Ousmane Dembélé, Ibrahim Mbaye y el peso de la gloria en el PSG: Entre exámenes, títulos y aspiraciones al Balón de Oro
Mientras las estrellas del Paris Saint-Germain conquistan Europa, una nueva generación, liderada por Ibrahim Mbaye, demuestra que el futuro del club combina juventud, educación y talento.
Un joven con los pies en la tierra… y la cabeza en los libros
Mientras sus compañeros del Paris Saint-Germain volaban hacia Marsella para disputar un tenso clásico de la Ligue 1, Ibrahim Mbaye, de tan solo 17 años, aún no estaba listo. No por una molestia física, ni por falta de forma, sino por una razón simple y admirable: el joven delantero debía rendir su examen del baccalauréat, el equivalente francés al diploma de enseñanza media.
Mbaye no es solo uno de los futbolistas más prometedores del PSG, sino también un ejemplo de equilibrio entre deporte y educación. El delantero, que debutó con el primer equipo a los 16 años, 6 meses y 23 días, inscribiendo su nombre como el más joven en comenzar un partido de liga con el PSG, representa una generación que está moldeando su trayectoria con cabeza fría.
En febrero de este año firmó su primer contrato profesional con el club parisino, y desde entonces ha anotado su primer gol, dejando claro que, dentro y fuera del campo, está listo para competir al más alto nivel.
Una noche de contrastes: el Clásico en Marsella y la gala del Balón de Oro
La noche del lunes fue escénica para el PSG por dos razones distintas: enfrentaba al Olympique de Marsella en uno de los duelos más tensos del fútbol francés y, al mismo tiempo, en el corazón de París se celebraba la ceremonia del Balón de Oro, organizada por la revista France Football.
Una tormenta obligó a retrasar el partido 24 horas, lo que hizo imposible que los jugadores del club asistieran al evento dorado del balón glamoroso. Bueno, no todos. Ousmane Dembélé, Désiré Doué y João Neves, quienes se encuentran lesionados, aprovecharon para estar presentes en la gala, con Dembélé como uno de los candidatos más fuertes.
Ousmane Dembélé: talento, redención y Balón de Oro
La historia de Dembélé es digna de una película. Marcado durante sus primeros años por las lesiones, el extremo de 28 años ha resurgido como una de las figuras más decisivas en Europa. Bajo la dirección de Luis Enrique, el exjugador del FC Barcelona ha liderado al PSG a conquistar su primer título de Champions League, una hazaña largamente esperada que lo catapultó como firme candidato al Balón de Oro 2024.
En esta edición, nueve jugadores del PSG fueron nominados al prestigioso galardón, reflejo del dominio del club tanto a nivel nacional como continental. Tanto Dembélé como el italiano Gianluigi Donnarumma (hoy en el Manchester City, pero nominado como jugador del PSG) se destacaron durante la temporada europea.
“Estamos viendo la etapa más brillante del proyecto del PSG. Ahora, además del capital económico, hay un proyecto futbolístico claro”, comentó el analista deportivo francés Daniel Riolo durante una emisión reciente de RMC Sport. Y no se equivoca.
¿Y las mujeres? Kelly, Bonmatí y una carrera de poder
Mientras en la rama masculina Dembélé lucha por el Balón de Oro, la competencia en el fútbol femenino es igualmente feroz. Encabezadas por la inglesa Chloe Kelly, quien fue la heroína en la final de la Eurocopa 2022, y la española Aitana Bonmatí, ganadora de las dos últimas ediciones, las candidatas de este año demuestran la calidad explosiva que vive el fútbol de mujeres.
Kelly, de 27 años, no solo anotó el penal decisivo que dio a Inglaterra el campeonato europeo, sino que también ganó la Champions League femenina con un inesperado Arsenal, poniendo fin al dominio reciente del FC Barcelona. Su potencia y carácter la han consolidado como una de las delanteras más temidas del Viejo Continente.
Un sistema de votación que sigue mutando
Desde 1956, el Balón de Oro masculino ha premiado a los mejores jugadores del mundo. En 2018, se incluyó también la distinción para el fútbol femenino. El sistema de votación es sencillo pero riguroso: en la rama masculina votan periodistas de los 100 países mejor clasificados según FIFA, mientras que en la rama femenina lo hacen representantes de los mejores 50 países del ranking FIFA.
Cada periodista selecciona cinco jugadores y jugadoras, que reciben puntuaciones del 1 al 6. El jugador o jugadora con más puntos al final del proceso es declarado ganador.
Este sistema, aunque ha suscitado críticas —especialmente por su enfoque subjetivo y a veces polémico— continua fidelizando audiencias masivas alrededor del mundo.
Entre talentos emergentes y la élite consagrada
Además de Dembélé y Mbaye, PSG cuenta con otros nombres emergentes que captan atención global. Uno de ellos es Lamine Yamal, aunque actualmente brilla en el FC Barcelona. A sus 16 años, Yamal aún no ha entrado de lleno en la carrera por galardones internacionales, pero su inclusión en la lista de los 30 mejores es una clara señal del inicio de una superestrella.
“Nunca antes un club francés había reunido tanto talento joven junto con figuras consolidadas”, declaró Thierry Henry en una entrevista reciente con L'Équipe sobre el PSG actual. “Esto puede marcar una era”.
Fútbol femenino en crecimiento: Kundananji y el caso Bay FC
Mientras en Europa se preparaban para coronar a los mejores del mundo, en Estados Unidos se vivía otra jornada intensa en la NWSL. El Bay FC empató 1-1 con el Gotham FC gracias a un gol en la segunda mitad de Racheal Kundananji, quien anotó un verdadero golazo desde fuera del área.
Si bien Bay FC no gana desde el 7 de junio, el club ha sido parte de los grandes movimientos económicos del fútbol femenino, como la adquisición de Jaedyn Shaw por 1,25 millones de dólares, el traspaso interno más caro en la historia de la liga femenina de EE.UU.
Estos movimientos prueban que el fútbol femenino se valoriza más cada año, dejando de ser una pieza secundaria en el tablero del deporte rey.
PSG: presente de oro, futuro de platino
Lo que está construyendo el Paris Saint-Germain es más que un equipo ganador: es una institución pensada a largo plazo. Tener a un joven como Mbaye compaginando el estudio y el fútbol profesional, a Dembélé renaciendo como líder europeo, y a Luis Enrique como finalista al premio a mejor entrenador, representa una triada que puede guiar al club a una época dorada.
Y si bien el Balón de Oro es un premio individual, lo que refleja este año es que el PSG ya no es solamente una constelación de nombres: es un conjunto ganador.