Ucrania, Gaza y los ecos globales de la guerra: ¿Quién define la paz cuando todos luchan?
Entre drones, diplomacia e invasiones, el mundo presencia cómo las guerras fragmentan la política internacional y avivan riesgos globales más allá de los frentes activos
Por más de tres años, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha mantenido al mundo paralizado entre expectativas de paz y una realidad cruda de sangre y destrucción. Al mismo tiempo, la crisis humanitaria en Gaza alcanza un nuevo punto crítico con una inta ofensiva israelí y una ola diplomática que impulsa el reconocimiento del Estado palestino.
Aunque estos conflictos están físicamente separados por miles de kilómetros, los ecos de ambas contiendas resuenan en los mismos pasillos: la Asamblea General de las Naciones Unidas, el escenario de negociaciones, discursos inflamados y, sobre todo, poca resolución.
Ucrania contra Rusia: drones y diplomacia
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy sumó a su larga lucha contra las tropas de Moscú una intensa ofensiva diplomática durante su visita a Nueva York. Jóvenes mueren, bombas siguen cayendo, y, mientras tanto, Zelenskyy corre de sala en sala buscando apoyo para un cese al fuego liderado por Estados Unidos y la posibilidad de un diálogo directo con Vladimir Putin.
Pero Moscú no muestra señales de rendición. Durante la última semana, según Zelenskyy, Rusia ha lanzado:
- Más de 1.500 drones kamikaze
- 1.280 bombas planeadoras
- 50 misiles de diversos tipos
Además, armas rusas contienen más de 132.000 componentes extranjeros, provenientes de decenas de países, lo que deja entrever las fracturas en las sanciones internacionales y los métodos con los que Moscú burla restricciones globales.
Guerra en Gaza: víctimas invisibles y hospitales sitiados
Mientras tanto, en Medio Oriente, Gaza vive un capítulo más de su tragedia cíclica. Desde el inicio de una nueva operación terrestre israelí en Gaza City, la población civil ha sido nuevamente el blanco de múltiples bombardeos que destruyen viviendas, servicios básicos y now, incluso, hospitales.
El Hospital de Campaña Jordano, uno de los pocos centros con capacidad médica estable en la franja, recibió una orden de evacuación por parte del ejército israelí, pese a que alberga más de 300 personas entre pacientes, médicos y familias. Todo esto mientras el ejército avanza por los barrios colindantes.
“La ciudad está en ruinas. La gente no tiene adónde ir”, declaró Dr. Muneer al-Boush, director general del Ministerio de Salud de Gaza. Las organizaciones humanitarias han sido advertidas de abandonar la zona, excepto hospitales. Pero ahora, tampoco estos parecen estar a salvo.
Dilemas en la Asamblea General de la ONU
La Asamblea General de la ONU inició con promesas, declaraciones contundentes y diplomacia de pasillos. Zelenskyy llegó con la esperanza de consolidar una coalición firme para la paz. Pero, en paralelo, otra causa se abre paso entre los discursos: el reconocimiento del Estado Palestino.
Durante esta semana, Portugal, Australia, Canadá y el Reino Unido se unieron a los casi 150 países que ya han reconocido formalmente a Palestina. Francia y Arabia Saudita buscan convertir la cumbre en una caja de resonancia a favor de una solución de dos Estados en Medio Oriente.
“París reafirma su compromiso con la paz, que más que nunca requiere una solución de dos Estados”, escribió la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, mientras se proyectaban las banderas palestina e israelí en la Torre Eiffel junto a una paloma blanca con una rama de olivo.
El juego geopolítico se intensifica: fronteras, OTAN y anexiones
Además de los frentes activos, la guerra de Ucrania amenaza seriamente con desbordarse. Recientemente, drones rusos cayeron en suelo polaco y aviones sobrevolaron el espacio aéreo de Estonia, provocando una fuerte respuesta diplomática de los países de la OTAN.
“Rusia está evaluando la respuesta política y militar de la OTAN”, advirtió el presidente de Letonia, Edgars Rinkevics, y agregó que Moscú pretende forzar a Occidente a redirigir sus recursos hacia defensa, debilitando así el apoyo a Ucrania.
En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu amenaza con una anexión parcial de Cisjordania en respuesta a la oleada de apoyo diplomático hacia Palestina. Mientras tanto, Estados Unidos bloqueó la presencia de representantes palestinos en la Asamblea General, alineándose con la política de Netanyahu contraria a un Estado palestino.
El factor Trump y la incertidumbre estadounidense
Zelenskyy tiene otra cita clave en su agenda: reunirse con Donald Trump, actualmente presidente de los Estados Unidos tras su regreso al poder en enero. Pese a sus promesas electorales de traer la paz, Trump no ha logrado articular un plan concreto para Ucrania ni Medio Oriente.
Zelenskyy espera que este encuentro impulse una mayor presión sobre Rusia. “Sin fortaleza, no prevalecerá la paz”, afirmó, señalando que no se trata solo de negociaciones, sino de doblarle el brazo a una potencia en guerra.
Italia se pone en huelga y detiene envíos a Israel
La sociedad civil también responde. En Italia, una huelga general de 24 horas, convocada por sindicatos de base, interrumpió transportes, escuelas y puertos en protesta contra “la inercia del gobierno italiano y de la UE frente a la violencia en Gaza”.
Además, el puerto de Rávena bloqueó un envío de dos contenedores con explosivos destinados a Israel. El alcalde, Alessandro Barattoni, declaró que no permitirán que Italia sea “parte de una escalada que solo causa más muertes civiles”.
Doble narrativa, doble dolor: civiles como campo de batalla
Desde Zaporiyia, donde Rusia bombardeó zonas sin infraestructura militar, hasta Foros, balneario crimeano golpeado por drones ucranianos, los civiles permanecen en el centro del dolor. Las autoridades rusas y ucranianas se acusan mutuamente de apuntar a civiles, pero el resultado es el mismo: vidas perdidas fuera de los frentes de batalla.
En Bélgorod, región rusa fronteriza con Ucrania, se reportaron tres muertos y diez heridos tras nuevos ataques de drones. Y mientras las defensas aéreas rusas aseguraron haber derribado más de 114 drones ucranianos en diversas regiones el lunes, la pregunta persiste: ¿cuántos más caerán antes de que se imponga la paz?
¿Quién define la paz?
Con dos conflictos de alta intensidad y múltiples actores internacionales involucrados, el sistema multilateral parece atrapado en su propia parálisis. La ONU recibe discursos, pero no resuelve. Las potencias deciden, pero no acuerdan. Y entre tanta diplomacia, las víctimas siguen multiplicándose.
La búsqueda de la paz exige algo más que cumbres. Requiere:
- Consensos reales sobre el respeto al derecho internacional
- Voluntad para actuar más allá de los intereses geopolíticos nacionales
- Coraje para frenar alianzas que perpetúan conflictos
Hoy, ni en Ucrania ni en Gaza, esa voluntad parece estar madura. Y el mundo sigue observando, reconstruyendo edificios y funerales, mientras se proyectan luces de esperanza sobre una torre, pero no sobre la tierra firme que pisan las víctimas.