Invisibles e Invictos: Cómo los Buccaneers siguen ganando en medio del caos
Con una ofensiva desmantelada por lesiones, Tampa Bay sorprende con un inicio 3-0 mientras se prepara para un duelo de titanes ante los Eagles
Una racha improbable en medio del colapso físico
Tres victorias en tres partidos. Suena a cartel de contendiente, pero pocos habrían apostado que eso lo firmaría Tampa Bay en este inicio de temporada. Y sin embargo, ahí están los Buccaneers: invictos, resilientes y desafiando las probabilidades con una ofensiva convertida en rompecabezas tras lesiones clave. Lo llaman suerte algunos, coraje otros. Pero más allá de adjetivos, la pregunta más urgente es si podrán sostener esta narrativa ante los actuales campeones del Super Bowl, los Philadelphia Eagles.
Una ofensiva parcheada que sigue entregando resultados
En su victoria más reciente, un apretado 29-27 ante los New York Jets, Tampa Bay se encontró con otro obstáculo doloroso: la lesión de su receptor estrella, Mike Evans. Con Chris Godwin (tobillo) y Jalen McMillan ya fuera de juego las primeras tres semanas, perder a Evans equivale a amputar completamente el brazo más fuerte del ataque.
El diagnóstico inicial fue tranquilizador: un desgarro de grado bajo en el tendón de la corva. Pero las experiencias pasadas no permiten demasiado optimismo. En la temporada pasada, Evans intentó jugar con una molestia similar y terminó perdiéndose tres partidos. ¿El resultado? Tampa Bay fue 0-3 en su ausencia.
Rostros nuevos, posiciones cambiadas y castigos costosos
La línea ofensiva también está lejos de ser reconocible. De los cinco titulares proyectados al inicio del año, ninguno jugó en su posición habitual ante los Jets. La cantidad de reorganizaciones fue digna de una partida de ajedrez a ciegas:
- El centro Graham Barton pasó a ser left tackle
- El guardia Ben Bredeson asumió como centro
- Los tackles Cody Mauch y Luke Goedeke, además de Michael Jordan, estuvieron fuera, forzando nuevas promociones
El caos se tradujo en cinco castigos por sujetar... ¡tan solo en la primera serie del partido! Entre los responsables figuraron dos debutantes: Luke Haggard y Elijah Klein, cada uno con un par de penalizaciones. Y aún así, Tampa Bay ganó.
El gen competitivo de Mayfield y la magia del último minuto
En medio del desorden estructural, Baker Mayfield ha hecho brillar su instinto competitivo. Por tercera jornada consecutiva, encabezó una serie que terminó en anotación ganadora durante el último minuto del cuarto cuarto. Es más que una estadística llamativa: es historia.
Los Buccaneers son el primer equipo en la era del Super Bowl (desde 1966) en lograr touchdowns decisivos en el minuto final en cada uno de sus tres primeros encuentros. Simplemente sin precedentes.
Defensa en crecimiento y brillantes individuales
Mientras la ofensiva remienda y sobrevive, la defensa mejora partido a partido. El esquinero Jamel Dean fue una muralla contra los Jets: anotó un pick-6 y no permitió recepciones. Solo fue atacado una vez en todo el encuentro, dominando en 51 de las 69 jugadas defensivas que estuvo presente.
El tándem defensivo ha compensado los hoyos en ataque y permitió que los Buccaneers permanezcan invictos pese a su fragilidad física. La fórmula funciona, al menos hasta ahora.
Los fantasmas en equipos especiales
Pero no todo está funcionando. Los equipos especiales siguen siendo un dolor de cabeza. Ante los Jets, Riley Dixon sufrió un despeje bloqueado y un intento de gol de campo bloqueado fue retornado para touchdown por New York. La diferencia entre ganar y perder podría haber sido ese único error.
Philadelphia, el desafío máximo
Ahora viene un reto descomunal: los Eagles, invictos también con un 3-0 impecable, llegan a Florida para medir fuerzas con unos Bucs agrandados pero desarmados.
El entrenador Todd Bowles sabe que será un examen brutal: “Están curtidos en batallas, ganaron el Super Bowl. Eso es a lo que aspiramos. Será un test que nos mostrará quién realmente somos”.
Históricamente, Tampa Bay ha dominado los enfrentamientos recientes, ganando seis de los últimos siete encuentros, incluidos dos duelos de postemporada. Pero este partido parece distinto. La profundidad del roster de Philadelphia puede asfixiar a unos Bucs con banca reducida.
¿Volverán Godwin y Wirfs a tiempo? ¿Podrá Emeka Egbuka, el novato recién llegado, llenar zapatos del tamaño de Evans? ¿Podrá resistir la línea improvisada una presión constante?
Cifras que revelan el milagro
- 0 entregas de balón en tres partidos para los Buccaneers. Eficiencia invaluable.
- 3 remontadas en el último minuto en tres partidos. Régimen cardíaco.
- 1 pick-6 por parte de Jamel Dean ante los Jets, consolidando la solidez defensiva.
¿Hasta cuándo puede durar esta resiliencia?
La gran incógnita es la durabilidad de esta fórmula ganadora. Ningún equipo triunfa eternamente solo con garra. Las lesiones terminarán pesando, los errores acumulándose. Pero también es cierto que esta racha tiene un valor incalculable: confianza, moral y cohesión forjadas en la adversidad.
Los Bucs probarán ante los Eagles si pueden no solo pelear, sino imponerse incluso sin algunas de sus piezas más fundamentales. Y si lo logran, la NFL deberá comenzar a tomarlos muy, muy en serio.
Juego clave por venir
Domingo: Tampa Bay (3-0) vs Philadelphia Eagles (3-0)
Un duelo de invictos que promete marcar el tono del resto de la temporada. Para los Buccaneers, se trata menos de consolidación y más de validación. Para los Eagles, una oportunidad de recordar al mundo por qué son considerados la vara alta del fútbol profesional actual.