Italia se paraliza en solidaridad con Gaza: huelgas, protestas y una sociedad en alerta
Más de 20 mil personas se manifestaron en Roma, mientras el país enfrenta una paralización nacional en apoyo al pueblo palestino y en rechazo a la inacción gubernamental
Italia vivió una jornada histórica este lunes con una huelga general y una serie de protestas masivas en solidaridad con el pueblo palestino y en rechazo a la respuesta militar de Israel en Gaza.
Más allá de las banderas: una protesta transversal
Bajo una movilización convocada por sindicatos de base, miles de trabajadores, estudiantes y activistas tomaron las calles en múltiples ciudades. Desde las primeras horas de la mañana, el transporte público en Roma y Milán se vio fuertemente reducido, mientras que líneas ferroviarias nacionales sufrieron importantes retrasos.
En Génova y Livorno, importantes puertos italianos, manifestantes bloquearon el tránsito de mercancías con sentadas y piquetes. Se calcula que más de 20.000 personas se reunieron frente a la estación central de Roma, en una imagen inédita en los últimos años.
Por qué ahora: el contexto geopolítico que impulsa las calles
La huelga ocurre en un momento de tensiones crecientes por la ofensiva israelí que, según el Ministerio de Salud de Gaza, ha provocado la muerte de más de 65.100 palestinos, ha desplazado a un 90% de la población y ha destruido gran parte de la infraestructura urbana.
La ofensiva comenzó tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. Desde entonces, la situación humanitaria en Gaza se ha deteriorado dramáticamente, llevando incluso a situaciones de hambruna documentada.
Giorgia Meloni bajo presión
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, conocida por su cercanía al gobierno israelí, ha sido criticada por mantener una postura ambigua mientras la opinión pública italiana se torna más crítica hacia la ofensiva israelí. Aunque el ejecutivo ha endurecido el tono hacia Tel Aviv en las últimas semanas, Italia aún no se encuentra entre los países que reconocerán formalmente un Estado palestino en la próxima Asamblea General de la ONU, a diferencia de Francia y España.
Sindicatos, estudiantes y la nueva generación de activistas
Entre los convocantes de la protesta se encuentran agrupaciones como USB (Unione Sindacale di Base), que representa a trabajadores del sector logístico, sanitario y educativo, así como redes estudiantiles universitarias. El mensaje común fue claro: "la inercia de los gobiernos italiano y europeo es cómplice de la tragedia en Gaza".
Un representante de la USB declaró: “El paro de hoy no es solo una huelga sindical, sino un grito de dignidad frente a la masacre que presencia el mundo entero”.
"No en nuestro nombre": los jóvenes llenan las plazas
Las universidades italianas, desde la Sapienza en Roma hasta la Universidad de Milán y Bolonia, se convirtieron en centros de resistencia simbólica. Pancartas, asambleas y acampadas se multiplicaron en los campus, adoptando un tono netamente internacionalista.
“Estudiar mientras bombardean hospitales es una forma de hipocresía institucional que no vamos a aceptar”, aseguró Martina, estudiante de Relaciones Internacionales en Nápoles.
Impacto económico y político
El paro general afectó no solo al sistema de transporte, sino también a la logística comercial y el funcionamiento de servicios básicos. Compañías ferroviarias como Trenitalia reportaron una disminución del 35% en su operación diaria. Puertos clave del comercio exterior presentaron más de 12 horas de interrupciones consecutivas.
En términos políticos, este movimiento representa una grieta en la narrativa oficial. Por ahora, el bloque de centro-derecha que lidera Meloni mantiene su curso, pero las presiones internas y externas podrían redefinir la postura italiana en la política internacional.
¿Un punto de inflexión para el reconocimiento palestino?
La protesta coincide con una reactivación del debate en torno a la necesidad de un reconocimiento inminente del Estado palestino. Naciones Unidas lleva décadas proponiendo la solución de dos Estados como única vía realista para la paz en Medio Oriente.
Italia, a diferencia de otras naciones europeas como Irlanda, Eslovenia y Noruega, sigue sin dar ese paso definitivo. Esta indecisión ha sido uno de los blancos principales de las manifestaciones de este lunes.
La voz de una Europa dividida
Mientras Italia protesta, las reacciones dentro de la Unión Europea oscilan. Francia apoya formalmente el reconocimiento y se espera que lo respalde en la Asamblea General de la ONU. Alemania, por el contrario, mantiene una postura de férreo apoyo a Israel. España ha asumido un rol de creciente protagonismo en defensa del pueblo palestino.
Esta falta de cohesión europea deja un marco diplomático complejo, donde la calle parece ir muy por delante de los parlamentos.
Futuro incierto pero movilizado
Con más convocatorias previstas para las próximas semanas, esta jornada de paro general podría marcar el punto de partida de una nueva ola de protesta social en Europa. Si algo ha demostrado esta movilización es que la ciudadanía europea no está ajena a los crímenes cometidos en otros rincones del planeta ni a la responsabilidad de sus propios gobiernos.
Italia no ha detenido solo trenes ni tráfico portuario: ha detenido el silencio internacional, al menos por un día.