Zion Williamson ante su temporada más crucial: ¿Redención o más preguntas para los Pelicans?

Joe Dumars lidera una nueva era en Nueva Orleans apostando por el esfuerzo constante sobre los resultados inmediatos, mientras Zion y sus compañeros intentan dejar atrás las lesiones

Por primera vez en mucho tiempo, el ambiente en los New Orleans Pelicans huele a cambio real. Y no hablamos de un nuevo jugador estrella ni de un traspaso agresivo, sino de algo más profundo: una redefinición de identidad encabezada por Joe Dumars, el flamante vicepresidente de operaciones de baloncesto. Y en el corazón de esa transformación se encuentra Zion Williamson, la eterna promesa que todavía no logra consolidarse por culpa de múltiples lesiones.

El legado roto de Zion: talento sí, disponibilidad no

Desde que fue elegido como la primera selección del Draft en 2019, Zion Williamson ha sido visto como un jugador generacional. Su mezcla de explosividad, potencia física y habilidades ofensivas raramente se ha visto en un atleta de su talla (1.98 m y más de 130 kg). Pero hay un dato que ningún análisis técnico puede ignorar: Zion ha jugado solo 214 de los 482 partidos posibles en sus seis primeras temporadas. Es decir, ha estado ausente en un 56% de los encuentros.

Lesiones de rodilla, problemas de fascia plantar, distensiones de isquiotibiales, molestias en la espalda baja… La lista es larga y preocupante. Lo que no se puede negar es que cada vez que está en la cancha, hace la diferencia: en la temporada 2020-2021 promedió 27 puntos, 7.2 rebotes y 3.7 asistencias con un 61.1% de acierto en tiros de campo.

“Zion ha sido genial. No he tenido ningún problema con él”, comentó Joe Dumars. “Lo he visto en nuestras instalaciones empujándose fuerte. Está realmente comprometido con cambiar la narrativa”.

Joe Dumars y una filosofía contraintuitiva: ganar no es prioridad

Joe Dumars no es un novato en esto. Campeón como jugador y gerente general con los Detroit Pistons —recordado por formar el legendario equipo que ganó el anillo en 2004 con Chauncey Billups y Ben Wallace—, llega a Nueva Orleans con una idea clara: el esfuerzo por encima de los resultados.

“Déjenme establecer las expectativas de inmediato para que no haya malentendidos: no hay un número de victorias requerido, no se espera llegar al ‘play-in’. Lo único que pedimos es jugar al máximo cada noche”, dijo Dumars en su primera charla con el cuerpo técnico.

La mentalidad puede sonar extraña en un deporte tan orientado a estadísticas y resultados como la NBA, pero Dumars conoce el valor de la cultura. Y eso es precisamente lo que busca construir en torno a un Zion más maduro, junto con otras piezas clave del equipo.

Herb Jones y Trey Murphy III, listos para aportar desde el día uno

Además del caso Zion, otras figuras relevantes del equipo también pasaron la mayor parte del año pasado entre algodones. Herb Jones, defensa élite en la posición de alero, se perdió la temporada por una lesión en el hombro. Por su parte, Trey Murphy III, uno de los tiradores más prometedores del equipo, estuvo fuera tras una cirugía por una rotura de labrum y desgarro parcial del manguito rotador.

Pero hay buenas noticias. Ambos están de vuelta y participando en entrenamientos al 100%.

“Estos chicos han estado jugando en ‘scrimmages’ durante las últimas dos o tres semanas, sin parar”, dijo Dumars. “Los he visto caer, levantarse, recibir contacto… están listos”.

Con Jones y Murphy en plena forma, los Pelicans añaden capas de defensa perimetral y amenaza desde el triple, dos aspectos que históricamente han sido debilidades del conjunto.

¿Demasiado tarde para Zion? Tiempo y legado en juego

El reloj avanza. Y rápido. Zion tiene 24 años, sí, pero la paciencia de aficionados e inversores comienza a agotarse. Su contrato máximo de cinco años, firmado en 2022, incluye cláusulas relacionadas con condiciones físicas y peso, lo cual demuestra claramente las dudas que existen en la franquicia.

Pero también hay razones para creer que esta puede ser la temporada del resurgimiento. El entorno ha cambiado: hay una nueva dirigencia, compañeros recuperados y una pretemporada exigente que empieza con una gira por Australia. Es ahora o nunca.

El contexto de la Conferencia Oeste: más competencia, menos margen

Los Pelicans no están solos en su búsqueda por relevancia. En el Oeste, la competencia será feroz. Equipos como los Denver Nuggets (actuales campeones), Phoenix Suns, Golden State Warriors y Los Angeles Lakers siguen reforzándose año a año. Además, jóvenes escuadras como Oklahoma City Thunder y Sacramento Kings están dando pasos importantes.

La temporada pasada, Nueva Orleans terminó con un decepcionante 21-61, muy lejos de competir siquiera por el 'play-in'. Sin embargo, las lesiones fueron una constante y condicionaron completamente la dinámica del grupo.

Dejounte Murray y Derik Queen, en proceso de recuperación

A los regresos podemos sumar algunas incógnitas. Dejounte Murray —adquirido como parte de un plan para solidificar la defensa exterior— y Derik Queen (pick 13 del último Draft) no tienen una fecha exacta para reintegrarse plenamente, pero Dumars ha sido claro en que ambos están progresando adecuadamente en su proceso de rehabilitación.

“Mis conversaciones con el personal médico han sido positivas; me han detallado el trabajo que estos dos jugadores están haciendo para regresar”, explicó Dumars.

¿Qué esperar de los Pelicans este año?

Plantear predicciones en una liga tan impredecible como la NBA puede ser riesgoso. Pero si Zion logra jugar al menos 65 partidos, y si Jones y Murphy se mantienen sanos, los Pelicans podrían sorprender. No como aspirantes al título, claro está, pero sí como uno de esos equipos incomodísimos que nadie quiere enfrentar en los playoffs.

El objetivo entonces no es alcanzar un número mágico de victorias ni ganar premios individuales. El verdadero reto está en reinstalar un estándar competitivo día tras día, crear una cultura de trabajo y responsabilidad alrededor de un jugador que fue escogido para cambiar la historia de Nueva Orleans. Zion Williamson todavía puede hacerlo, pero el tiempo prolifera sólo para quienes lo saben aprovechar.

Quizás este sea, al fin, su año.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press