mujeres han reducido el uso de maquillaje tras la pandemia, sigue habiendo una percepción ligada a verse "pulida" en el ambiente profesional.

Borg dejó de maquillarse hace cuatro años y ahora enfatiza el autocuidado de la piel y un labial rojo ocasional. “He observado que más mujeres vienen sin maquillaje, algo que estaba mal visto antes del COVID. Ahora también se valora más el confort y la autenticidad”, afirma.

Cinco pasos clave para una piel radiante sin maquillaje

La artista del maquillaje Rebecca Robles ofrece una rutina matutina orientada a mantener una piel saludable y luminosa:

  • Limpiador suave: evitar productos abrasivos para conservar los aceites naturales de la piel.
  • Sérum de vitamina C: ayuda a corregir manchas y otorga luz al rostro.
  • Hidratante con protección solar: paso esencial para prevenir el envejecimiento prematuro.
  • Protector solar adicional de amplio espectro: sí, incluso para las orejas.
  • Bálsamo labial con brillo: pequeño gesto que da un aire más fresco.

Además, Robles recomienda usar un rizador de pestañas y peinar las cejas como detalles sutiles para realzar el rostro. Ingredientes como ácido hialurónico y ceramidas son aliados perfectos para una piel visiblemente hidratada.

Vestimenta y estilo como reflejo del rostro al natural

La asesora de imagen Natalie Tincher aclara que ir sin maquillaje no significa verse menos arreglada. “Todo se trata del enfoque integral,” dice Tincher, ofreciendo una fórmula a tres niveles:

  1. Color: prendas vibrantes actúan como filtro visual y aportan vida.
  2. Textura: tejidos sedosos o satén aportan luz al rostro, mientras que texturas mates suavizan los rasgos.
  3. Accesorios: un broche, pendientes o collares marcan la diferencia cuando el rostro va limpio.

“Tu presencia no solo la define la cara”, afirma Tincher, “sino cómo entras en una sala: lo que llevas, cómo te mueves, cómo hablas”.

La historia de mujeres reales que dejaron el maquillaje atrás

No solo las celebridades están abandonando el maquillaje. Colleen Gehoski Steinman, de 59 años y residente en Michigan, cambió de profesión durante la pandemia y también dejó de teñirse el cabello y de maquillarse. Aunque admite que el maquillaje todavía tiene su lugar en ciertos contextos como bajo luces fuertes, su elección predilecta sigue siendo el rostro al natural.

En Carolina del Sur, Cate Chapman lleva una vida muy distinta como encargada de una tienda de bagels. Dejó de usar maquillaje en los años noventa. “Es costoso, tarda mucho en aplicarse y, además, siendo mujer, ya gano menos. No es justo”, comenta.

Para Chapman, el maquillaje representaba una prisión. “Empecé dejando la base, luego todo lo demás. Hoy solo uso un poco de rímel —y eso, si acaso— para ocasiones especiales.”

Estadísticas que respaldan el movimiento

  • Una encuesta de Stylist UK en 2022 reveló que un 61% de las mujeres afirmaban usar menos maquillaje que antes de la pandemia.
  • El mercado global de maquillaje cayó un 16% en 2020, según un estudio de McKinsey & Company, y aunque se ha ido recuperando, el skincare ha sostenido un crecimiento constante del 5-7% anual.
  • En Instagram, el hashtag #nomakeup tiene más de 21 millones de publicaciones.

Estos datos reflejan una transformación cultural. Ya no se trata tanto de cubrir imperfecciones, sino de celebrar lo real.

¿Empoderamiento o presión social inversa?

Muchos expertos, sin embargo, advierten que el movimiento “sin maquillaje” también puede convertirse en una nueva forma de presión. ¿Qué pasa si ahora se espera que todas las mujeres renuncien al maquillaje para ser vistas como auténticas?

La verdadera libertad está en elegir”, dice la socióloga Marta Alonso. “Si el maquillaje te hace sentir poderosa y segura, ¿por qué deberías dejarlo? Pero si lo haces porque sientes que debes cubrirte, entonces es momento de cuestionarlo.”

El doble estándar de género sigue en pie

Uno de los argumentos más mencionados por mujeres como Cate Chapman es el doble juicio social. Los hombres se presentan sin maquillaje sin siquiera pensarlo y no por eso se les cuestiona su profesionalismo o su nivel de cuidado personal. Para muchas, ir al natural es una forma de protestar contra esa desigualdad histórica.

Mi jefe puede llegar despeinado y nadie dice nada. Si yo lo hago, hay preguntas. Es un estándar desequilibrado”, comentó una empleada del sector financiero bajo condición de anonimato.

La libertad de elegir: maquillaje sí, maquillaje no

Quizá la lección más importante de este movimiento es que ningún extremo es universalmente correcto. Usar maquillaje puede ser una forma de expresión artística, de autoestima e incluso de diversión. No usarlo puede sentirse como una liberación, una afirmación de identidad o un acto de rebeldía.

Lo más valioso es que ahora las mujeres tienen más opciones y ejemplo de ello es que, incluso en alfombras rojas, los rostros sin maquillaje están empezando a normalizarse.

Como dijo Tincher, “tenemos el poder de decidir: mínimo maquillaje, glam total o nada. La cuestión es que ahora esa decisión está en nuestras manos.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press